NEW YORK, Estados Unidos.- El prestigioso diario The New York Times puso su atención en las relaciones comerciales entre el senador de New Jersey Bob Menéndez y el médico oftalmólogo dominicano Salomón Melgen, y en particular en el proyecto de rayos x para los puertos dominicanos que el médico adquirió de la familia Beauchamps Javier.

En un reportaje escrito por los periodistas Carol D. Leonnig y Jerry Markon, publicado el 1 de febrero, el rotativo dedica minuciosamente su atención en el negocio de los rayos X y la forma en que Menéndez se movió para favorecer a Melgen. Incluyendo datos sobre el embajador Raúl Yzaguirre.

El tema de las prostitutas baja su importancia, cuando se lee este reportaje, que inicia con el siguiente planteamiento:

“Cuando un acaudalado hombre de negocios de la Florida necesitó alguna ayuda con un contrato de seguridad portuaria en la República Dominicana, su larga asociación con el senador Robert Menéndez (demócrata por Nueva Jersey) demostró serle útil.
El oftalmólogo Salomón Melgen había sido uno de los donantes de la campaña de Menéndez más leales y un amigo generoso, que fue el anfitrión del senador en su mansión privada en una playa del Caribe”.

Según The New York Times “el año pasado, puesto que Melgen donó 700,000 dólares para apoyar la campaña de reelección del senador y otros demócratas, Menéndez intentó aumentar la presión sobre la República Dominicana para concretar el contrato multimillonario. Melgen había adquirido una participación en una empresa que previamente había contratado con la República Dominicana para garantizar la seguridad portuaria”.

Sigue diciendo el diario que en julio, “Menéndez encabezó una audiencia del Senado sobre los desafíos que entraña hacer negocios en América Latina y exhortó a los funcionarios de los departamentos de Comercio y el Estado para aplicar presión a los países que no honran a acuerdos con empresas estadounidenses. Sin nombrar a Melgen, Menéndez destacó el contrato para garantizar la seguridad en el puerto dominicano”.

Es en este punto en que es mencionado Raúl Yzaguirre, embajador de los Estados Unidos en la República Dominicana. “El embajador de EE.UU. en la República Dominicana, un aliado de Menéndez, sumó su voz a la causa, de acuerdo con informes de la prensa dominicana. En una reunión con funcionarios del Gobierno de la nación isleña, el embajador Raúl Yzaguirre destacó la necesidad de que la República Dominicana inicie el escaneo de los barcos de contenedores que entran en su puerto para detectar amenazas terroristas y drogas”.

Los empresarios dominicanos, responsables de casi toda la carga que se transporta por los puertos y que serían afectados, rechazan el proyecto, y así lo hace saber el reportaje del diario newyorquino.

“Comerciantes dominicanos echaron humo ante los costos ‒el contrato a 20 años se estimó en un valor de unos US$500 millones‒ y cuestionaron cómo un oftalmólogo se había expandido a la seguridad portuaria”.

Melgen “es un oftalmólogo, por el amor de Cristo”, dijo William Malamud, de la Cámara Americana de Comercio de la República Dominicana. “No tiene experiencia en seguridad portuaria”.

Sigue diciendo que Melgen y Menéndez han sido los actores poderosos en sus respectivos ámbitos. Melgen, propietario de una clínica oftalmológica de la Florida, divide su tiempo entre Palm Beach y su residencia en Casa de Campo en la República Dominicana, donde ha acogido a luminarias demócratas como el ex presidente Bill Clinton. Melgen y sus empresas han donado más de US$1 millón a los demócratas desde 2006, según los registros de financiamiento de campañas.

Y explica la relevancia de Menéndez, quien ha sido miembro del Congreso durante dos décadas, se convirtió el mes pasado en presidente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado.

Pero las posibilidades de Menéndez se han derrumbado. “Ahora, las esperanzas de Menéndez de una celebración para revelarse como un poderoso presidente emergente del Senado se han desvanecido. Enfrenta una investigación de ética en el Senado sobre los viajes gratis que dio a la casa de recreo de Melgen”.

El avión de Melgen, en que viajaba Menéndez, realizó más de 100 viajes desde julio del 2009 hasta el 2012 a la República Dominicana, según Prensa Asociada, que revisó los archivos de vuelos de la aeronave.

El NYT dice que este mes, después de que un sitio Web conservador transmitiera denuncias de que Menéndez había aceptado viajes gratis de Melgen a Casa de Campo, el senador reembolsó a ​​Melgen US$58,500 con un cheque personal. El dinero cubre los costos de dos vuelos de ida y vuelta que Menéndez hizo en el avión privado de Melgen entre Nueva Jersey y la República Dominicana en 2010, dijo la oficina del senador. Menéndez no había informado anteriormente los viajes pagados como regalos o reembolsado de Melgen, como exige el reglamento del Senado. El equipo de Menéndez achacó el error a descuidos en el papeleo.

