Bruselas, 17 may (EFE).- Los ministros de Exteriores y Defensa de la Unión Europea (UE) prevén dar este lunes 18 el primer paso para poner en marcha una misión naval contra el tráfico ilegal de inmigrantes en aguas del Mediterráneo, que podría contemplar destruir las embarcaciones que utilizan las mafias bajo el amparo de la ONU.
La UE prepara desde hace semanas medidas para luchar contra las redes de tráfico de inmigrantes, especialmente tras el incremento de afluencia de personas que intentan llegar a Europa de forma irregular en barcos precarios que en muchas ocasiones parten de Libia y que sufren naufragios en los que perecen gran cantidad de migrantes.
Esas medidas podrían concretarse mañana en una nueva misión en el marco de la Política de Defensa y Seguridad Común de la UE, cuyo "concepto de gestión" inicial podrían aprobar los ministros de Exteriores y Defensa, que participarán en un Consejo conjunto.
Esto supondría el primer paso para poner en marcha la operación con la designación de la sede central, el comando y la primera planificación de la misión, que no se lanzaría hasta más adelante, quizá con ocasión de la cumbre de los líderes de la UE a finales de junio, según la jefa de la diplomacia de la UE, Federica Mogherini.
La UE ha planteado una misión por etapas que, en última instancia, podría necesitar del visto bueno de las autoridades libias, algo imposible hasta que el país no logre consensuar un gobierno de unidad, o en su defecto, un mandato del Consejo de Seguridad de la ONU
En todo caso, España ha pedido cautela sobre el momento en que podría lanzarse la misión europea, para lo que "no se han fijado" plazos a fin de seguir dando una oportunidad a los esfuerzos de la ONU por facilitar el diálogo entre las diferentes facciones libias para lograr un gobierno de unidad en el país.
"Nuestra prioridad es la negociación" que lleva a cabo el representante especial del secretario general de la ONU en Libia, Bernardino León, dijo esta semana el secretario de Estado español de Asuntos Exteriores, Ignacio Ybáñez, quien recalcó que "nuestros esfuerzos van dirigidos a eso".
La UE ha planteado una misión por etapas que, en última instancia, podría necesitar del visto bueno de las autoridades libias, algo imposible hasta que el país no logre consensuar un gobierno de unidad, o en su defecto, un mandato del Consejo de Seguridad de la ONU.
En primer lugar la misión se encargaría de rescatar a inmigrantes en aguas del Mediterráneo, actuar contra barcos de las mafias que se encuentren en aguas internacionales y sin pabellón (o con bandera de un país que autorice su captura) y, por último, la destrucción de navíos utilizados por las mafias, lo que sí requeriría el permiso de las nuevas autoridades libias o de la ONU.
Para tratar de obtener el mandato de las Naciones Unidas, Mogherini viajó a Nueva York esta semana para exponer la envergadura del drama migratorio al que se enfrenta la UE en el Mediterráneo y tratar de ganar el apoyo de los países con derecho de veto en el Consejo de Seguridad.
China había expresado reservas al igual que Rusia, que ve "ir demasiado lejos" destruir los barcos de las mafias por ir "contra el derecho internacional", tal y como señaló recientemente el embajador ruso ante la UE, Vladímir Chizhov, mientras que Estados Unidos duda de que la situación en el Mediterráneo suponga una amenaza para la paz y seguridad internacional, según fuentes europeas.
"No estamos planeando en absoluto una intervención militar en Libia, sino una operación naval ojalá en coordinación con las autoridades libias, para desmantelar el modelo de negocio de las organizaciones criminales que están traficando con gente", declaró esta semana Mogherini.
Los ministros comunitarios de Exteriores y Defensa también harán un repaso de las misiones que la UE desarrolla actualmente en el marco de su Política de Defensa y Seguridad Común, con vistas a preparar el Consejo Europeo de junio, que abordará como un asunto central cómo mejorar la política de defensa europea.
Además, a lo largo del almuerzo de trabajo, los ministros hablarán de las amenazas para la seguridad procedentes de la vecindad europea, en especial de las crisis en Siria, Libia, Yemen, Guinea y Ucrania, pero también sobre las amenazas híbridas, las que además de la fuerza utilizan otros sistemas como la desinformación para desestabilizar un país.
Los ministros de Exteriores también abordarán la situación en Oriente Medio y la necesidad de que se reanuden las negociaciones del proceso de paz, y tratarán la crisis en Burundi. EFE