BUENOS AIRES, Argentina.- Diego Maradona, que falleció este miércoles a los 60 años, será velado a partir del jueves en la Casa Rosada de Buenos Aires.

El presidente de Argentina, Alberto Fernández, informó en diálogo con la Televisión Pública que el velatorio se realizará en la sede del poder ejecutivo.

Fernández había decretado tres días de duelo nacional por el fallecimiento del astro argentino.

El único deportista velado en la Casa Rosada fue el quíntuple campeón de la Fórmula 1 Juan Manuel Fangio, en julio de 1995.

Maradona, que el 30 de octubre cumplió 60 años, falleció este miércoles en su residencia de la provincia de Buenos Aires.

El entrenador de Gimnasia y Esgrima La Plata fue ingresado el 2 de noviembre en una clínica de Buenos Aires por anemia, deshidratación y con un "bajón anímico", pero al hacerle estudios se le diagnosticó un hematoma subdural por el que fue operado al día siguiente.

Luego, tuvo "algunos episodios de confusión" que los médicos "asociaron" a "un cuadro de abstinencia".

Maradona estuvo en total nueve días internado y recibió el alta hospitalaria el 11 de noviembre.

Medios de prensa locales atribuyeron el deceso a un paro cardíaco e informaron que Maradona recibió asistencia médica de urgencia en su casa.

El Fiscal General del departamento de San Isidro (provincia de Buenos Aires), John Broyad, dijo en rueda de prensa que el fallecimiento de Maradona "no posee más que características naturales" y que en su cuerpo "no se advirtió ningún signo de criminalidad" o "violencia".

LA PELOTA QUE NO SE MANCHÓ

La vida de Diego Armando Maradona tuvo mucho más que fútbol pero su mito empieza desde la pelota: levantó el Mundial’86 un par de partidos después de marcar el llamado gol de siglo contra Inglaterra, dejó la ciudad de Nápoles como máximo ídolo y los rivales todavía buscan sus regates en Barcelona y Buenos Aires.

Y esa carrera, la de uno de los mejores futbolistas de la historia, fallecido este miércoles a los 60 años, arrancó con un nombre tan particular como el de Los Cebollitas, el combinado con el que dio sus primeros pasos, sus primeros toques vestido de corto más allá de los alrededores de su casa de Villa Fiorito, en la provincia de Buenos Aires.

GAMBETEABA EN UN BARRIO DE BUENOS AIRES

Los Cebollitas, donde Maradona jugó de los 10 a los 14 años, arrasaron durante varios años en sus presentaciones, y fue donde los primeros entendidos vieron el tipo de futbolista que se cocía, cuando algunos medios locales se hicieron eco de que el futuro del fútbol podía estar allí, en ese mediapunta de cabello alborotado.

Se llamaban así porque en los torneos infantiles argentinos los equipos profesionales no podían enviar representación, pero la realidad es que tras ellos se encontraba el club Argentinos Juniors, cuadro en el que pronto se integró Maradona y en el que debutó en Primera con 15 años, en 1976, un año antes de estrenarse con la camiseta celeste y blanca de Argentina.

Allí, en el barrio porteño de La Paternal, donde jugó hasta 1981, hoy todo es Maradona: los grafitis de las paredes con el diez vistiendo el color rojo de "El Bicho", la decoración de los bares y hasta el estadio de Argentinos Juniors, que en la actualidad tiene el nombre Diego Armando Maradona.

PASO FULGURANTE POR BOCA Y CAMINO A EUROPA

A pesar de marcar sus primeros 116 goles como profesional de clubes en Argentinos, "El Diego" solo ganó su primer título, una liga argentina, cuando pasó a Boca Juniors, uno de los cuadros más grandes del país y otra de las que pasaron a ser casas deportivas de Maradona, recordado por multitud de aficionados con la camiseta azul y oro.

El primer paso del Pelusa por Boca duró apenas una temporada, ya que después de sus 28 goles y 17 asistencias, el Barcelona se llevó a Maradona a Europa por 1.200 millones de pesetas, unos 8,5 millones de dólares que por aquel entonces eran cifra récord en el fútbol.

