SANTO DOMINGO, República Dominicana.- El descubrimiento de tales pautas fue de científicos del Duke Human Vaccine Institute que lo publica en la edición de esta semana de la revista científica Immunity bajo el título “Inferencia del linaje de anticuerpos del VIH-1 VRC01. El ancestro común no mutado revela vías alternativas para superar una barrera clave de Glycan”

La investigación, liderada por la doctora en medicina Mattia Bonsignori, ofrece una solución a uno de los principales problemas a la hora de combatir este virus: su capacidad de mutación, que le permite eludir las defensas que desarrolla el sistema inmunológico del ser humano, sintetizó hoy mismo la Agencia EFE que, al igual que otras agencias internacionales de noticias, difundió de inmediato el estudio.

Este comportamiento mutable del virus hace, además, que sea especialmente difícil establecer una pauta de comportamiento común en todos los casos, lo que a su vez impide el desarrollo de un tratamiento universal.

El trabajo de este grupo de investigadores ha conseguido identificar parte de estas pautas analizando en profundidad el desarrollo de los anticuerpos de la variación VRC01.

Capacidad de neutralizar la mayoría de cepas del VIH

Desde hace años los científicos han considerado que esta familia de anticuerpos podría ser la clave para el desarrollo de una vacuna por su capacidad de neutralizar la mayoría de cepas del VIH.

"Existen numerosos estudios sobre estos anticuerpos, pero hasta ahora no había sido posible retrotraernos al comienzo, a los antepasados no mutados -el origen-, porque era demasiado difícil retroceder en la secuencia debido a sus muchas mutaciones, supresiones y cambios", explicó Bonsignori.

Este nuevo estudio ha logrado extrapolar el linaje del VRC01 original y reconstruir su desarrollo, que le ha llevado a convertirse en uno de los anticuerpos de más amplio espectro.

"Es ahí donde todos estábamos atascados. Sabíamos que si podíamos dilucidar cómo desarrollar los anticuerpos originales, estaríamos en el camino correcto", celebró la doctora.

Información para expertos

“La obtención de anticuerpos neutralizantes de la clase VRC01 (bnAbs) es un enfoque atractivo para una vacuna preventiva contra el VIH-1. A pesar de las investigaciones exhaustivas, las estrategias para inducir los bnAb de la clase VRC01 y superar la barrera planteada por el glicano N276 de la cubierta no han tenido éxito”, se lee en el estudio.

“Aquí inferimos –prosigue- un ancestro común no mutado (UCA) de alta probabilidad del linaje VRC01 y reconstruimos las etapas de maduración del linaje. Los inmunógenos de env se diseñaron en bnAbs de clase VRC01 revertidos unidos a UCA VRC01 con una afinidad suficiente para activar las células B vírgenes. Las mutaciones tempranas definieron las vías de maduración hacia una neutralización limitada o amplia, lo que sugiere que es probable que se requiera enfocar la respuesta inmune para dirigir la maduración de las células B hacia el desarrollo de la amplitud de neutralización”.

Las raíces del Duke Human Vaccine Institute (DHVI)

El Duke Human Vaccine Institute comprende un instituto de investigación interdepartamental interdisciplinario dentro de la Universidad de Duke, con sede en Carolina del Norte.

Sus raíces se remontan al año 1985. Poco después del descubrimiento del virus VIH, se formó un grupo de trabajo en la Universidad de Duke con el objetivo de fabricar una vacuna contra el SIDA. Surgieron así algunas de las primeras vacunas candidatas que se probaron en pacientes voluntarios, pero debido a la extraordinaria capacidad del virus para mutar rápidamente el desarrollo de una vacuna práctica y efectiva contra el VIH resultó ser mucho más difícil de lo imaginado.

Ese grupo de trabajo formó en 1990 el Duke Human Vaccine Institute (DHVI) para apoyar los esfuerzos en el desarrollo de vacunas y terapias contra el VIH y otras infecciones emergentes.