MADRID, España/ ROMA, Italia.- España e Italia, los países ahora con más muertos por coronavirus COVID-19, registraron este domingo un descenso en el número de fallecidos.

España reportó 674 muertes en las últimas horas, la cifra más baja en diez días, mientras la presión en hospitales y cuidados intensivos también se relaja.

Tras una semana fatídica, en la que se alcanzaron 950 muertes diarias el 2 de abril, las estrictas medidas de confinamiento aplicadas desde el 14 de marzo y que se deberían prolongar hasta el 25 de abril empiezan a dar sus frutos.

El gobierno ha comenzado a hablar acerca de cómo abordar la siguiente fase de "desescalada" para levantar paulatinamente las restricciones sin provocar una segunda oleada de contagios en el país, el segundo con más muertes del mundo por la pandemia después de Italia.

"Se trata de ser muy prudente para no desperdiciar todo el esfuerzo que ha hecho la sociedad española", advirtió el ministro de Sanidad, Salvador Illa.

Según los datos divulgados este domingo por su ministerio, los fallecidos en las últimas 24 horas aumentaron en un 5,7% hasta los 12.418, cuando hace dos semanas habían llegado a crecer por encima del 30%.

Los contagios también se ralentizan, con un incremento del 4,8% hasta los 130.759 casos diagnosticados, mientras que las altas de pacientes siguen en aumento y ya hay 38.080 enfermos que se han curado.

"La presión está disminuyendo", dijo la doctora María José Sierra, del centro de emergencias sanitarias, destacando que se observa "un cierto descenso" en el número de casos hospitalizados y de los ingresados en cuidados intensivos.

En el hospital Severo Ochoa de Leganés, en la región de Madrid, la más impactada, los pacientes en urgencias habían vuelto a los niveles registrados antes del brote.

"Las urgencias recuperan la normalidad después de tantos días de lucha contra el coronavirus", señaló Jorge Rivera, responsable de comunicación de este hospital del que se habían publicados vídeos con camas acumuladas en sus pasillos.

"A nivel hospitalario, la situación es más estable. Los pacientes en UCI (unidad de cuidados intensivos) no aumentan tanto y empieza a haber bastantes altas", coincidía Empar Loren, enfermera en el hospital Arnau de Vilanova de Lleida, en Cataluña (noreste).

"Empezamos a ver la luz al final del túnel", dijo el sábado el jefe de gobierno Pedro Sánchez, cuando anunció una prórroga de dos nuevas semanas del confinamiento que debe ser ratificado por el Congreso.

– Sevilla sin Semana Santa –

Desde el 14 de marzo, los españoles viven confinados en sus casas, pudiendo salir únicamente para ir a trabajar si el teletrabajo no es posible o para actividades básicas como hacer la compra o pasear al perro.

Además, desde el 30 de marzo hasta el 9 de abril, el gobierno decretó la paralización de toda actividad económica "no esencial" que, en este caso, no debe prolongarse.

El ecuador de este confinamiento coincide con el domingo de Ramos y el inicio de las festividades de Semana Santa, muy arraigadas en el país.

"Te asomas a la ventana, ves el sol, el día espléndido y piensas que ya me estaría poniendo el traje para irme a la calle", dijo Moisés Ruz, portavoz del Consejo de Cofradías y Hermandades de Sevilla (sur), cuyos pasos y procesiones fueron suspendidos.

"Es como si no fuera Semana Santa, como si no fuera Domingo de Ramos", añadió en una conversación telefónica mientras esperaba que comenzara en la televisión la retransmisión de la misa dominical.

Mientras los ciudadanos asumen con resignación pasar en casa los festejos de Semana Santa, las autoridades sanitarias insisten en las medidas para que el fin del confinamiento no conlleve el descontrol de la epidemia.

El ministro de Sanidad aseguró que empezó a distribuir un millón de tests de diagnóstico rápido a las autoridades regionales y les pidió un listado de instalaciones donde poder aislar a las personas que den positivo.

"Nuestro objetivo fundamental en esta fase de desescalada es que a cualquier persona con síntomas se la diagnostique de forma precoz y se la aísle", dijo la doctora María José Sierra, quien también reconoció estudiar "muy seriamente" la obligatoriedad de usar mascarillas para salir a la calle.

Italia piensa ya en un plan para salir "gradualmente" de la pandemia

Italia, que observa una desaceleración de la pandemia, piensa ya en su recuperación con un plan sanitario, aunque el gobierno advierte que el retorno a la normalidad no será de hoy para mañana.

Este país, hasta ahora el más enlutado del mundo por el flagelo, tuvo el sábado y este domingo una disminución en el número de hospitalizaciones en cuidados intensivos, por primera vez desde que estalló la crisis en su territorio hace más de un mes.

