Brasilia, 4 abr (EFE).- La Corte Suprema de Brasil hizo hoy una pausa en su análisis de un recurso que puede postergar el ingreso en prisión del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, condenado a doce años, con una clara desventaja contra el líder más popular del país.

El receso fue decidido tras unas seis horas de debates y con un resultado parcial de cuatro votos partidarios de negar el recurso de "habeas corpus" presentado por la defensa de Lula, frente a sólo uno que se pronunció por aceptarlo y a falta de que otros seis jueces que se pronuncien.

El recurso intenta que Lula conserve su libertad mientras estén en trámite otras dos apelaciones que le restan, después de que ya ha sido hallado culpable por tribunales de primera y segunda instancia.

El primer voto fue emitido por el juez Edson Fachin, instructor del caso "Lava Jato", por el que ha sido condenado el expresidente, y quien recordó que la propia Corte Suprema, en 2016, ya declaró constitucional que una pena comience a ser ejecutada una vez que se ratifique en segunda instancia, como es el caso de Lula.

Según Fachin, un recurso de esa naturaleza sólo puede concederse "en favor de alguien que tenga amenazada su libertad por alguna ilegalidad o abuso de poder", lo que "no es el caso", agregó.

"No cabe considerar ilegal, amenaza o abuso de poder dos fallos" de tribunales de primera y segunda instancia, sostuvo.

El voto más esperado por especialistas en el área judicial era el de la jueza Rosa Weber, que ha expresado su convicción personal de que una persona no puede ir a prisión hasta tanto sea agoten todas las apelaciones, pese a lo cual desde 2016 ha decidido en casos similares según lo expresado entonces por el pleno.

En este caso, pese a que se conjeturaba que su visión sobre el asunto prevalecería sobre la jurisprudencia dictada en 2016, Weber también negó el "habeas corpus" en favor de Lula.

"He negado recursos similares en respeto a lo que en 2016 había decidido el pleno de la corte, en respeto al colegiado", y "lo hice incluso en contra de mis convicciones personales", declaró Weber, quien apuntó que en este caso "no podría ser de otra manera".

Weber dijo que si no se tratase de un "caso específico", como es el de Lula, y se tratara de un asunto con "repercusión general", lo cual supone que valdría para todos los condenados en esa situación, su posición pudiera ser otra.

En la causa penal a que se refiere el "habeas corpus", una de las siete en que responde ante los tribunales, Lula fue hallado culpable de haberse beneficiado de las corruptelas en la estatal Petrobras mediante la cesión de un apartamento en un balneario paulista.

En primera instancia, Lula fue condenado a nueve años de cárcel, que fueron ampliados a doce en la segunda instancia.

La defensa de Lula ha negado todos los cargos y afirmado que su cliente es víctima de una "persecución política" que intenta impedir que vuelva al poder, meta que se ha trazado para las elecciones de octubre próximo, a pesar de normas que impiden postular a cualquier cargo electivo a los condenados en segunda instancia.

Concluido el intervalo, deberán votar los otros seis magistrados del Supremo, que terminarán de decidir si Lula irá a prisión en los próximos días o si, por el contrario, podrá seguir apelando en libertad.

La sesión comenzó bajo estrictas medidas de seguridad, frente a la posibilidad de que tanto partidarios como adversarios de Lula se manifiesten en las calles de Brasilia, que en esta jornada, en la que hasta ahora no ha habido incidentes, tienen un refuerzo de 4.000 policías.

Para evitar posibles enfrentamientos, las autoridades separaron a ambos bandos con vallas metálicas y cerraron el tránsito en la Explanada de los Ministerios, una avenida que concentra todos los edificios del poder público y en uno de cuyos extremos están el Palacio presidencial, el Parlamento y la sede del Supremo. EFE

Miles de brasileños se manifiestan a favor y en contra de Lula

Sao Paulo, 4 abr (EFE).- Miles de brasileños se manifestaron hoy a favor y en contra del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva en al menos 16 de los 27 estados del país mientras la Corte Suprema decide si le concede un "hábeas corpus" que le aleje de la prisión tras ser condenado por corrupción.

En la capital del país, Brasilia, que cuenta hoy con un amplio dispositivo de seguridad con unos 4.000 policías en su zona central, se reunieron tanto simpatizantes como detractores del líder del Partido de los Trabajadores (PT).

La Policía Militarizada contabilizó unos 4.000 manifestantes de ambas corrientes en los alrededores de la Explanada de los Ministerios, una céntrica avenida en la que se encuentran todos los edificios del poder público, incluidos el Palacio presidencial, el Congreso Nacional y la sede de la Corte Suprema.

En Sao Paulo, la mayor ciudad de Brasil, simpatizantes del antiguo dirigente sindical realizaron actos en la Avenida Paulista y en otros puntos del centro, mientras que en Río de Janeiro optaron por apoyar a su líder frente a la Cámara Municipal.

Las protestas se repitieron en otras importantes capitales del país como Belo Horizonte, Porto Alegre, Recife, Fortaleza, Manaos o Salvador, entre otros.

 

Los 11 magistrados que integran el pleno de la máxima corte judicial del país deliberan desde hace más de seis horas si conceden un "hábeas corpus" al ex jefe de Estado que le permitiría apelar su condena en libertad hasta agotar todos los recursos en las diferentes instancias judiciales.

Sin embargo, si los jueces deciden por mayoría negárselo, su encarcelamiento podría ser ordenado en cuestión de días.

Lula da Silva, que gobernó Brasil entre 2003 y 2010, fue condenado en enero pasado a 12 años de cárcel por un tribunal de segunda instancia que le halló culpable de corrupción pasiva y lavado de dinero.

El proceso, uno de los siete que enfrenta Lula en la Justicia, está relacionado con la trama corrupta destapada en la estatal Petrobras y se refiere a la supuesta cesión al exgobernante de un apartamento en un balneario paulista de parte de OAS, empresa implicada en el escándalo.

Lula sigue de cerca el desarrollo de la sesión en el Supremo en la sede del Sindicato de los Metalúrgicos en Sao Bernardo do Campo, municipio en la región metropolitana de Sao Paulo.

El exmandatario llegó antes del inicio del juicio y se reunió a puerta cerrada con la expresidenta Dilma Rousseff, sindicalistas y aliados políticos. EFE