SANTO DOMINGO, República Dominicana.- El embajador de la Unión Europea en República Dominicana, Gianluca Grippa, desestimó que la intervención de esa instancia del viejo continente en el diálogo entre República Dominicana y Haití pueda ser considerada un reflejo del supuesto “fracaso” binacional en los empeños por optimizar los lazos bilaterales.

La Unión Europea es uno de los organismos internacionales con mayor experiencia en labores de acercamiento entre países con diferencias y República Dominicana y Haití no hacen sino aprovechar esa característica, precisamente “porque sabemos dónde están los obstáculos”, dijo a los periodistas el embajador Grippa.

La autoridad europea en la República Dominicana comentó así unas declaraciones del economista haitiano Kesner Pharel, a quien se le atribuye sostener que la sola mediación de terceras partes en el diálogo binacional refleja un fracaso en los empeños por avanzar de manera bilateral, principalmente en beneficio del desarrollo de la frontera.

El intercambio comercial binacional oscila entre los 800 y mil millones de dólares, independientemente de la inestabilidad política que en Haití se expresa en que en el último lustro registra la llegada de tres primer ministros, cuyas administraciones han abordado asimismo de manera distinta las relaciones internacionales.

En una reciente visita a República Dominicana, el exministro de Educación de Haití Nesmy Manigat, que fue parte del equipo económico del primer ministro Laurent Lamothe, dijo que para impulsar las inversiones y mejorar las condiciones sociales en la frontera se requiere de un diálogo permanente en busca de ejecutar políticas concertadas, atendiendo los intereses particulares y generales existentes en ambos países.

Además, y más allá de lo que decidan los funcionarios, apuntó, “hay una realidad que va más allá de lo que los políticos dictan” y esta se asienta en que “los ciudadanos deciden cómo van usar los espacios donde hay más beneficios para ellos”.

En ese sentido recomendó a los empresarios de ambas naciones invertir considerando esas particularidades, tras recalcar que “no hay impedimentos legales para que empresarios haitianos y dominicanos inviertan en el otro país vecino (…) Los bienes que se consumen en Haití no veo porque no se hacen allá mismo”, manifestó y también alentó a mayores “asociaciones público-privadas".

Nesmy Manigat recordó que el presupuesto nacional de Haití es de solo mil quinientos millones de dólares, que mil millones son recaudados por impuestos y el resto de organismos como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y con ello se deben atender todas las necesidades básicas de la población.