Seis voluntarios de las pruebas a una vacuna contra la Chikungunya indicaron que se han ofrecido como un aporte humanitario y que fueron informados de los riesgos y los compromisos que contrajeron al aceptar ese rol.
Wanda Julissa Henríquez, Cadi Osoria Medrano, Rafael Agramonte, Ayadirys Paula Hidalgo, Joseline Martell y Juan Carlos Ditrén indicaron han aceptado ese papel con la esperanza de ayudar a la humanidad a encontrar una inmunización contra el virus que transmite el mosquito Aedes Aegypti.
Los voluntarios, procedentes de sectores populares como Los Mina, Los Alcarrizos, Las Cañitas y la provincia Santiago Rodríguez, indicaron que se enteraron por recomendación verbal de promotores de la vacuna y se decidieron a sumarse al proyecto.
Indicaron que han sido sometidos a evaluaciones médicas y cumplido con los requisitos que se requieren para participar en el estudio que dura 18 meses y que incluye no salir del país durante ese tiempo, ni quedar embarazadas en el caso de las mujeres.
Wanda Julissa Henríquez, quien es estudiante de medicina de la UASD y que reside en Santo Domingo y Cotuí, indicó que el grupo fue informado sobre todo lo referente al estudio de Fase II que se desarrolla en el país desde la Unidad de Vacunas e Investigación del Instituto Dermatológico Dr. Huberto Bogaert Díaz.
Joseline Martell, quien trabaja de asistente en el Hospital Materno Infantil San Lorenzo de Los Mina, dijo que también fue contactada por una reclutadora quien le explicó la importancia de participar en el estudio.
“Lo que hacemos es por nuestro deseo de apoyar un avance médico. No recibimos paga alguna, por lo que únicamente se nos reembolsa el gasto de transportes en todas las citas a las que debemos acudir para el seguimiento clínico”, afirmó Martell.
Cadi Osoria Medrano dijo que se siente muy orgullosa de haberse sumado al proyecto porque se sabe contribuidora con lo que puede para un mejor futuro clínico de la humanidad.
Ayamiris Paula Hidalgo, estudiante de bachillerato y residente en Las Cañitas, hizo un llamado a personas con condiciones de edad (entre 18 y 60 años), que no presentan ningún problema médico ni psicológico considerable, que están en disposición de asistir a la Unidad de Vacuna para las 11 visitas de seguimiento clínico, no tener planes de salir del país en los próximos 18 meses y permitir que se le extraiga entre 20 a 47 cc de sangre para las analíticas que deben hacerse durante las visitas del estudio.
Juan Carlos Ditrén, estudiante de artes gráficas, indicó que tiene claridad sobre el papel humanitario que están desarrollando y se siente comprometido en aportar a la ciencia.
El peluquero Rafael Almonte, de Los Mina, apuntó que se enteró por una multiplicadora (una gestora de salud) y que acudió al Dermatológico donde recibió información que le convenció y le motivo a querer ser voluntario.
La doctora Yeycy Donastorg Cabral, investigadora principal, expresó que “Estamos necesitando más personas voluntarias por lo que hacemos un llamado a quienes deseen participar para que nos contacten en la Unidad de Vacunas e Investigación del Instituto Dermatológico, en la Avenida Albert Thomas esquina Federico Velásquez o llamándonos al teléfono 809 684-6265 o 809-684-3257, extensión 342”, dice Donastorg”
Indicó que a los voluntarios se les hace una evaluación inicial de salud, se les ofrece información sobre los objetivos del estudio, los procedimientos y los riesgos, se les pide responder una evaluación que permite demostrar si han entendido y si se demuestra que entiende en esta evaluación, estarán en condiciones de ser inscriptos como participantes y de recibir las dos inyecciones de la vacuna o de un placebo, entrar al proceso de control clínico mediante visitas de seguimiento clínico a lo largo de 16 meses, midiendo la reacción del organismo.
La investigación se realiza con el apoyo de los Institutos Nacionales de Salud (National Institutes of Health –NIH-), Centro de Investigación de Vacunas (Vaccine Research Center –VRC-) y el Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas (National Institute of Allergy and Infectious Diseases –NIAID-), todos de Estados Unidos.
Las pruebas se realizarán de conformidad con el protocolo, las pautas de Buenas Prácticas Clínicas (GCP), los requisitos reguladores aplicables, supervisados por el Consejo Nacional del Bioética en Salud. (CONABIOS), el Comité de Ética del Instituto Dermatológico y Cirugia de Piel (IDCP) y es asesorado por el Comité de Asesoría Comunitaria (CAC), integrado por representantes de diferentes instituciones. Los miembros del CAC forman parte de los equipos de protocolos y revisan los consentimientos informados, y asesoran sobre las mejores formas de educar a la población, explicó Donastorg.
Dijo que “Es un ensayo clínico de fase 2, multicéntrico, aleatorizado, doble ciego y controlado con placebo, para evaluar la seguridad y tolerabilidad de un régimen de vacunación de 2 inyecciones (Día 0 y 28) con una vacuna con partícula similar al virus Chikungunya (VLP CHIKV) o placebo PBS en adultos sanos.
La Chikungunya es una infección producida por un virus que se transmite a través de la picadura del mosquito Aedes Aegypti, el mismo que trasmite el Dengue y el Zica.
Sus manifestaciones incluyen fiebre alta y dolores en las articulaciones, así como dolor muscular, dolor de cabeza, erupción en la piel, nausea y cansancio. Estas molestias pueden persistir durante varias semanas, meses e incluso años
En 1952 se detectaron los primeros casos en un brote en Tanzania, y desde esa fecha los brotes de CHIKV se produjeron con más frecuencia en África, Asia y el subcontinente indio.
En las últimas décadas, la enfermedad se diseminó a Europa y al continente americano. Hasta enero de 2015, se registraron más de 1.135.000 posibles casos de CHIKV y 176 muertes atribuibles a la enfermedad infecciosa las islas del Caribe, los países de América Latina y EE. UU.
En República Dominicana en Febrero del 2014 se presentó el primer brote y a septiembre de 2015 se habían notificados 498,916 casos sospechosos de Chikungunya.