Brasilia, 12 may (EFE).- Michel Temer firmó hoy la notificación del Senado en la que asume de manera interina la Presidencia de Brasil después de que la Cámara Alta decidiera abrir un juicio político con fines de destitución contra la mandataria Dilma Rousseff.

La notificación, firmada por el titular del Senado, Renan Calheiros, faculta a Temer como presidente durante los próximos 180 días, período en el cual la Cámara Alta debatirá si destituye a Rousseff o le permite volver al cargo.

El nuevo gobernante, según el primer secretario del Senado, Vicentinho Alves, asumirá de manera "interina" y no en calidad de "en ejercicio", como acostumbraba hacerlo durante las ausencias de Rousseff.

La notificación a Temer fue entregada diez minutos después de la que le fue remitida a Rousseff y en la que de manera oficial se le comunicó la decisión del plenario del Senado, que por 55 votos a favor y 22 en contra decidió dar vía libre al juicio destituyente.

El hasta hoy vicepresidente gobernará mientras el Senado decide la suerte de Rousseff, quien de ser separada definitivamente del cargo permitiría que Temer termine el mandato hasta el 1 de enero de 2019.

"Dilma, guerrera de la patria brasileña", coreaban los cerca de 3.000 militantes del oficialista Partido de los Trabajadores (PT) y de movimientos sociales concentrados frente a la Presidencia y a quienes Rousseff se unió después de abandonar el Palacio de Planalto.

Según Alves, Temer fue "muy receptivo" y compartió la notificación con varios de sus posibles ministros, que serán anunciados en las próximas horas, y entre los que se encuentran Henrique Meirelles, favorito para ocupar la cartera de Hacienda, y Eliseu Padilha, quien llegaría al Ministerio de Presidencia.

Durante toda la mañana, a la espera de la notificación, Temer estuvo con los miembros de su futuro gabinete y con posibles integrantes de su equipo diplomático, encabezados por Fred Arruda, actual embajador ante los organismos económicos en Londres y quien llegaría a la Asesoría Especial de Asuntos Internacionales.

Arruda ocuparía el lugar del influyente Marco Aurelio García, principal asesor del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva y de su sucesora Rousseff, quien durante su función se distinguió por su aproximación con los Gobiernos de izquierda de Latinoamérica y con los países africanos.

A la Cancillería, en tanto, llegaría como nuevo jefe de la diplomacia brasileña el senador opositor José Serra, quien disputó las elecciones presidenciales en 2002 y 2010, cuando fue derrotado en segunda vuelta por Lula y Rousseff, respectivamente.

El nuevo Gobierno de Temer tiene el reto de recomponer la base oficialista en el Congreso para conseguir llevar adelante los proyectos de ley que Rousseff intentó poner en la agenda legislativa.

Además, Temer deberá responder a la confianza inicial que el mercado financiero ha dado a su posible Gobierno y que ve en Meirelles a un comandante para implementar las medidas necesarias que le permitan a Brasil enderezar el camino de su economía, que este año puede terminar con otra contracción próxima al 4,0 %.

De confirmarse el pronóstico del mercado y con el 3,8 % de encogimiento del Producto Interior Bruto (PIB) en 2015, Brasil confirmaría su recesión, que está acompañada de los altos índices de inflación, tasa de intereses y desempleo. EFE

Rousseff es arropada por cientos de seguidores al abandonar la Presidencia

BRASILIA (BRASIL), 12/05/16.- La presidenta de Brasil Dilma Rousseff, suspendida de su cargo por el Senado, habla acompañada por miembros de su gobierno hoy, jueves 12 de mayo de 2016, luego de abandonar el Palacio de Planato, la sede del Gobierno brasileño, al ser notificada de que el Senado le abrió un juicio político y que tendrá que dejar el cargo por 180 días. Rousseff afirmó hoy que en el juicio político al que será sometida no estará en juego su mandato, sino el "futuro" del propio país. "Dilma, guerrera de la patria brasileña", coreaban los cerca de 3.000 militantes del oficialista Partido de los Trabajadores (PT) y de movimientos sociales que apoyaban su Gobierno y se concentraron frente a la Presidencia y a los que Rousseff se unió. EFE/Antonio Lacerda.
BRASILIA (BRASIL), 12/05/16.- La presidenta de Brasil Dilma Rousseff, suspendida de su cargo por el Senado, habla acompañada por miembros de su gobierno hoy, jueves 12 de mayo de 2016, luego de abandonar el Palacio de Planato, la sede del Gobierno brasileño, al ser notificada de que el Senado le abrió un juicio político y que tendrá que dejar el cargo por 180 días. Rousseff afirmó hoy que en el juicio político al que será sometida no estará en juego su mandato, sino el "futuro" del propio país. "Dilma, guerrera de la patria brasileña", coreaban los cerca de 3.000 militantes del oficialista Partido de los Trabajadores (PT) y de movimientos sociales que apoyaban su Gobierno y se concentraron frente a la Presidencia y a los que Rousseff se unió. EFE/Antonio Lacerda.

