SANTO DOMINGO, República Dominicana.- El teniente coronel Raúl Alejandro Girón Jiménez ha explicado la manera en que supuestamente operaba la mafia de altos oficiales militares y policiales para desviar dinero de las instituciones públicas a sus cuentas a través de la manipulación de nóminas.

Durante la audiencia de solicitud de medida de coerción contra los implicados en el caso Coral, la cual se extendió hasta pasada la medianoche de este viernes, Girón Jiménez afirmó que no defendería mentiras, y que llegó a un punto de su vida en que “decidió ponerle fin a eso”.

Dijo estar de acuerdo con los planteamientos hechos por el Ministerio Público sobre su participación en este caso, “porque es la verdad”. Indicó que el Ministerio Público tiene todas las pruebas que demuestran sus argumentos.

“Ya no voy a mentir más”, expresó.

En efecto, Girón Jiménez hizo recuento de los hechos para que, según afirmó, se comprenda la magnitud del caso.

A continuación, una pequeña cronología de los hechos descritos por el teniente coronel:

-Girón Jiménez manejaba la nómina del Cuerpo Especializado de Seguridad Turística (Cestur).

-Según sus propias palabras, él era clave para que el coronel Rafael Núñez de Aza realizara las supuestas operaciones ilícitas. “Cómo he logrado yo mantenerme a través de los años en una misma entidad. Porque soy una persona clave. Pero hay otra persona aquí que tiene mi misma cualidad: el señor Rafael Núñez de Aza”.

-Sobre Núñez de Aza, afirmó que: “cada vez que cambiaban de director en el Cestur, que suele pasar un año, dos años, menos el señor Robiu (general de brigada Juan Carlos Torres Robiou), que tiene seis años, ahorita le diré cómo se logra eso. Cada vez que llegaba un director, el señor Rafael Núñez de Aza lo esperaba con unos milloncitos de pesos en las manos, que no le significaban nada. Porque a usted le llega una persona hambrienta de dinero, con todas las precariedades del mundo, y usted le dice: mire jefe, vaya agarrando y vaya a un dealer, para su mala suerte es el único dealer que usa, ubicado en la Núñez de Cáceres, y le dice: pida el vehículo que usted quiera”.

-La red, alegadamente, tenía dos maneras de actuar: colocar una misma persona a cobrar hasta 14 veces, o cobrar altas sumas de dinero por especialismos. “La bonanza era tan buena con el tema de la venta de especialismos, y sí, yo conozco muy bien el tema de cómo Rafael Núñez hizo su casa, porque recuerde que a usted le comentaron que la mía está al ladito de la de él… a mí no me están hablando de temas extraños. Cuando el señor Núñez de Aza comienza a hacer su casa, de dos niveles, ya que está para empañetar y todo, se derrumba porque aparentemente no tomaron en cuenta la solidez del suelo. En un tiempo récord se levanta de nuevo. Me dice que las cosas pasan por algo, y que ahora se hará su casa de cuatro niveles. Pero no producto de sus actividades empresariales. Producto de los cuartazos que se recogían en nóminas en Politur en ese entonces”, reseñó.