NUEVA YORK, Estados Unidos. El periodista Eric Lipton, del diario The New York Times sigue indagando nuevos datos sobre el senador demócrata de New Jersey, y en esta ocasión se detiene sobre el interés del Partido Republicano para derribar al político estadounidense de origen cubano, y que se convirtió en el líder demócrata del influyente Comité de Relaciones Exteriores del Senado de los Estados Unidos.
La historia del periodista cuenta los detalles de la pelea. Fechada en Falls Church, Virginia, NYT dice que alli, "atrapada entre dos oficinas de médicos en una plaza en una carretera está la sede de un pequeño equipo de investigadores republicanos veteranos, que funciona casi como un escuadrón de detectives privados, que desde el año pasado han tenido un objetivo determinado: derribar al senador Robert Menéndez, demócrata por Nueva Jersey".
El senador Robert Menéndez, de Nueva Jersey, dijo que había una conspiración partidista contra él enfocada a los medios de comunicación desde antes de su reelección.
“Nunca hemos enviado un demócrata a la cárcel”, dijo Ken Boehm, el presidente del grupo, Centro Nacional Legal y Político, al levantar la vista de una mesa llena de expedientes sobre Menéndez, y comprometido con lo que para él fueron unas pocas ilusiones.
Para Menéndez y su equipo, el trabajo que se realiza en esta suite suburbana de oficinas de Washington, pagada por donaciones de destacados republicanos en todo el país, es una prueba de que el frenesí de los medios de comunicación que se centra en sus acciones para ayudar a un oculista de la Florida es, al menos en parte, una difamación política.
No obstante, los resultados han sido revelaciones preocupantes. Los documentados por The New York Times, The Washington Post y otros periódicos implican graves acusaciones de favoritismo por parte del senador.
En las últimas semanas, el Sr. Menéndez reconoció haber intervenido con al menos cuatro agencias federales ‒incluyendo los Departamentos de Estado y de Salud y Servicios Humanos‒ de tal manera que beneficiaba a su amigo y colaborador de la campaña, el Dr. Salomón E. Melguen., quien está bajo investigación de las autoridades federales por un posible fraude al Medicare.
Sigue contando en diario newyorquino que el camino de Menéndez cayó por primera vez bajo un escrutinio más amplio, que como mínimo, ilustra el papel, muchas veces oculto, que los jugadores partidistas que intervienen desempeñan para ayudar a empujar a los principales medios de comunicación a que profundicen en las acusaciones éticas que se presentan contra miembros titulares del Congreso.
La investigación comenzó con un chivatazo incendiario ‒no probado y vehementemente negado por el Sr. Menéndez‒, de que el Dr. Melgen había ayudado a procurar prostitutas, algunas de ellas menores de edad, para el Sr. Menéndez, después de trasladar al senador reiteradamente en su avión privado a República Dominicana, donde el Dr. Melgen tiene una casa en un balneario. Esta información fue presentada por un extraño conjunto de personajes interesados, incluyendo el sitio web de tendencia derechista The Daily Caller y alguien ‒su identidad sigue siendo un misterio‒ que dijo ser un ciudadano estadounidense que frecuentaba la República Dominicana.
La combinación de las denuncias del uso indebido de la función pública y de la mala conducta sexual, ayudó a impulsar la historia en los titulares y en la televisión, y puso en movimiento a las lenguas en las fiestas por todo Washington.
Menéndez se defiende
Menéndez, quien acaba de ganar su segundo periodo en el Senado y asumió recientemente el cargo de presidente del Comité de Relaciones Exteriores, convirtiéndose en uno de los miembros más importantes de Washington en la política exterior, ve pruebas de una conspiración.
“No es una casualidad que yo estuviera siendo atacado desde antes de las elecciones”, dijo Menéndez, quien declinó las solicitudes para una entrevista del Times, durante una aparición en Nueva Jersey el 9 de febrero. “No es casualidad que de nuevo fuera atacado al asumir la presidencia, ni es casualidad que tengamos a alguien que nunca está dispuesto a reunirse con alguno de la prensa, o que tampoco está dispuesto a hablar con alguien por teléfono, que utiliza un seudónimo y nunca da la cara”.
Los antecedentes de la forma en que se hicieron las acusaciones inicialmente tienen todos los ingredientes de un thriller político de Hollywood, que involucra incluso al Buró Federal de Investigación en el proceso. Comenzó en abril, cuando un mensaje electrónico no solicitado fue enviado a un grupo izquierdista llamado Ciudadanos por la Responsabilidad y la Ética en Washington, que en cierto modo es la contraparte liberal del grupo del Sr. Boehm.
