Ciudad del Vaticano, 31 ene (EFE).- El diario vaticano "L’Osservatore Romano" abordó hoy la política migratoria de Donald Trump en un artículo titulado "El cierre no es progreso" y opinó que la inmigración ha contribuido al potencial económico de EEUU.

"Solo un análisis muy superficial puede hacer pensar que la lucha contra las deformaciones de una globalización mal gestionada implique el cierre de fronteras o la construcción de muros cada vez más altos", se lee en el artículo, firmado por Giuseppe Fiorentino.

En su opinión, esto lo demuestra la propia historia de Estados Unidos que, subrayó, "ha construido su potencia económica y, por ende, su influencia política, gracias al trabajo de los inmigrantes".

En el artículo, publicado hoy en la versión digital y mañana en papel, el diario oficial del Vaticano recuerda las "durísimas condenas del ambiente político internacional" a las acciones de Trump.

El diario asegura que las críticas de algunos empresarios a las políticas migratorias de Trump "se explican con la simple constatación de que cerrar las puertas a los inmigrantes significa privar al país de recursos potencialmente muy importantes".

Y subraya que la iniciativa del nuevo presidente de EEUU afecta a personas provenientes de siete países de mayoría musulmana considerados en riesgo de exportar a terroristas -Irán, Irak, Libia, Sudán, Somalia, Siria y el Yemen- y no de otros que mantienen "relaciones económicas más estrechas" con Estados Unidos.

El autor apunta que Trump "deberá tener en cuenta las reacciones de la sociedad civil, también de la parte católica, hacia una iniciativa que no solo puede ser nociva para la esfera económica sino que, en lo que concierte al rechazo de acogida de refugiados, parece ir contra la tradición estadounidense de protección de los derechos humanos".

En el artículo, publicado hoy en la versión digital y mañana en papel, el diario oficial del Vaticano recuerda las "durísimas condenas del ambiente político internacional" a las acciones de Trump.

Pero concluye subrayando que "en un mundo que tolera la persecución de cristianos en Oriente Medio, la tragedia de los rohinyá o los alambres de espino en el corazón de Europa, la verdad es que nadie puede considerarse inocente". EFE