SANTO DOMINGO, República Dominicana.-El Juzgado de Atención Permanente del Distrito Nacional ordenó tres meses de prisión preventiva en al cárcel de Najayo contra Nelson Antonio Comprés Martínez, acusado de formar parte de la red que se dedicaba a grabar con fines de extorsión a parejas que sostenían relaciones sexuales en las cabañas y moteles donde previamente instalaban equipos de grabación.

Comprés Martínez está acusado junto a los imputados Francisco Alberto Carela Castro, Bady Antonio del Rosario Ciprián, Marino Enrique Carela Vilorio y José Bianny García, de grabar parejas en moteles para luego chantajearlas con fuertes sumas de dinero.

Nelson Antonio fue el último miembro de la red, quien fue apresado, luego de seis meses de descubrir el caso, en el sector Los Ríos. El acusado fue identificado por otro de los extorsionadores que lo identificó, según se han completado las investigaciones.

Luego de su apresamiento el pasado martes 31 de mayo, los fiscales adjuntos a cargo de la investigación, Dante Castillo Medina y Germán Vásquez Sosa, realizaron un allanamiento en el negocio del imputado donde le incautaron un CPU, celulares marca BlackBerry y cámaras fotográficas, que contenían imágenes pornográficas.

De acuerdo a la solicitud de medida de coerción, Compres Martínez esta acusado por la Fiscalía de Asociación de Malhechores y chantaje en violación a la disposición  de los artículos 2, 265, 266 y 400 del Código Penal Dominicano y los artículos 16, 19 y 21 de la Ley 53-07 sobre crímenes y delitos de alta tecnología.

El pasado mes de marzo el Sexto Juzgado de la Instrucción del Distrito Nacional declaró complejo el caso contra Francisco Alberto Carela Castro y otros tres implicados en la red que se dedicaban a grabar personas sosteniendo relaciones íntimas en una cabaña de motel con la finalidad de chantajearlas.

Además del médico, que puso la denuncia en la Policía Nacional cuando intentaron chantajearlo, los imputados también intentaron sobornar a una ex reina de turismo y a un empresario a quienes les cobraban altas sumas de dinero para no divulgar los vídeos.