CARACAS, Venezuela.- El Gobierno de Venezuela anunció este lunes el despliegue de 25 mil soldados en todo el país en medio de un ejercicio militar de soberanía que asegura le permitirá la captura de "mercenarios", solo 24 horas después de lo que el Ejecutivo calificó como una fallida invasión naval que la oposición tachó de montaje del Gobierno.
"Para garantizar la búsqueda de posibles amenazas que se encuentren dentro de nuestro sagrado territorio nacional, vamos a ejecutar operaciones de escudriñamiento a lo largo y ancho (del país)", dijo hoy el jefe del Comando Estratégico Operacional de la Fuerza Armada de Venezuela (Ceofanb), Remigio Ceballos.
De acuerdo con el funcionario, todos los componentes de la Fuerza Armada participarán en esta operación, que a su vez hace parte de una serie de ejercicios permanentes que ordenó hace semanas el presidente venezolano, Nicolás Maduro.
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NEUTRALIZAR AMENAZAS
El despliegue tendrá como objetivo "garantizar que cada centímetro de nuestra tierra esté libre de mercenarios, paramilitares y cualquier otra amenaza", insistió Ceballos.
El Gobierno venezolano dijo el domingo que frustró una invasión marítima a través del estado de La Guaira (norte, cercano a Caracas), que pretendía poner fin a la Administración de Maduro, en el poder desde 2013.
Durante la operación, dijo el domingo el presidente de la Asamblea Nacional Constituyente, Diosdado Cabello, murieron 8 de los atacantes y otros dos fueron capturados por las fuerzas venezolanas.
Uno de ellos habría confesado haber trabajado para la Administración para el Control de Drogas de Estados Unidos (DEA), expulsada del país en 2005 y a quien Venezuela acusa de narcotráfico, entre otras cosas.
LA OPOSICIÓN DENUNCIA POSIBLE "FALSO POSITIVO"
"Nos correspondió (a los militares venezolanos) hacer ejercicio pleno de la soberanía e independencia", dijo hoy Ceballos.
Pero la oposición venezolana que se agrupa bajo la figura del jefe del Parlamento, Juan Guaidó, a quien una cincuentena de países reconocen como presidente interino, tachó la denuncia del ataque como un posible "falso positivo" y se desvinculó del hecho.
Ese mismo domingo la cúpula de la Fuerza Armada, que en público se declara "antiimperialista y profundamente chavista", en alusión a sus simpatías con el partido de Gobierno, reiteró su "absoluta lealtad" a Maduro y acusó a Estados Unidos y Colombia de haber colaborado con los atacantes.
Sin embargo, el Gobierno colombiano rechazó las acusaciones por "infundadas" y "especulativas", según las cuales los supuestos mercenarios que intentaron invadir su país por vía marítima procedían de Colombia.
"Se trata de una acusación infundada, que intenta comprometer al Gobierno de Colombia en una trama especulativa", manifestó el Ministerio de Relaciones Exteriores.
Según la Cancillería, las afirmaciones del "régimen dictatorial de Nicolás Maduro", culpando a Colombia "de supuestos hechos de desestabilización", son un intento más de "desviar la atención respecto de los verdaderos problemas que vive el pueblo de Venezuela".
Venezuela atraviesa por la peor crisis de su historia moderna, con dos sectores políticos que no se reconocen entre sí y se consideran los legítimos controladores del poder.
Para destrabar la crisis, se han intentado varias rondas de negociación con el aval de la comunidad internacional y la Iglesia, pero hasta ahora no hay acuerdos relevantes. EFE