El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), manifestó preocupación por la violencia contra los niños y niñas, destacando que tienen derecho a ser educados en ambientes que respeten su dignidad y los proteja contra toda forma de violencia.

“La violencia al interior de la comunidad educativa va en contra de la finalidad misma de la educación y es, en toda circunstancia, inaceptable”, destacaron.

Señalaron que conforme con la Declaración Universal de Derechos Humanos, la educación debe tener por objeto el pleno desarrollo de la personalidad humana y el fortalecimiento del respeto a los derechos humanos y a las libertades fundamentales, lo que favorecerá la comprensión, la tolerancia y la amistad.

Destacaron que las informaciones surgidas recientemente en las redes sociales y los medios de comunicación sobre peleas entre estudiantes con la aparente anuencia de miembros de la comunidad educativa, además de las investigaciones y sanciones correspondientes, deben servir para reflexionar sobre qué debemos hacer como sociedad para erradicar la violencia contra los niños y niñas en la escuela, la familia y la comunidad.

Es necesario avanzar en la comprensión de que toda forma de violencia contra un niño o niña es inaceptable, que no existe el “golpe suave”, que nunca el maltrato físico es “por el bien” del niño o niña.

“Todos los adultos, y en particular aquellos que tienen responsabilidades directas sobre niños, tienen la obligación de prevenir la violencia y actuar para erradicarla. También tienen la responsabilidad de proteger a los niños y niñas que han sido víctimas de situaciones traumáticas”, indicaron.

Reconocieron los esfuerzos del Ministerio de Educación para implementar las Normas de Convivencia Armoniosa en los Centros Educativos Públicos y Privados en el ámbito escolar, los que dicen ayudan a crear este ambiente de respeto y no violencia al interior de la escuela mediante la creación de mecanismos de resolución pacífica de conflictos.

Unicef pidió a toda la comunidad escolar dominicana erradicar toda forma de violencia y arbitrariedad de las aulas, e implementar lo antes posible las citadas normas.

Insistió en que para que los niños y niñas puedan desarrollar plenamente su potencial, es necesario que la sociedad participe activamente en garantizar ambientes de aprendizaje seguros y protectores.