El diario recibe la explicación del jefe de personal de Menéndez, Dan O’Brien, quien le dijo el viernes que el apoyo de Menéndez a las medidas para mejorar la seguridad portuaria en la República Dominicana estaba justificado y que el senador “nunca abandonaría” la lucha contra el tráfico de drogas. “En definitiva, se trata de un asunto de seguridad nacional, ya que estas drogas terminan en nuestras calles y en nuestras comunidades, alimentando la delincuencia y la adicción”, dijo O’Brien.

Pero Melgen tiene otros problemas, y los periodistas así lo hacen constar. “Melgen, por su parte, está bajo investigación federal, según dos funcionarios policiales. El martes, agentes del FBI e investigadores federales de fraudes de salud allanaron sus oficinas médicas en Palm Beach. Armados con una citación y empleando taladros y palancas, los investigadores recuperaron decenas de cajas de registros y archivos informáticos”.

Una portavoz del Departamento de Justicia se negó a comentar sobre la naturaleza de la investigación.

Donald White, un portavoz del Departamento de Salud y Servicios Humanos de la Oficina del Inspector General, confirmó que los agentes y un supervisor de alto nivel con sede en Miami estaban en la escena. White se negó a especificar lo que están investigando, pero la única misión de esta oficina es la lucha contra el fraude en Medicare, Medicaid y otros programas del departamento.

Mientras tanto, el abogado de Melgen no respondió a una petición para que comentara al diario newyorquino sobre las acusaciones.

Dice que las autoridades federales, que hablaron bajo la condición de anonimato porque la investigación está en marcha, dijeron que no hay cargos criminales inminentes.

Melgen se convirtió en socio de la compañía del contrato de seguridad portuaria hace casi tres años.

El reportaje explica que la empresa del proyecto de rayos X originalmente había alcanzado un acuerdo con el gobierno de la República Dominicana hace una década. Según el acuerdo, que fue aprobado por la legislatura del país (RD) en 2003, la empresa ​​emplearía equipos de rayos X para examinar todos los contenedores que entran y salen del puerto. Pero el contrato sin licitación provocó tal furor ‒los comerciantes locales y la administración dominicana posterior calificó al contrato de 20 años de ser un negocio para favorecer a sus dueños, diseñado para beneficiar a la familia de un general dominicano‒ y el acuerdo fue dado por muerto.

La compañía, propiedad de la viuda del general Juan René Beauchamps Javier, intentó durante años conseguir que el Gobierno implementara el contrato. Luego, en 2010, la señora buscó una alianza con los Melgen.

“Aquí tenemos un cuadro del Dr. Melgen, utilizando su influencia con funcionarios de  República Dominicana y de Estados Unidos para presionar por un contrato que sería un golpe de suerte enorme para él”, dijo Ken Boehm, presidente del Centro Político y Legal Nacional (NLPC), que ha estado siguiendo el caso.

Explica que los detalles de la participación Melgen en el acuerdo de seguridad portuaria fueron reportados por primera vez por The New York Times.

En la audiencia del Senado de julio pasado convocada por Menéndez, el senador presionó al Departamento de Estado para que proporcionara ayuda a las compañías estadounidenses que luchaban por los contratos que se habían acordado en República Dominicana. Sin nombrar a Melgen, se refirió a una empresa estadounidense que poseía parte de un contrato para hacer escaneos de seguridad en el puerto de República Dominicana.

Relata que Menéndez pidió a los funcionarios del Departamento de Estado que “enviaran un mensaje de que no se puede seguir adelante impunemente y violar dichos acuerdos”. Y añadió: “Si esos países pueden salirse con la suya, lo harán. Y eso pone a las empresas estadounidenses en una desventaja tremenda”.

Menéndez ha mantenido una larga amistad con Melgen ‒ambos, líderes hispanos que ascendieron desde sus humildes comienzos. En su libro de 2009 Growing American Roots, escrito con el ex editor del Washington Post, Peter Eisner, Menéndez presentó al oftalmólogo en sus retratos de hispanoamericanos exitosos. Dice Menéndez: “Sería difícil no hablar de un amigo mío, el Dr. Salomón Melgen, un prominente y respetado oftalmólogo emprendedor radicado en el sur de la Florida”. Menéndez detalla los esfuerzos de su amigo para aprender inglés y convertirse en un ciudadano de los EE.UU., y en “un medico de clase mundial”.

En el libro incluyó una cita de Melgen: “Tenía la sensación interna de que iba a hacer lo que tenía que hacer para lograrlo. Y lo estaba intentando, intensamente”.

El diario le da el crédito también a Paul Kane y Alice Crites, como personas que contribuyeron a la preparación del  informe periodístico.