SANTO DOMINGO, República Dominicana.- La Asamblea General de las Naciones Unidas, el 19 de diciembre, reafirmó su compromiso de eliminar los matrimonios infantiles, matrimonios tempranos y forzados a nivel mundial con una nueva resolución que pide a los Estados fortalecer las leyes y políticas para proteger a las mujeres y las niñas de esta práctica dañina.
Más de 100 estados apoyaron la resolución de la Asamblea General de las Naciones Unidas que identifica la desigualdad de género entre las causas fundamentales del matrimonio infantil, temprano y forzado.
La resolución pide a todos los Estados que promulguen y apliquen leyes que estipulen una edad mínima para contraer matrimonio y que garanticen el acceso a la justicia para las mujeres y niñas que corren peligro o hayan sido sometidas a esta práctica perjudicial. La resolución también insta a los Estados a que respeten, promuevan y protejan la salud sexual y reproductiva y los derechos de todas las mujeres y las niñas sometidas a matrimonios infantiles, matrimonios precoces y forzados.
La resolución sigue al compromiso mundial del 2015 de erradicar el matrimonio infantil, temprano y forzado, y forma parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 y de una resolución del Consejo de Derechos Humanos en 2015.
Rosa Elcarte, representante de UNICEF en la República Dominicana dijo que “el fenómeno del matrimonio infantil y las uniones tempranas es especialmente grave en el país y afecta el cumplimiento de los derechos de las niñas, condicionan su desarrollo, las exponen a la violencia, al abuso y al embarazo adolescente”.
En el país, el 37.1 % de las niñas se unieron o casaron antes de cumplir los 18 años de edad, y el 11.7 % antes de cumplir los 15 años, según la ENHOGAR 2014 de la Oficina Nacional de Estadística. Estas cifras son de las más altas de América Latina y el Caribe, especialmente la de menores de 15 años, comparable a varios países de África Subsahariana. Las causas de que esto ocurra son múltiples, la pobreza, los bajos niveles educativos, las pautas culturales de comportamiento, la situación de violencia en la familia, los patrones socio-culturales de desigualdad de género que impera en el contexto, y una legislación que da soporte a las uniones a temprana edad.
De acuerdo con la misma fuente, casi el 60 % de las niñas y adolescentes, viviendo en el quintil más pobre, terminan por unirse o casarse antes de los 18 años. Estas uniones, son en muchos casos, con personas de 5, 10 o más años mayores que ellas.
Algunas consecuencias del matrimonio infantil y de las uniones tempranas, se encuentran en los embarazos en la adolescencia, el abandono o deserción escolar y los elevados riesgos de sufrir violencia por parte de su pareja. Según la ENDESA 2013, el 22 % de las adolescentes y jóvenes, entre 15 y 19 años, había sido víctima de violencia física o sexual por parte de su pareja, en los doce meses anteriores a la encuesta.
Además de estas violaciones a los derechos de estas niñas y adolescentes, sus hijos tienen mayor riesgo de tener desnutrición infantil, y de abandonar la escuela y sus hijas de volver a ser víctimas de un matrimonio o unión temprana, de tal forma que este fenómeno se convierte en un elemento reproductor y multiplicador de la pobreza en el país.
Elcarte exhortó al Estado y a la sociedad dominicana a no ver esta dañina práctica como algo normal, a pesar de ser tan frecuente. Pidió al Estado dominicano, prohibir legalmente el matrimonio de menores de edad y sancionar el abuso sexual tal como lo establece el Código para el Sistema de Protección de los Derechos del Niño, Ley 136-03. También enfatizó la importancia de promover programas integrales de apoyo a las niñas, adolescentes y sus familias para prevenir el matrimonio o unión temprana, y que se garantice el acceso a la justicia de aquellas niñas que sean obligadas a unirse o casarse de manera temprana.