WASHINGTON, EEUU.- El expresidente republicano de Estados Unidos George W. Bush dijo que las imágenes del asalto al Congreso en Washington son "repugnantes" y propias de "una república bananera", a la vez que acusó a Donald Trump, sin nombrarlo directamente, de "inflamar" con "falsedades y falsas esperanzas" a sus partidarios. El gobernante, en cambio, recdibió el apoyo de Enrique Tarrio, líder del grupo ultraderechista Proud Boys,
Bush, el último presidente republicano que ocupó la Casa Blanca hasta la llegada de Donald Trump en 2017, afirmó en un comunicado que contempló con "incredulidad y consternación" las "escenas de caos" provocadas por el asalto al Congreso protagonizado por miles de partidarios de Trump.
"Así es como los resultados electorales son impugnados en una república bananera, no en nuestra república democrática", aseguró Bush en su declaración sobre el asalto violento al Capitolio.
"Estoy horrorizado por el temerario comportamiento de algunos líderes políticos desde la elección y por la falta de respeto mostrado hoy a nuestras instituciones, tradiciones y nuestras fuerzas de seguridad. El violento asalto al Capitolio, y la interrupción de las sesiones mandadas constitucionalmente del Congreso, fue realizado por gente cuyas pasiones han sido inflamadas por falsedades y falsas esperanzas", añadió el expresidente.
Antes del asalto al Capitolio, Trump se había dirigido a sus seguidores congregados en Washington con motivo de la certificación de la victoria del demócrata Joe Biden en las elecciones, y les había arengado con sus acusaciones infundadas de que ha sido víctima de un fraude electoral.
Bush terminó dirigiéndose directamente a los partidarios de Trump y les indicó que "nuestro país es más importante que la política del momento" y solicitó que se permita "a los funcionarios elegidos por el pueblo cumplir sus deberes y representar nuestras voces en paz y seguridad".
Miles de seguidores de Trump, que participaron hoy en Washington en una manifestación en su favor, rodearon el Capitolio después de ser arengados por el presidente saliente, donde estaban reunidos senadores y congresistas para oficializar la victoria electoral de Biden, y asaltaron el edificio, rompiendo ventanas y puertas de acceso.
Al menos una persona murió en el asalto tras recibir un disparo en el pecho, según informaron las autoridades.
A pesar de que las autoridades locales han ordenado un toque de queda en Washington, algunos manifestantes todavía permanecen en los alrededores del Capitolio, que está siendo protegido por agentes de Policía y fuerzas de seguridad federales.
Celebra asalto a Capitolio de EEUU y prevé más acciones
Enrique Tarrio, el líder del grupo ultraderechista estadounidense Proud Boys, alabó el asalto al Capitolio de Washington de este miércoles y advirtió de la posibilidad de que se lleven a cabo acciones parecidas en otros edificios públicos de EEUU.
En una conversación telefónica con The Wall Street Journal, Tarrio afirmó que este tipo de acciones "seguirán pasando" si el presidente electo del país, Joe Biden, y el partido demócrata no escuchan al sector de la población que tiene dudas sobre la legitimidad de las últimas elecciones del país.
"Ya sea el Capitolio hoy, o un capitolio estatal mañana, o cualquier otro edificio gubernamental, probablemente se va a ver", dijo desde una habitación de un hotel a las afueras de Baltimore (Maryland), donde siguió los disturbios de este miércoles después de ser arrestado en Washington y tras prohibirle las autoridades asistir a la manifestación en apoyo al presidente Donald Trump.
"Yo no quiero que pase, pero afortunadamente esto es un recordatorio para estos políticos de que trabajan para nosotros. Nosotros no trabajamos para ellos", agregó.
Sin embargo, en las redes sociales aplaudió el asalto: "Orgulloso de mis Chicos y de mi país", dijo en un juego de palabras con el nombre del grupo de extrema derecha al que lidera, los Proud Boys (Chicos Orgullosos). "No se vayan", agregó.
Este lunes, Tarrio, de origen cubano, fue detenido cuando llegó a la capital estadounidense desde Miami, donde vive, por cargos relacionados con la quema de una banderola con el lema "Black Lives Matter" ("Las vidas negras importan") que retiró el mes pasado de una iglesia histórica negra en la ciudad.
El líder del grupo ultraderechista, que fue liberado el martes por orden de la juez Renee Raymond, enfrenta un cargo de destrucción de propiedad, un delito menor, además de otros dos cargos por posesión de cargadores de armas de fuego con capacidad extra para balas, según fuentes policiales citadas por el diario The Washington Post.
Según Tarrio, entre 2.000 y 2.500 miembros de "Proud Boys" asistieron a las protestas de este miércoles en Washington, aunque señaló que desconoce si alguno de ellos participó en el asalto del Capitolio.
"La gente va a volver aquí para la investidura (de Joe Biden)", afirmó. "Puede ser que aparezcamos. No lo hemos decidido aún". EFE