En la capital catalana, la suerte deportiva del astro argentino dio sus primeros reveses, que le impidieron rendir al máximo como futbolista azulgrana: sufrió una hepatitis y una recordada patada del defensor vasco Andoni Goikoetxea, que en 1983 le lesionó de gravedad el tobillo con el coste de apenas una tarjeta amarilla.

La sonrisa se la devolvió a Maradona el cariño que se ganó en Nápoles, donde estuvo siete temporadas. Con toda probabilidad, Nápoles es el lugar del mundo en el que más se llora la muerte del Pelusa junto a Buenos Aires.

UNA COPA DEL MUNDO QUE LO CORONÓ

Desde allí maravilló al mundo con sus mejores años a partir de 1984, con 115 goles que año tras años los afortunados napolitanos vieron en directo y que valieron dos títulos de la Serie A y una Copa de la UEFA, el máximo título continental que consiguió el argentino, que nunca levantó la Champions League o la Copa Libertadores.

Pero nada de ello importa a la hora de estudiar su figura futbolística, porque el trofeo dorado que llevó al cielo del mexicano Estadio Azteca en el Mundial de 1986 le consagró entre los más grandes futbolistas de la historia tras una final que el combinado argentino ganó a Alemania por 3-2.

En los cuartos de final, Maradona había anotado los dos goles de la victoria argentina contra Inglaterra: en una revancha de la Guerra de las Malvinas de 1982, facturó dos tantos con nombre propio.

Primero anotó el conocido como "La mano de Dios", un gol con la mano que subió al marcador, y después se sacó de la chistera una jugada individual en la que regateó siete veces a sus rivales antes de marcar, un episodio antológico cuya narración radial por parte del uruguayo Víctor Hugo Morales, que le había bautizado como 'Barrilete Cósmico', fue retransmitida este miércoles por medios de todo el planeta.

LE CORTARON LAS PIERNAS Y CUANDO ÉL SE LAS CORTÓ

Maradona reconoció que consumió droga por primera vez en su época en el Barcelona, y él mismo calificó ese momento como "el error más grande" de su vida.

No fue hasta 1990 cuando su problema con la cocaína se maximizó y recibió una suspensión de 15 meses por parte de la FIFA tras un positivo por cocaína con el Nápoles.

"Porque se equivoque uno, no lo tiene que pagar el fútbol. Yo me equivoqué y pagué, pero la pelota no se mancha", declaró en un homenaje en "su" Bombonera, la cancha de Boca.

Cuando venció la sanción, sus últimas aventuras deportivas en el Sevilla, Newell’s Old Boys y su despedida en Boca Juniors en 1997, con su adiós oficial al fútbol en un partido contra River Plate en el que fue sustituido por un joven Juan Román Riquelme.

Más allá de sus problemas con las drogas, que persistieron durante años tras su retirada, Maradona siempre sostuvo que la otra gran sanción que marcó su carrera futbolística, fue injusta.

"Me cortaron las piernas", dijo 'el Pelusa' en referencia a la FIFA sobre la ocasión en la que le impidieron finalizar el Mundial 1994 por un positivo por una sustancia estimulante llamada efedrina que lo tuvo otros quince meses alejado de los terrenos de juego, en los que en total marcó 346, 34 de ellos con la selección.

Veintiséis años después, quienes se han quedado sin piernas han sido los millones de argentinos que lloran la muerte del futbolista con el que crecieron.

SUS MEJORES FRASES

Inteligente, explosivo, perspicaz y polémico, así como era en el campo de juego, también lo era Diego Maradona fuera de las canchas.

A lo largo de sus 60 años de vida, dejó innumerables frases para la inmortalidad.

Algunas divertidas, otras dignas de análisis y unas tantas soeces, pero siempre dio de qué hablar.

1. DROGAS

"Me cortaron las piernas", cuando fue expulsado del Mundial de Estados Unidos 1994 a raíz de su positivo por dopaje.

"Fui, soy y seré drogadicto", para referirse a su adicción a las drogas y al alcohol.

"Con mi enfermedad yo di ventajas. ¿Sabés qué jugador hubiese sido yo si no hubiese tomado droga?".

"Yo nunca quise ser un ejemplo. Solo les pido que me dejen vivir mi propia vida", sin duda la frase que mejor representa a su personalidad.

"Yo me equivoqué y pagué, pero la pelota no se mancha", en su partido despedida en 2001 en La Bombonera, la cancha de Boca.

