Por Vinicius Sassine y Lauro Neto, con Laura Neto/ Traducción Iván Pérez Carrión
BRASÍLIA y CAMPINAS.− El Tribunal de Cuentas (TCU) relacionó 17 indicios de irregularidades en las cuentas de 2015 de la presidenta Dilma Rousseff, incluyendo un nuevo registro de la transacción de crédito vedada por la Ley de Responsabilidad Fiscal (LRF). Los 17 puntos son parte del informe del área técnica a que se refiere la oficina del ministro José Múcio Monteiro, relator de este año de las cuentas presidenciales.
Corresponderá a Múcio decidir si presentará todas las irregularidades a la sesión plenaria del miércoles. El ministro va a proponer 30 días para que Dilma explique. Para el área técnica de la TCU, el conjunto de problemas de apunta en la dirección de un dictamen por el rechazo de las cuentas de 2015, que repiten lo que ocurrió con las cuentas de 2014.
La concesión de 30 días también se adoptó el año pasado. En aquella ocasión, los técnicos listaron 13 indicios de irregularidades, incluyendo las "pedaladas" fiscales y la emisión de decretos de créditos adicionales sin la aprobación del Congreso. Después de la fecha límite, Dilma ganó otros 15 días para dar explicaciones.
El pleno de la TCU aprobó su dictamen por el rechazo de las cuentas de 2014 en octubre del año pasado, que provocó la destitución de la presidente. La supuesta repetición de "pedaleo" y decretos en 2015 suscribieron el “impeachment” −juicio político. La última palabra sobre el rechazo de las cuentas corresponde al Congreso.
Las "pedaladas" con el “Plan Safra”−un plan agrícola del país− en el Banco de Brasil y con la ayuda en la financiación del BNDES parte integran el informe sobre las cuentas de 2015 cuentas La primera “pedalada” implicó un importe de R$5,8 mil millones. La segunda fue de R$8 mil millones, según el informe. Los decretos de créditos adicionales también se enumeran como uno de los 17 signos de irregularidades.
Los técnicos señalan una operación de crédito supuestamente irregular que involucra al Banco de la Amazonía, que tiene al Estado como el mayor accionista. De acuerdo con el informe, el Tesoro se comprometió a aumentar el capital del banco en R$1 mil millones, con depósitos en efectivo. Esta contribución se habría producido con bonos del Gobierno. El banco hizo una operación de repo con los títulos, obtener dinero y comprar de nuevo los títulos en un solo día. La interpretación de los auditores es que la institución financiera terminó tomando un préstamo para cubrir con dicha obligación que era de la Unión, lo cual está prohibido en la LRF.
Otra irregularidad que aparece es la falta de transferencia por la Infraero (Empresa Brasileira de Infraestructura Aeroportuaria) de R$513 millones al Fondo Nacional de Aviación Civil, que está destinado a obras de infraestructura aeroportuaria. El Gobierno usaría el dinero en los gastos corrientes. Otras irregularidades son consideradas distorsiones contables de menor cuantía.
De visita en Campinas (estado de São Paulo), Dilma enfrentó a los manifestantes a favor y en contra de ella frente al condominio del ingeniero Rogério Cerqueira Leite, donde asistió a un almuerzo con intelectuales como el escritor Fernando Morais, el actor y dramaturgo Zé Celso Martínez y los periodistas Juca Kfouri y José Trajano.
Rousseff, quien llegó para el almuerzo después de visitar las obras del acelerador de partículas Sirius, proyecto registrado en el Programa de Aceleración del Crecimiento (PAC), con una inversión de R$ 1,5 mil millones, fue blanco de protestas contra su gobierno, y de manifestaciones a su favor. Para evitar enfrentamientos, la policía militar separó a los dos grupos de manifestantes mediante cordones.