SANTO DOMINGO, República Dominicana.-El sociólogo Wilfredo Lozano afirmó este lunes que con la promulgación del Reglamento para la aplicación de la Ley General de Migración no se resuelven los problemas de la migración ilegal, sobre todo la haitiana, aunque constituye un paso para enfrentar la situación.

“Los problemas migratorios no se resuelven solo con un reglamento a la Ley de Migración, porque se trata de un problema más complejo desde el punto de vista económico, estructural, y de grandes vulnerabilidades institucionales”, expresó el director del Centro de Investigaciones de la Universidad Iberoamericana.

Sostuvo que tras la llegada del  reglamento “ahora vienen los verdaderos retos institucionales para el diseño de una política migratoria coherente”.

Entrevistado en el programa televisivo “Propuesta Matinal”, que producen los periodistas Manuel Jiménez y Ángel Barriuso, por el canal 45, de lunes a viernes, Lozano manifestó que el problema que tiene el reglamento es que las regulaciones del trabajo temporal de extranjeros son impracticables.

El reglamento “exige una serie de cosas que ningún trabajador analfabeto que va a trabajar en una finca puede llenar: pasaporte, visado formal, dos fotos… no lo van a hacer nunca. Eso sencillamente es un mito”, apuntó Lozano, quien advirtió que ese tipo de disposiciones lo que hace es que estimular la ilegalidad.

“Fue el Estado históricamente la entidad que dinamizó la práctica de los contingentes. Los trajo, estimuló una lógica de indocumentación, con el tiempo se fue creando una población descendiente de quienes se quedaban acá, de alguna manera protegidos por la gran plantación; entonces el Estado no se puede sustraer a esto”

Cuando se le preguntó su opinión acerca de las denuncias de violaciones de derechos de los inmigrantes de las que se ha apoderado a la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos de la OEA, Lozano dijo que el Estado dominicano es co-responsable de los problemas que hoy tienen los dominicanos de ascendencia haitiana.

“Fue el Estado históricamente la entidad que dinamizó la práctica de los contingentes. Los trajo, estimuló una lógica de indocumentación, con el tiempo se fue creando una población descendiente de quienes se quedaban acá, de alguna manera protegidos por la gran plantación; entonces el Estado no se puede sustraer a esto”, afirmó el investigador social.

Agregó que el Estado “ahora quiere sustraerse a este asunto y pensar que es un problema privado. No es un problema privado, es un problema público”, expresó Lozano, tras aclarar que “no estoy hablando de este u otro gobierno, estoy hablando de la continuidad de la institución del Estado”.

Dijo que guste o no guste, “hasta ayer esa gente vivía en un marco constitucional que indicaba que todo el que nacía aquí era dominicano, no le pueden venir a decir de un día para otro que ahora tenemos otra Constitución y entonces hacia atrás ellos no tienen ningún derecho”.

Sostuvo que no es desconocido para nadie que en el país se violan los derechos y las leyes todos los días, aunque reconoció que el Estado dominicano ha hecho esfuerzos, aunque tímidos, por enfrentar el problema.

“Evidentemente que el Estado no es racista ni tiene una política xenofóbica, pero evidentemente que hay instituciones y prácticas que implican racismo, implican xenofobia, y eso no quiere decir que el Estado es xenofóbico. Esto ocurre en todos los países”, apuntó Lozano.

Explicó que lo que se inicia hoy en Costa Rica es una exploración de una denuncia de negación de derechos ante la Comisión de Derechos Humanos de la OEA, pero a eso no se puede responder con “un nacionalismo a destiempo en un mundo globalizado”.

Advirtió que el respeto a los derechos humanos es parte fundamental de una agenda global y “si queremos vivir en una comunidad de naciones aprovechando oportunidades, tenemos que respetar esa dimensión de la institucionalidad de la globalización”.

Lozano sugirió ver las exigencias de la Unión Europea para la importación de bananos a Europa procedentes de Monte Cristy, los que condiciona a que se respeten los derechos de los trabajadores migratorios. “Si los empresarios no respetaran un canon mínimo de condiciones de higiene, de habitación de los trabajadores, no exportáramos bananos”, agregó.

“No podemos jugar con eso, con nacionalismo ni estridencia, hay que asumir esto con realismo y buscar la vuelta institucional que nos permita ganarnos nuestro espacio que merecemos en el sistema internacional. De lo contrario, vamos a tener problemas crecientes en el plano internacional”, indicó Lozano.

Expresó su respeto por Sonia Pierre, la activista que defiende los derechos de los migrantes y que es constantemente denunciada como haitiana por personas y entidades que asumen posturas supuestamente nacionalistas.

“Es una dominicana, no una haitiana enganchada a dominicana. Yo puedo tener mis diferencias, a veces (ella) exagera, yo sí se que en muchas de sus denuncias hay bases”, declaró Lozano.