SANTO DOMINGO, República Dominicana.- Al compartirse entre fumadores la boquilla de estas pipas de agua, los usuarios quedan expuestos a la transmisión de enfermedades tales como tuberculosis, herpes labial, cáncer de pulmón y la destrucción de los dientes por causa de sarro y otras enfermedades periodontales.
Este símbolo de moda entre los jóvenes, principalmente, constituye un peligro para la salud física y mental de esta franja vulnerable de la sociedad dominicana, se lee en las justificaciones del documento legal aprobado por diputados y senadores.
Ahora solo resta la firma del Poder Ejecutivo para su promulgación y la posterior acción de las autoridades para que se cumpla tal prohibición y se erradique así el uso de la hookah en lugares cerrados bajo techo, de uso colectivo y en vehículos destinados al transporte de pasajeros.
Penas económicas para fumadores y dueños de establecimientos
La violación a esas disposiciones se castigará con penas de cinco a diez salarios mínimos a los propietarios de establecimientos públicos o privados que permitan o toleren el uso de ese dispositivo, y de cinco a quince salarios mínimos para las personas que lo utilicen en establecimientos abiertos o cerrados.
La Organización Mundial de la Salud sostiene que en el narguile no existe ningún mecanismo que reduzca la exposición de los fumadores a las toxinas presentes en el tabaco y, por ende, al riesgo de padecer enfermedades relacionadas con su consumo, lo que desmiente la idea de que el agua presente en el dispositivo sirve como filtro.
Los defensores del hookah dicen que solo se fuma vapor de agua
Esto no es así y se comprueba en todo el proceso: el carbón calienta el tabaco cuyo humo pasa por el cuerpo del dispositivo al aspirarse por la boquilla. Una vez que llega al agua, esta se encarga de condensar más el humo dándole sabor si se ha añadido algún zumo, licor o algún otro ingrediente.
Es imposible que la pipa de agua alcance una temperatura suficiente para evaporar el agua de la base y, por tanto, el humo inhalado es el producto de la combustión del tabaco, que además contiene la adictiva nicotina.
Según diversos estudios científicos, al fumar así se adquiere un nivel de monóxido de carbono en la sangre cuatro a cinco veces mayor que al inhalar un cigarrillo común y corriente, ya de por sí atentatorio a la salud.
Fumar una pipa de agua durante 45 minutos produce 36 veces más nicotina que fumar un cigarrillo durante cinco minutos, ha determinado Thomas Eissenberg, profesor asociado de psicología de la Universidad de Virginia, quien durante décadas ha estudiado el uso del narguile y sus impactos.