Brasilia, 12 may (EFE).- La presidenta suspendida de Brasil, Dilma Rousseff, fue arropada hoy por miles de seguidores al abandonar el Palacio de Planalto, la sede del Gobierno, tras recibir la notificación de que el Senado le abrió un juicio político que la obliga a dejar el cargo por 180 días.

"Dilma, guerrera de la patria brasileña", coreaban los cerca de 3.000 militantes del oficialista Partido de los Trabajadores (PT) y de movimientos sociales concentrados frente a la Presidencia y a quienes Rousseff se unió después de abandonar el Palacio de Planalto.

La mandataria evitó salir del Palacio por la rampa que habitualmente utilizan los presidentes que entregan el cargo para dejar claro que, como lo dijo en un pronunciamiento previo, seguirá luchando por volver a la jefatura del Estado.

Arropada por algunos de sus más estrechos ministros y colaboradores, entre ellos el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, Rousseff se acercó a saludar a sus simpatizantes, en su gran mayoría vestidos de rojo, el color que identifica al PT.

A diferencia de la presidenta, que solo durante unos minutos dejó traslucir su tristeza, Lula, su mentor y padrino político, no pudo esconder su abatimiento y se mantuvo en un largo silencio y en un discreto segundo plano.

Antes de despedirse de sus seguidores, Rousseff insistió en calificar como un golpe el proceso que la suspendió del cargo y agradeció el apoyo de los movimientos sociales, de los sindicatos y de los grupos populares.

"Un abrazo y un besos para ustedes", gritó ante sus entusiastas seguidores, que respondieron con coros a favor de Rousseff y Lula y contra lo que calificaron como "golpe" de Estado en Brasil.

La mandataria reconoció que la presencia de los militantes le ayudó a superar un "día muy triste" para ella y para la democracia brasileña.

"La tristeza es por vivir una hora negra para el país. La joven democracia brasileña está siendo objeto de un golpe. Y llamo ese proceso de golpe porque el impeachment (juicio destituyente) sin un crimen de responsabilidad que lo justifique es un golpe", afirmó.

"Yo no cometí crimen de responsabilidad y estoy siendo víctima de una gran injusticia", agregó.

Rousseff atribuyó el proceso a los partidos derrotados en las elecciones de 2014 que, dijo, optaron por llegar al poder "por la fuerza" tras fracasar en las urnas.

Advirtió que con la decisión del Senado, está en juego la democracia brasileña y las conquistas sociales alcanzadas por Brasil desde que el PT asumió el poder hace trece años, primero con Lula y después con ella.

El gobierno interino presidido por Michel Temer, denunció, no solo intentará eliminar o reducir las políticas sociales impulsadas por el PT sino también reprimir a los movimientos sociales que defienden mejorías para la población.

"Mi gobierno jamás reprimió movimientos sociales, jamás reprimió manifestaciones políticas, incluso las realizadas contra mí. Ahora corremos el riesgo, con un gobierno ilegítimo, que, como otros gobiernos de ese tipo, caiga en la tentación de reprimir las protestas, de reprimir las reivindicaciones", afirmó.

Antes de reunirse con sus seguidores, Rousseff recibió la notificación en que se le comunica que el Senado ha decidido someterla a un juicio político con miras a su destitución y que ha quedado oficialmente suspendida de su cargo.

El mismo senador que le entregó la notificación, Vicentinho Alves, entregó otro poco después al vicepresidente Michel Temer para informarle de que debía asumir interinamente la Presidencia mientras se realiza el juicio político o por un plazo de 180 días. EFE