SANTO DOMINGO, República Dominicana.- Hacer un recorrido por algunas de las vías principales del Distrito Nacional deja la impresión de que se vive en un gran vertedero.

En avenidas como la prolongación Independencia (carretera Francisco del Rosario Sánchez), por ejemplo, los montones de desechos sólidos se suceden desde principio a fin del trayecto comprendido entre las avenidas Italia y Gregorio Luperón, siendo el problema más agudo en los puntos en que han sido improvisados pequeños vertederos, como la intersección Sánchez-Luperón y los kilómetros 11, 8 ½, 7 y 6 de esa populosa vía.

En estos espacios, los transeúntes tienen que lidiar con la incómoda cotidianidad de caminar sobre la basura que tiene repletas las aceras e isletas.

El mismo problema se observa en las avenidas José Contreras, Quinto Centenario y José Martí, y en calles de los ensanches Espaillat y Luperón, donde los vecinos se quejan de la amenaza que esto representa para su salud, sobre todo para la de los niños.

Uno de los puntos más peligrosos por los la gran cantidad de deshechos sólidos que contiene y su cercanía con un colegio-guardería y varios comercios de comidas y bebidas es el barrio San José, ubicado en el kilómetro 7 de la avenida Sánchez.

Miguel Salcedo, residente en el sector, explica que pese a que el ADN recoge los desechos del lugar una vez al día, el flujo de personas que dejan la basura en este espacio es constante.

Esta situación provocó que la Junta de Vecinos se apropiara de la responsabilidad de la recogida de basura y contratara a dos personas que la trasladan desde el vertedero improvisado a otro establecido de manera oficial, pero los resultados han sido muy precarios.

Alcaldía reconoce el problema

Por lo regular, estos vertederos no sólo son utilizados por los habitantes y comerciantes de la zona en que están ubicados, sino que son la única salida para personas de otros lugares que se ven en la necesidad de buscar un lugar para depositar la basura.

Todo esto tiene lugar pese que con frecuencia se observa a los camiones del Ayuntamiento del Distrito Nacional (ADN) y contratistas a su servicio haciendo labores de recolección.

Y es que el flujo de personas que depositan sus deshechos en estos espacios es difícil de controlar debido a que los camiones recolectores no circulan por algunos sectores con calles y callejones muy angostos. Los residentes en esos barrios optan por sacar las bolsas de basura hacia las calles y avenidas principales, por donde pasan los camiones recolectores por lo menos tres veces por semana. Por desconocimiento o dejadez, la ciudadanía suele lanzar la basura todos los días, en muchos casos fuera de las bolsas y estanques, desbordando los contenedores abiertos, generando vaho y contaminación ambiental.

El secretario general del ADN, Domingo Contreras, reconoce que el actual sistema de recogida de desechos sólidos no ha funcionado.

Dice que para combatir el problema esa institución se verá en la necesidad de cambiar su "modelo de rutas y frecuencias" por uno de cajas compactadotas que ha dado resultados muy positivos en otras ciudades.

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