– ¿Cuándo volverá la vida?

Temiendo un relajamiento del comportamiento de la gente por la llegada de la primavera y las vacaciones de Pascua, las autoridades no dejan de repetir en los últimos días: "No hay que bajar la guardia".

"No estamos en condición de aligerar las medidas" de confinamiento, advirtió el primer ministro, Giuseppe Conte, al anunciar que Italia seguirá paralizada al menos hasta el 13 de abril.

"La emergencia no ha terminado. El peligro no ha desaparecido. Tenemos aún unos meses difíciles por delante, no desperdiciemos los sacrificios hechos", exhortó el domingo el ministro de Salud, Roberto Speranza, en una entrevista con los diarios Il Corriere della Sera y La Repubblica.

El objetivo es una vuelta a la normalidad "lo antes posible", agregó el ministro sin dar una fecha.

¿Y después ? El jefe de Protección Civil, Angelo Borrelli, quien da todos los días el balance de víctimas, anunció que Italia seguiría confinada hasta el 1 de mayo, aunque precisó que la decisión correspondía exclusivamente al gobierno.

Cauteloso, Borrelli mencionó el 16 de mayo como posible fecha de entrada en una "fase 2″, sinónimo de "coexistencia con el virus", pero sólo "si la evolución (de la pandemia) no cambia".

– ¿Con cuáles medidas sanitarias? –

El ministro de Salud expuso el domingo un plan estratégico en cinco puntos "para salir gradualmente" de la pandemia, el cual preconiza el uso generalizado de mascarillas, el distanciamiento social escrupuloso en los lugres de vida y de trabajo" y un dispositivo de hospitales dedicados a la COVID-19, que quedarán abiertos tras la crisis para impedir un posible retorno del virus.

El gobierno prevé reforzar "las redes sanitarias locales" para que cada enfermo identificado pueda ser objeto de pruebas de detección y del tratamiento, así como tomar muestras de la población para determinar el número exacto de contaminados.

El gobierno considera también el uso de una aplicación en los teléfonos inteligentes, basada en el modelo surcoreano, para ubicar los movimientos de los enfermos diagnosticados en las 48 horas anteriores a la infección y favorecer la telemedicina para, por ejemplo, vigilar a domicilio su frecuencia cardíaca y su nivel de oxígeno en la sangre.

– ¿En qué orden? –

"Incluso cuando los casos de coronavirus caigan a cero, la vida no será la misma durante mucho tiempo", advirtió el presidente del Instituto Superior de Salud (ISS), Silvio Brusaferro.

Con la relajación de las medidas de confinamiento, las primeras actividades que deberían reanudarse son las vinculadas a la cadena de suministro alimentario y farmacéutico. Eso también debería ser el caso de los artesanos cuyas tiendas pasen un número limitado de personas.

Los bares, restaurantes, discotecas o gimnasios serán los últimos en abrir y, llegado el momento, es probable que sus propietarios deban prever una distancia de seguridad de al menos un metro entre sus clientes y con su personal.

Las personas que deseen volver a Italia -unos 200.000 italianos actualmente según cifras oficiales- deberán ponerse en aislamiento y presentar a bordo de un avión o de un tren una declaración jurada en la que se precise la dirección en la que deberán someterse a un período de cuarentena.

Los transportes públicos deberán mantener una frecuentación baja, lo que sería posible gracias a los controladores encargados de hacer respetar una distancia entre los pasajeros, utilizando sólo un asiento sobre dos o dejando que un número limitado de personas suba a bordo de los trenes de metro, autobús o tren.

(Photo by Fred TANNEAU / AFP)

– En todo el mundo, según la OMS –

La Organización Mundial de la Salud (OMS) confirmó hoy más de 82 mil nuevos casos de COVID-19 en todo el mundo, lo que eleva el total global a 1.13 millones, mientras que los fallecidos son 62.884, menos de 6 mil más que en la jornada anterior.

La pandemia afecta a 208 países y territorios, según la organización, cuyas cifras siguen mostrando una aceleración en el número de casos y fallecimientos diarios globales pese a la estabilización en grandes focos de contagio como Italia o España.

Según cifras de las diferentes autoridades sanitarias nacionales, que muestran unos números ligeramente superiores a los de la OMS, los pacientes recuperados ascienden ya a 253 mil en el planeta, mientras que más de 44 mil se encuentran en estado grave o crítico.

Estados Unidos es de acuerdo con esos datos el país con un mayor número de casos, 312.000, seguida de España (130.000) e Italia (124.000).

Por número de decesos, es Italia quien encabeza la lista, con 15.362 muertes, seguida de España (12.418) y Estados Unidos (8.468). EFE y AFP