Nueva York, 13 mar (EFE).- El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ordenó este miércoles inmovilizar los modelos 737 MAX 8 y 9 de la compañía Boeing, sumándose así a las medidas tomadas desde el domingo por medio centenar de países en reacción al siniestro ocurrido en Etiopía en el que murieron 157 personas.

Nada más conocerse la noticia, el coloso aeronáutico estadounidense volvió a sufrir una importante caída de más de un 3 % en la Bolsa de Wall Street, aunque al cierre de la jornada sus acciones subieron finalmente un 0,52 % y contuvo la sangría de los dos días precedentes, recuperando más de 1.000 millones de capitalización.

Las medidas de precaución tomadas por numerosos gobiernos y líneas aéreas provocó una profunda crisis en Boeing que entre este lunes y martes había perdido casi 27.000 millones de dólares.

"Todos esos aviones serán inmovilizados de manera efectiva inmediatamente", dijo Trump a los periodistas en la Casa Blanca.

Trump explicó que cualquier avión de ese tipo que esté actualmente volando llegará a su destino y ahí será inmovilizado "hasta nuevo aviso".

El Gobierno de Estados Unidos era uno de los pocos que todavía no habían decidido inmovilizar su flota de aviones Boeing 737 MAX 8, después de que medio centenar de países, entre ellos la Unión Europea, hubieran decidido dejar en tierra al modelo de la compañía aeronáutica.

Canadá ha sido, también este miércoles, otro de los últimos países en anunciar su decisión de cesar la actividad de los aviones Boeing 737 MAX 8 y 9 producto "de nueva información recibida esta mañana".

La parálisis ordenada este miércoles por Trump afectará a más de un centenar de aviones de este modelo de la compañía con sede en Chicago (Illinois), informaron medios locales.

Minutos después del anuncio presidencial, la compañía aseguró en un comunicado que apoya la medida e insistió en que sigue teniendo "total confianza en la seguridad de los 737 MAX".

El presidente y consejero delegado de Boeing, Dennis Muilenberg, aseguró que la propia compañía había recomendado la suspensión temporal tras consultar con la Administración Federal de Aviación (FAA, por sus siglas en inglés) y con la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte.

Boeing agregó que este paso responde a una medida de "precaución para tranquilizar a todos los pasajeros sobre la seguridad de la aeronave".

"Estamos apoyando este paso proactivo con una gran cantidad de precaución. La seguridad es un valor fundamental de Boeing desde que comenzamos a construir aviones y siempre lo será", afirmó Muilenberg, que agregó estar trabajando para "entender las causas del accidente en colaboración con los investigadores", para evitar que esto vuelva a suceder.

El accidente mortal había desatado la polémica en Estados Unidos, país que se resistía a bloquear los despegues de este modelo, sobre su maniobrabilidad, después de que se conocieran al menos dos quejas de pilotos de Boeing 737 MAX.

Por su parte, asociaciones de pilotos han insistido en la capacitación de sus miembros para pilotarlo.

Varios medios estadounidenses se han hecho eco de dos informes anónimos reportados el año pasado por pilotos de Boeing 737 MAX 8, que mostraron su preocupación por una "inclinación aguda" del morro del avión cuando se conectaba el piloto automático, un problema que se solucionó desconectándolo.

El accidente en Etiopía fue el segundo en seis meses de un 737 MAX, después de que el pasado octubre fallecieran 189 personas.

Las investigaciones de ese primer suceso apuntaron que entre los varios factores que provocaron la caída se encontraba un sistema automático, denominado MCAS, que bajo determinadas circunstancias inclina hacia abajo el morro del avión.