“Mi deber como ciudadano de EE.UU. me obliga a informar lo que considero que es una grave violación de los códigos de conducta más fundamentales que un político de mi país debe seguir”, dice la primera oración del mensaje de correo electrónico enviado por una persona que se identificó como Peter Williams. El e-mail, y otros que siguieron, luego pasan a los detalles relacionados con el Sr. Menéndez y las prostitutas menores de edad, así como paseos inmorales en un yate.
Pero había algo que inmediatamente resultó sospechoso sobre el señor Williams, dijo Melanie Sloan, ex fiscal federal que ahora es director ejecutivo de Ciudadanos por la Responsabilidad, con sede en Washington. Williams dio algunos detalles precisos acerca de la vida del Dr. Melgen en la República Dominicana, pero no estaba de acuerdo en hablar por teléfono, y también dijo que había estado al tanto de las actividades del Sr. Menéndez desde 2008, pero sólo ahora las presentaba. Eso, observó Sloan, ocurrió siete meses antes de que Menéndez enfrentara la reelección.
“Pete Williams” es el apodo del ex senador Harrison A. Williams Jr., demócrata de Nueva Jersey; en 1983, se convirtió en el primer senador encarcelado en 80 años por su papel en el caso llamado “Abscam”, en el cual agentes que se hacían pasar por jeques árabes ofrecieron sobornos a miembros del Congreso. Quizás al adoptar ese nombre, la persona que le envió el correo electrónico al señor Menéndez le estuviera gastando una broma cruel.
Menéndez ya ha sido anteriormente un blanco de los operativos republicanos, incluso, durante su primer intento para llegar al Senado, en 2006, cuando su rival republicano, secretamente al principio, comenzó a trabajar en un documental que iba a examinar las acusaciones de corrupción a principios de la carrera de Menéndez. El esfuerzo fue liderado por un investigador de la oposición republicana llamado Chris Lyon, pero la película fue cancelada después de que The Times revelara que el opositor republicano de Menéndez en realidad estaba financiando el proyecto.
Convencida de que el señor Williams podría ser un fraude ‒pero preocupada por la gravedad de las acusaciones‒ Sloan entregó en julio 56 páginas de mensajes electrónicos al FBI, que casi inmediatamente asignó el material a un investigador de la oficina de Miami especializada en la explotación sexual de los niños.
El Sr. Williams se negó a reunirse con el agente del F.B.I., pero sí les proporcionó a los investigadores federales detalles sobre las mujeres que dijeron haber participado, en una serie de correos electrónicos que continuaron durante gran parte del resto del año pasado.
La historia que cuenta The New York Times parece salida de una película
La mejor prueba que sugiere que el chivatazo original tenía un elemento político salió a flote en el otoño.
A pocas semanas de las elecciones de 2012 ‒y sin que se hubieran iniciado acciones por el grupo de Sloan o por el F.B.I.‒ alguien llevó el material al Daily Caller, el sitio conservador en Internet. David Martosko, editor ejecutivo del diario no quiso decir en una entrevista la semana pasada quién había contactado con ellos.
Pero The Daily Caller se apresuró para organizar entrevistas en video con dos mujeres que decían ser prostitutas relacionadas con el Sr. Menéndez y para publicar la historia en Internet. Sin embargo, el momento elegido conspiró contra sus esfuerzos para exponer el asunto, cuando se presentó el huracán “Sandy”. The Daily Caller trató de aumentar su cobertura al permitir que el Drudge Report diera la noticia que The Caller publicó el 1 de noviembre.
Los principales periódicos, incluyendo The Times, no informaron sobre las acusaciones relacionadas con las acusaciones de prostitución, al concluir que no estaban suficientemente fundamentadas. Pero los codazos continuaron.
A mediados de enero, después que Menéndez fue reelegido, alguien publicó la conversación completa entre el Sr. Williams y el agente del FBI Regino E. Chávez en un sitio de Internet, que divulgaba que se había realizado al menos una investigación inicial sobre el asunto por los servicios policiales. Quienquiera haya sido el que creó este sitio, lo arregló cuidadosamente, de manera que su identidad no pudiera ser rastreada fácilmente.
Una organización del Partido Republicano del condado de Nueva Jersey dio otro codazo cuando presentó una denuncia ética contra el Sr. Menéndez, basada en una amplia investigación de los documentos de vuelo, que permiten concluir que el senador había volado indebidamente en el avión privado del Dr. Melgen.
