REDACCIÓN INTERNACIONAL.- El enviado especial de Estados Unidos a Haití, Daniel Foote, presentó su dimisión ante el Departamento de Estado en protesta por el "trato inhumano a los migrantes" de ese país por parte de la administración estadounidense.
En su carta de dimisión, que publicaron este jueves varios medios estadounidenses, Foote señaló que no puede seguir vinculado a la decisión "inhumana y contraproducente de deportar a miles de refugiados haitianos".
Y consideró "profundamente errónea" la política que está llevando a cabo el Gobierno de Joe Biden con respecto a Haití y ante esta nueva crisis migratoria.
Foote, que fue designado en julio, remitió su carta de renuncia al secretario de Estado, Antony Blinken días después de que se publicaran imágenes muy criticadas del trato de agentes de la patrulla fronteriza en la frontera sur, a donde han llegado miles de migrantes en los últimos días, buena parte de ellos haitianos, que se concentran en un puente en la zona de Del Río (Texas).
La polémica ha salpicado al Gobierno de Biden y aunque el Departamento de Seguridad Nacional anunció una investigación, ya se han producido algunas fricciones dentro de la administración, a las que se suma la dimisión de Foote.
La vicepresidenta de EEUU, Kamala Harris, llamó el martes al secretario de Seguridad Nacional estadounidense, Alejandro Mayorkas, para expresar su "grave preocupación sobre el maltrato de migrantes haitianos por parte de agentes de la Patrulla Fronteriza a caballo", según informó el miércoles la oficina de la número dos del Gobierno.
Es extremadamente raro que la Casa Blanca informe de una conversación telefónica entre dos miembros de un gabinete, y el objetivo de la oficina de Harris era aparentemente reforzar la impresión de que la vicepresidenta está defendiendo los derechos de los migrantes en la actual crisis en la frontera.
La vicepresidenta, que tiene entre sus misiones la de hacer frente a las causas de raíz que generan la migración irregular hacia Estados Unidos, pidió a Mayorkas que se asegure de que todos los agentes migratorios "tratan a la gente con dignidad, de forma humana y coherente con las leyes y valores" del país.
Mayorkas aseguró a Harris que "comparte su preocupación" sobre el tema y le recordó que su departamento ha abierto una investigación sobre lo ocurrido, de acuerdo con el comunicado.
La portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, aseguró el miércoles que esa investigación se completará la semana que viene, y que mientras tanto, los agentes implicados se encuentran de baja administrativa.
Psaki describió como "brutales e inadecuadas" las acciones de esos agentes, que, montados a caballo, actuaron de manera agresiva y hostigaron a los inmigrantes para evitar que los haitianos ingresen al país tras cruzar el río Bravo (río Grande), según las imágenes.
Esas fotografías han provocado críticas a Biden de figuras de su propio partido, entre ellas el líder de la mayoría demócrata en el Senado, Chuck Schumer, que ha pedido a la Casa Blanca que detenga la deportación masiva de migrantes a Haití.
En su carta de dimisión, por otra parte, Foote subraya que el pueblo de Haití, "sumido en la pobreza y rehén del terror" por parte de las bandas que controlan el país, necesita asistencia urgente.
Y necesita también apuntó, "ayuda inmediata" al Gobierno del país para restaurar el orden y neutralizar a las bandas.
Decisión inhumana y contraproducente de EEUU
“No me asociarán con la decisión inhumana y contraproducente de Estados Unidos de deportar a miles de refugiados haitianos”, escribió Foote en su carta de renuncia
Al menos 12 vuelos han transportado a unas 1.400 personas de Texas a Haití en los últimos cuatro días, y se espera que esos vuelos casi se dupliquen durante la semana.
La administración Biden busca cerrar totalmente el campo fronterizo de Del Rio, Texas, donde unas 14 mil personas se habían reunido la semana pasada con la esperanza de solicitar asilo en Estados Unidos.
Aunque la administración ha declarado que está dando prioridad a los adultos solteros para la deportación, los manifiestos de vuelo muestran que una parte significativa de los enviados a Haití son familias con niños pequeños.
Muchas organizaciones de derechos humanos han denunciado el trato anti-negro de los refugiados presenciado en la frontera sur, con. agentes de la patrulla fronteriza a caballo que parecían blandri sus riendas como látigos.
"Los eventos que tuvieron lugar ayer son demasiado familiares para aquellos que conocen la fea historia de Estados Unidos", escribió el presidente y director ejecutivo de NAACP, Derrick Johnson, instando a los partidarios a tomar medidas.
“No es ningún secreto que Haití, la primera república negra, ha sido severamente castigada por las potencias occidentales durante siglos. Este último incidente es nada menos que añadir un insulto a la herida", añadió.
Foote, ahora ex enviado especial, no solo tuvo palabras duras para la política de inmigración de la administración sino que denunció que sus recomendaciones habían sido ignoradas o tergiversadas ante sus superiores.
En su carta de renuncia, Foote remarca que “lo que nuestros amigos haitianos realmente quieren y necesitan es la oportunidad de trazar su propio rumbo, sin titiriteros internacionales y candidatos favorecidos, pero con un apoyo genuino para ese curso”.
“No creo que Haití pueda disfrutar de estabilidad hasta que sus ciudadanos tengan la dignidad de elegir verdaderamente a sus propios líderes de manera justa y aceptable”, añadió.
Estados Unidos tiene una gran responsabilidad por las condiciones de vida en Haití, de las que tantos están tratando de huir, las que van desde socavar a los agricultores haitianos con importaciones de alimentos baratos hasta anular los resultados de las elecciones y ayudar a derrocar gobiernos, declaró recientemente Brian Concannon, director de Project Blueprint.
“Estados Unidos ha estado desestabilizando Haití – y generando refugiados – desde que el país emergió de una revuelta de esclavos en 1804 en un mundo gobernado por países esclavistas que se sentían amenazados por el ejemplo de los negros exitosos y autoemancipados", añadió.
El secretario de Estado Blinken, que nombró a Foote para el cargo dos semanas después del asesinato del presidente Jovenel Moïse, ha expresado su apoyo al primer ministro Henry y a las decisiones del Core Group, instancias conformada por EEUU, Canadá, Unión Europea, ONU, OEA.
Para Foote, el Core Group "ha continuado promocionando el acuerdo político (de Henry) por encima de otro más amplio guiado por la sociedad civil. La arrogancia que nos hace creer que deberíamos elegir al ganador, de nuevo, es impresionante".
Estados Unidos, aunque expresa su apoyo a un diálogo de base amplia que incluya a la sociedad civil, se ha negado en gran medida a comprometerse con la Comisión de la sociedad civil para una solución haitiana a la crisis, que se ha estado reuniendo con una amplia gama de organizaciones durante muchos meses, incluso antes del asesinato del presidente, en un esfuerzo por dejar la solución a los haitianos.
Los esfuerzos de Henry respaldados internacionalmente por llegar a su propio acuerdo fueron vistos como un esfuerzo directo para socavar el trabajo de la Comisión.
“Este ciclo de intervenciones políticas internacionales en Haití ha producido consistentemente resultados catastróficos”, concluye Foote, vinculando nuevamente la política estadounidense con las causas fundamentales de la migración.
“Más impactos negativos en Haití tendrán consecuencias desastrosas no solo en Haití, sino también en Estados Unidos y nuestros vecinos del hemisferio”, advirtió (Con informaciones de EFE, Europa Press y otros servicios de Acento).