Washington, 3 nov (EFE).- Entre música y pancartas, un centenar de personas comenzaron a manifestarse este martes frente a la Casa Blanca para exigir el fin de la brutalidad policial contra los afroamericanos y celebrar el que esperan que sea el final de Donald Trump en la Presidencia de Estados Unidos.
La protesta comenzó pasadas las 16.30 hora local (21.30 GMT), en la llamada "Black Lives Matter Plaza", una sección peatonal de la calle que lleva a la Casa Blanca y que fue renombrada con el nombre del movimiento "Las vidas negras importan" este verano después de una ola de protestas que sacudió el país.
Kerry Kennedy, de 52 años, dijo a Efe que espera que este sea el "último día" de Trump y explicó que, como mujer afroamericana, se siente especialmente perjudicada por sus acciones.
"Como mujer afroamericana, ha sido duro ver cómo ha vuelto el supremacismo blanco a unos niveles que no habíamos visto desde el movimiento por los derechos civiles en los años 50 y 60, ha sido duro ver que se le da más consideración a hombres blancos armados que a los afroamericanos", manifestó.
Kennedy, con una abultada melena, votó por adelantado porque tenía miedo de que el día de las elecciones hubiera intentos de intimidar a los votantes en los centros electorales.
La protesta comenzó con ambiente festivo, pero una hora después de su inicio hubo un momento tenso cuando unos vehículos de policía empezaron a hacer sonar sus sirenas, lo que hizo que se parara la música y que los manifestantes se agolparan alrededor para hacer fotos.
En el centro de ese incidente estaba la banda de música "Long Live Go Go", que estaba montada en un camión tocando "go-go", un tipo de música funk originaria de Washington y asociada a su comunidad negra.
"¡Dejen de hacer fotos! Estamos aquí tranquilos", gritó por un altavoz uno de los activistas que estaba en el camión, de manera que pasados unos minutos los manifestantes dejaron de hacer fotografías y fueron dispersándose progresivamente.
Hay una fuerte presencia policial con decenas de agentes de policía, algunos de ellos en bicicleta, y la Casa Blanca está rodeada por vallas en un amplio perímetro que incluye los edificios aledaños del Departamento del Tesoro y del Executive Office Building, lo que hacen casi imposible vislumbrar la mansión presidencial desde la calle.
Los comercios del centro de Washington están tapiados con planchas de madera ante la posibilidad de que se produzcan incidentes violentos.
Washington D.C. y otras grandes ciudades de EE.UU., como Nueva York, Los Ángeles y San Francisco, vivieron este verano fuertes protestas contra el racismo en respuesta a la muerte el 25 de mayo del afroamericano George Floyd, asfixiado por un policía blanco y cuya pérdida provocó una ola de protestas en todo el país. EFE