2. SELECCIÓN

"¿Cómo hice el gol? Lo hizo la mano de Dios", cuando narró a los periodistas en 1986 su gol a Inglaterra.

"¿El primer gol a Inglaterra? Fue la mano de Dios. Les ofrezco mil disculpas a los ingleses, de verdad, pero volvería a hacerlo una y mil veces. Les robé la billetera sin que se dieran cuenta, sin que pestañearan".

"Pase lo que pase y dirija quien dirija, la camiseta número 10 será siempre mía".

"A los que no creyeron en mí, que la chupen, que la sigan chupando. Ustedes me trataron como me trataron, sigan mamando", a los periodistas argentinos después de clasificar a la selección de Argentina al Mundial 2010.

"Vos también, Pasman, vos también la tenés adentro", se la dijo al periodista Juan Carlos Pasman quien lo criticó y se desquitó en conferencia de prensa después de clasificar a la Albiceleste al Mundial 2010.

"A Grondona se le escapó la tortuga".

"Grondona me mintió, Bilardo me traicionó", tras dejar de ser el DT de Argentina.

3. TEMAS VARIOS

"Yo crecí en un barrio privado de Buenos Aires. Privado de luz, de agua, de teléfono", explicó sobre sus orígenes en Fiorito.

"Yo no soy ningún mago: los magos son los que están en Fiorito porque viven con mil pesos al mes", otra sobre su barrio.

"Pelé debutó con un pibe y le pegó a la jermu", una de las tantas que hizo sobre el exjugador brasileño, con quien tuvo odios y amores.

"Si él es Beethoven, yo soy el Ron Wood, Keith Richards y Bono del fútbol, todos juntos; porque yo era la pasión del fútbol", otro dardo a Pelé.

"Cuando entré al Vaticano y vi todo ese oro me convertí en una bola de fuego, y después he escuchado al Papa decir que la iglesia se preocupaba por los niños pobres. Entonces, ¡vendé el techo o haz algo!", después de salir del Vaticano en 1985.

"Por mi madre estaría dispuesto a matar, a dejar el fútbol. Mi madre es el amor más grande de mi vida", en referencia a Dalma Franco, 'la Tota'.

"Jugar sin público es jugar adentro de un cementerio", la dijo recientemente sobre los partidos sin hinchas por la pandemia de la covid-19.

"Yo soy zurdo del todo, de izquierda del todo: de pie, de fe y de cerebro".

"Bush es un asesino, yo prefiero ser amigo de Fidel".

"Yo quería ir a Estados Unidos, pero el cabeza de termo de Clinton no me deja entrar", cuando supo que le prohibieron entrar a Estados Unidos en 1996.

"Si los novios de mis hijas las hacen llorar dos o tres veces, van a tener un accidente".

"Mis hijas legítimas son Dalma y Gianinna. Los demás son hijos de la plata o de la equivocación".

4. EL FÚTBOL

"Tengo dos sueños: el primero es jugar un Mundial y el segundo, ganarlo".

"Un Boca-River es distinto a todo. Es como dormir con Julia Roberts".

"Llegar al área y no poder patear al arco es como bailar con tu hermana".

"Los penaltis los falla solo quien tiene el coraje de tirarlos".

"No se puede ser un fenómeno todo el año. Maradona no siempre juega de Maradona".

"Ver jugar a Messi es mejor que tener sexo".

"Yo tengo línea directa con 'el Barba'".

"Coppola es vivísimo. Fuma debajo del agua", sobre la relación con Guillermo Coppola, quien fuera por muchos años su mánager.

"He hecho todo lo que he podido y no creo que me haya ido mal".

"Ganarle a River es como que tu mamá te venga a despertar con un beso por la mañana".

"Cuando dicen que soy Dios yo respondo que están equivocados: soy un simple jugador de fútbol. Dios es Dios y yo soy Diego, el Diego de la gente".

"Si me muero, quiero volver a nacer y quiero ser futbolista. Y quiero volver a ser Diego Armando Maradona. Soy un jugador que le ha dado alegría a la gente y con eso me basta y me sobra".

"Tampoco muerto encontraría paz. Me utilizan en vida y encontrarán el momento de hacerlo estando muerto", la que resume lo que pensaba sobre algunas personas de su entorno. EFE