Washington, 15 abr (EFE).- El comisionado de la policía de Boston (Massachusetts), Ed Davis, confirmó hoy que al menos tres personas murieron a raíz de las dos explosiones ocurridas durante el maratón en esta ciudad portuaria, que dejó más de 130 heridos.
Aunque las autoridades todavía no lo han denominado oficialmente como tal, todo apunta a que se trata del primer acto terrorista, de origen exterior o interior, en suelo estadounidense, en doce años.
Las escenas de dolor trajeron a la memoria de los ciudadanos los ataques perpetrados por Al Qaeda el 11 de septiembre de 2001, con aviones secuestrados, contra las Torres Gemelas de Nueva York y el Pentágono de Washington.
Durante una conferencia de prensa, Davis confirmó la muerte de las tres personas, aunque no ofreció más detalles. Previamente se había informado de que uno de los fallecidos es un niño de ocho años.
Diecisiete heridos se encuentran en estado crítico, por lo que la cifra de muertos podría aumentar en las próximas horas.
En un mensaje a la nación, el presidente de EE.UU., Barack Obama, admitió que las autoridades todavía no saben quiénes son los responsables de las explosiones, pero aseguró: "los descubriremos y caerá sobre ellos el peso de la ley".
"Todavía no sabemos quién hizo esto ni porqué", afirmó Obama en una breve declaración desde la Casa Blanca.
"Pero no se equivoquen, llegaremos al fondo de esto y descubriremos quién lo hizo, sabremos por qué lo hicieron. Cualquier individuo responsable, cualquier grupo responsable sentirá todo el peso de la justicia", agregó el presidente estadounidense.
Las explosiones se produjeron cerca de la línea de llegada de la carrera, con un intervalo de unos doce segundos, cuando todavía había corredores en la pista y numeroso público presenciando la competición, una de las más prestigiosas de este tipo de acontecimientos deportivos.
Davis añadió que la investigación está liderada por el FBI, la Oficina Federal de Investigaciones (FBI).
El comisionado desmintió, por otro lado, que las fuerzas de seguridad hayan detenido a ningún sospechoso, contrariamente a lo que informaron algunos medios.
Por su parte, el gobernador de Massachusetts, Deval Patrick, reiteró que las autoridades locales, estatales y federales trabajan estrechamente para esclarecer los hechos de este "horrendo suceso" y que miembros de la Guardia Nacional "han resguardado la escena del crimen".
"La ciudad de Boston está abierta y estará abierta, pero no será un día normal. Habrá un aumento de la presencia policial" en la ciudad, aseguró Patrick.
"Superaremos esto… no tenemos respuestas a todas sus preguntas", agregó Patrick, quien instó al público a que se mantenga alerta y colabore con las investigaciones.
Ambos recomendaron a la población ser paciente, extremar la vigilancia y comunicar a los agentes cualquier pista que pueda contribuir a esclarecer los hechos. EFE
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