SANTO DOMINGO, República Dominicana.- “¡A mí me tienen aislada por seguridad, pero no es seguridad es una tortura, porque yo estoy 24 horas en una celda sin educación, recreación, sin nada!”. Así se expresó la interna Sobeida Félix Morel durante el conocimiento de un recurso de amparo que interpuso ante el Juez de Ejecución de la Pena para que le permitan compartir con las demás reclusas de la Cárcel Modelo de Najayo.

Al hacer estas declaraciones frente a la jueza de Ejecución de la Pena del Distrito Nacional, Giselle Soto, la imputada pudo expresar su sentir frente a la magistrada que se reservó el fallo para el 29 de abril a las 9:00 de la mañana.

Según el abogado de Féliz Morel, Félix Portes, la situación de aislamiento a la que está sometida su clienta ya cumplió nueve meses. Resaltó que a Sobeida Félix Morel la tienen aislada, sin derecho a recreación, intimidad, educación y sin participación en actividades especiales que se realizan en la cárcel de Najayo.

“No me permiten, como las demás internas, acceder al área de aeróbicos, al área de voleibol, hacer cursos como las demás internas, no me permiten nada de eso”, afirmó la imputada quien guarda prisión por estar acusada de lavado de activos y asociación de malhechores por sus vínculos en la supuesta red del boricua José Figueroa Agosto, quien está en proceso de juicio en Puerto Rico.

“No me permiten, como las demás internas, acceder al área de aeróbicos, al área de voleibol, hacer cursos como las demás internas, no me permiten nada de eso”

De su lado, los representantes legales de la Procuraduría General de la República, la directora del Centro de Corrección Najayo Mujeres, al coordinador del Nuevo Modelo de Gestión Penitenciario, al Director de Prisiones expresaron que la imputada ha sido sometida a sanciones disciplinarias y que por lo delicado del caso es una reclusa de alto riesgo que tiene que estar bajo máxima seguridad.

Sobeida Féliz Morel, amante del presunto narcotraficante boricua Figueroa Agosto, fue apresada en septiembre del 2009 con 4.5 millones de dólares. Luego de ser favorecida con una libertad bajo fianza, huyó del país.

A su retorno al país fue sancionada por las autoridades del centro penitenciario porque introdujo alrededor de cuatro celulares marca Blackberry de manera ilegal, lo que le costó varias sanciones disciplinaria por violar el reglamento carcelario.