Un invetigador implacable contra los demócratas
Dice el NYT que el señor Boehm, de 63 años, un ex fiscal del condado, y ex ayudante en el Capitolio de Christopher H. Smith, un prominente representante republicano de Nueva Jersey, también decidió lanzarse al agua. Boehm ‒cuyo grupo sigue promocionando su papel en ayudar a exponer las infracciones cometidas por el representante Charles B. Rangel, demócrata por Nueva York, que dio lugar a una censura formal por parte de la Cámara en 2010‒ es un maestro en estudiar a fondo los registros de la corte y otros documentos públicos para encontrar vínculos cuestionables entre los políticos y sus clientes. Sus objetivos son casi siempre los demócratas.
Smith presentó pruebas de que el Sr. Menéndez había intervenido ante funcionarios de los Departamentos de Comercio y de Estado para pedirles que ayudaran a forzar al Gobierno de República Dominicana a que honrara un contrato con una empresa que tiene el Dr. Melgen para ayudar a realizar inspecciones de seguridad en los puertos marítimos, información que Boehm proporcionó a The Times.
También encontró que una empresa propiedad del Dr. Melgen había contribuido con US$700,000 para un comité de acción política demócrata que ayudó a financiar la reelección del senador Menéndez el año pasado. The Times, después de una indagación adicional considerable, informó sobre estos dos hechos.
El propio Menéndez corroboró algunas cosas: él le reembolsó el Dr. Melgen US$58,500 por dos vuelos a la República Dominicana que había realizado a bordo de su jet privado en 2010, pero que no había pagado oportunamente. Cuando el F.B.I. allanó las oficinas del Dr. Melgen en la Florida el mes pasado, la historia ‒casi nueve meses después del primer chivatazo‒ se convirtió en una tormenta mediática.
Lo que dice en la RD Vinicio Castillo Semán
La historia periodística incluye las reacciones de los amigos de Melgen y de Menéndez en la República Dominicana. "Los partidarios del Dr. Melgen en la República Dominicana han dicho que ellos creen que los soplos iniciales fueron generados por interesados criminales en ese país que no querían que su compañía, Boarder Support Services, ampliara las inspecciones de rayos X en los puertos marítimos del país, tal vez interrumpiendo (el envío) de cocaína dirigida a Estados Unidos, o por los grandes exportadores que no querían pagar tasas portuarias más altas".
“Es una extraña coincidencia que estos grupos de poder no quieran que estos contenedores sean inspeccionados”, dijo Vinicio Castillo Semán, un prominente abogado en la República Dominicana, que también es primo del Dr. Melgen, y que ha pedido una investigación de las autoridades estadounidenses sobre la fuente del chivatazo inicial. “Tenemos que ver cuál es el motivo”, agregó. “El Departamento de Justicia debe determinar quién es este Peter Williams, y si realmente existe”.
En Washington, los grupos republicanos ‒sintiendo que el Sr. Menéndez es vulnerable‒ han intensificado su empuje. The American Future Fund (Fondo de la América del Futuro) ‒un grupo con sede en Iowa que gastó decenas de millones de dólares tratando de derrotar a los demócratas en las últimas elecciones, y más recientemente para bloquear que Chuck Hagel, un ex senador de Nebraska, fuera confirmado como secretario de Defensa‒ ha puesto en marcha un sitio en Internet que se burla del Sr. Menéndez y sugiere que debería dimitir como presidente del Comité de Relaciones Exteriores.
Menéndez ha rechazado ese llamado, retornando frecuentemente a su afirmación de que es víctima de una campaña de desprestigio profesional. Esta historia periodística aparece íntegra en la edición sabatina del diario, escrita por Eric Lipton con el apoyo de Frances Robles, quien se encuentra en la República Dominicana.
La Sra. Sloan, en este caso, dijo que aunque la investigación se haya iniciado con acusaciones sin fundamento ‒y que han sido llevadas adelante por los grupos de tendencia republicana‒ a través del trabajo de seguimiento por los periódicos como The Times, The Washington Post y The Miami Herald han surgido graves acusaciones desde entonces.
“El mayor escrutinio sobre las relaciones de Menéndez con el Dr. Melgen está bien merecido y ha puesto de relieve una conducta claramente inadecuada por parte de Menéndez a favor de Melgen”, dijo Sloan. “Pero ha sido un viaje largo y extraño”.
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