Caracas, 26 nov (EFE).- La violencia asumió el protagonismo de la campaña electoral de Venezuela después de que ayer muriera un político al recibir un tiro, un suceso del que oposición y voceros de organismos internacionales responsabilizan al oficialismo, que se ha defendido anunciando que hará denuncias por difamación.
Luis Manuel Díaz, secretario general municipal del partido Acción Democrática (AD), murió ayer después de recibir un tiro durante un acto de campaña para las legislativas del 6 de diciembre en el que participaba también Lilian Tintori, esposa del líder de Voluntad Popular, Leopoldo López, en el poblado de Altagracia de Orituco (centro).
Hoy, Tintori reaccionó al hecho asegurando que la quieren "matar" y señaló que los disparos pasaron tan cerca de ella que llegó a creer que también estaba herida.
El secretario general de AD, Henry Ramos Allup, aseguró ayer que los disparos fueron hechos "por bandas armadas" que forman parte del gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) y que la violencia por parte de esos grupos oficialistas en contra de militantes, candidatos y actos opositores está "aumentando".
El jefe de campaña del oficialismo, el alcalde del municipio caraqueño de Libertador, Jorge Rodríguez, respondió hoy a esas acusaciones y tras anunciar que el chavismo demandará a Ramos Allup por difamación, indicó que el dirigente fallecido formaba parte de una banda criminal y era investigado por homicidio.
Señaló, además, que este dirigente era investigado desde 2010 y que era un hecho "público" que Díaz tenía "nexos con bandas sindicales de la construcción" y que supuestamente se peleaba "por el control sindical de la zona" con un militante del partido opositor Primero Justicia (PJ).
"Era el último integrante de una banda criminal dedicada a la extorsión, dedicada al sicariato, dedicada al abigeato (robo de ganado), dedicada al secuestro en el estado Guarico, una banda denominada Los Plateados", afirmó Rodríguez.
Los asesinos del dirigente, dijo el alcalde, ya están identificados y están siendo buscados por las autoridades policiales.
Antes de las declaraciones de Rodríguez, ya el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, había asegurado que en este caso hay elementos que señalan que este asesinato fue consecuencia de un enfrentamiento de bandas.
Maduro también salió al paso a las declaraciones del secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, que fueron difundidas hoy en un comunicado en el que señala que con esta muerte se busca "amedrentar" a la oposición.
Además, Almagro pidió al Gobierno de Venezuela "actuar ya" para que las elecciones no sean "un ejercicio de fuerza, violencia y miedo" pues "el asesinato de un dirigente político es una herida de muerte a la democracia".
Al respecto, Maduro dijo que una vez que se realice la investigación del hecho espera "una rectificación" de Almagro, a quien calificó de "basura".
"Una vez que tengamos ya esta investigación, bueno, yo espero una rectificación, si es que le queda algo de ética y moral, de la basura de Luis Almagro, con el perdón de la basura, pobrecita señora basura que la compare con Almagro", dijo el jefe de Estado.
El representante de la OEA había insistido en que este organismo participara como acompañante en los comicios legislativos, lo que le fue negado por Venezuela, y recientemente realizó fuertes críticas a la presidenta del Consejo Nacional Electoral, Tibisay Lucena, a quien pidió que las elecciones se celebren de forma "justa y transparente".
La misión electoral de la Unasur, instalada en Venezuela para acompañar las legislativas, manifestó ayer mismo su rechazo a "todo tipo de violencia" y hoy reiteró que exhorta a los participantes en la contienda electoral a que no hayan más sucesos de carácter violento.
La Unión Europea, por su parte, pidió hoy a Venezuela que investigue con "rapidez" las circunstancias de este asesinato, mientras que Amnistía Internacional exhortó a que estas indagaciones se hagan "de manera urgente", ya que lo contrario sería dejar "la puerta abierta a más violencia" de cara a las legislativas.
El Gobierno de Estados Unidos condenó el suceso y señaló que esta muerte se enmarca en una serie "de ataques y actos de intimidación recientes" contra los candidatos de la oposición, mientras que el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, manifestó su rechazo a este evento y expresó su apoyo "a los demócratas venezolanos".
Hoy, tras confirmarse la visita a Caracas del expresidente del Gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero y el expresidente de Panamá Martín Torrijos como acompañantes de las legislativas, la oposición venezolana les pidió que transmitan de manera objetiva la realidad venezolana. EFE