SANTO DOMINGO, República Dominicana.- Según un artículo aparecido en la última edición de la revista científica especializada ‘Neuron’, la corteza cerebral no sería el destino final de esta degeneración patológica, sino que estaría en el origen de la patología (al empujar las neuronas dopaminérgicas de la sustancia negra hacia la degeneración), lo que explicaría el inicio focal de los problemas motores -temblores y rigidez- tradicionalmente asociados al Mal de Parkinson.

Según se lee en Neuron https://www.cell.com/neuron/fulltext/S0896-6273(18)30626-3?_returnURL=https%3A%2F%2Flinkinghub.elsevier.com%2Fretrieve%2Fpii%2FS0896627318306263%3Fshowall%3Dtrue la hipótesis, firmada por José A. Obeso, director del Cinac, y Guglielmo Foffani, investigador del mismo centro, fue explicada mediante la alegoría de un árbol.

Antes de pasar al árbol, Foffani explica: “Esas neuronas mueren, pero no sabemos por qué. Según la teoría actualmente predominante, la muerte neuronal en la sustancia negra no es un fenómeno local, sino una etapa de un viaje patológico más complejo que progresa, literalmente, desde abajo hacia arriba”.

Hay que visualizar el cerebro como un árbol

Con este antecedente, pasan a visualizar el cerebro como un árbol: “este viaje patológico empezaría en la parte baja del tronco o en las raíces (en la etapa presintomática de la enfermedad), subiría a una altura intermedia donde empiezan las ramas (en la etapa sintomática temprana) y se propagaría hasta las hojas (en las etapas más avanzadas). La sustancia negra está donde empiezan las ramas, y las hojas son la corteza cerebral”, dice Foffani.

Los síntomas de la enfermedad de Parkinson suelen aparecer inicialmente de una manera muy focal, por ejemplo con el temblor en una mano, o la lentitud de una pierna.

Ante esta certeza, los responsables de la investigación se preguntan: “¿Si la sustancia negra no tiene un mapa del cuerpo, entonces, cómo es posible que la degeneración de una estructura sin mapa produzca una sintomatología tan precisa?”.

Plantean por lo mismo que el mejor mapa del cuerpo en el cerebro está en las áreas somatosensoriales y motoras de la corteza cerebral.

“Por lo tanto, la teoría que proponemos se basa en la idea de que la corteza cerebral no sea simplemente la etapa final de un viaje patológico de abajo arriba, sino la responsable inicial de ‘empujar’ de arriba abajo las más vulnerables neuronas dopaminérgicas de la sustancia negra hacia la degeneración. Esto explicaría el inicio focal de los problemas motores.

Los investigadores puntualizan que lo que plantean “no implica que se deba romper con las actuales hipótesis, sino que pueden coexistir e, incluso, contribuir al desarrollo de nuevas terapias”.

“Una implicación importante de nuestra teoría es que la corteza cerebral podría ofrecer una diana accesible y realista para el desarrollo de nuevas terapias que paren, o por lo menos ralenticen, la progresión del párkinson”, indican los doctores.

Nuevas tecnologías se desarrollan en Chile y en Irlanda

Al margen del árbol, unos científicos irlandeses y otros chilenos han presentado por separado aplicaciones que ayudan a aliviar los síntomas de la enfermedad de Parkinson y de otra conocida como temblor esencial.

Se trata de un pequeño dispositivo parecido a un celular y bautizado “Grace” del que salen varios electrodos que se colocan sobre los músculos, principalmente del antebrazo, a través de los cuales envían señales que ayudan al usuario a controlar los movimientos involuntarios.

La tecnología torna emocionante el cese casi total de los temblores extremos, lo que ayuda a mejorar la calidad de vida de personas con estos males.

El primer prototipo comercializable estará disponible previsiblemente para mediados de 2019 y tendrá un costo aproximado de unos 1.000 dólares, una cantidad muy inferior a la que tienen las operaciones quirúrgicas asociadas a estas enfermedades.

"Es muy emocionante ver cómo los pacientes encuentran en Grace algo que no existe en el mercado y que les permite recuperar su vida diaria. Muchos de ellos admiten que han perdido su capacidad para salir y disfrutar de cosas tan sencillas como salir a comer o tomar algo", manifestó el ingeniero Felipe Nagel.

En Irlanda, con el uso de un sistema similar a los marcapasos, asimismo se han visto caras emocionadas de pacientes y familiares, como la de un hombre que perteneció al cuerpo de los Reales Infantes de la Marina británica, ya retirado, con un severo grado de Parkinson y que logra recuperar el control de sus extremidades