REDACCIÓN.-(Claude Summers/NEW CIVIL RIGHTS MOVEMENT) El compromiso del presidente Barack Obama con la inclusión se ha concretado por sus nombramientos en el servicio exterior y otras áreas, que han ayudado a hacer un gobierno de Estados Unidos más representativo de la diversidad de su pueblo.

Además de un número sin precedentes de las minorías raciales y étnicas, el presidente Barack Obama ha nombrado a un número sin precedentes de funcionarios LGTBIQ, incluidos jueces y embajadores que requieren la confirmación del Senado.

Antes de la presidencia de Obama, había habido sólo dos embajadores de Estados Unidos abiertamente homosexuales. El primero, James C. Hormel, nominado por el presidente Bill Clinton como embajador en Luxemburgo en octubre de 1997.

Aunque Hormel era eminentemente calificado para el puesto y rápidamente obtuvo la aprobación de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado, fue sometido a una batalla de confirmación desagradable en la cual fue difamado y despreciado por senadores republicanos homofóbicos, como Jesse Helms y John Ashcroft. Su nombramiento fue bloqueado efectivamente por el líder de la mayoría del Senado republicano, Trent Lott, quien se negó a programar una votación.

Finalmente, en mayo de 1999, ante la indignación de algunos republicanos, Clinton nombró embajador a Hormel mediante un "nombramiento de receso".

En 2001, con poca controversia pública, el funcionario de carrera del servicio exterior Michael E. Guest fue nominado embajador en Rumania por el presidente George W. Bush y se convirtió en el primer embajador abiertamente homosexual confirmado por el Senado. Guest sirvió como embajador hasta 2003 y posteriormente en Departamento de Estado hasta su retiro en 2007.

En su ceremonia de retiro, Guest criticó duramente a la secretaria de Estado, Condoleeza Rice, (y por extensión a Bush) por la discriminación que sufren los empleados LGTBIQ  y específicamente por los beneficios negados a sus parejas del mismo sexo. Dejó claro que su decisión de retirarse fue el resultado directo de esta discriminación:

"Durante los últimos tres años, he instado al Secretario y su equipo de dirección para corregir las políticas que discriminan a empleados homosexuales. Nada absolutamente ha resultado de esto. Y por esto me he sentido obligado a elegir entre las obligaciones con mi pareja, que es mi familia, y el servicio a mi país. Que nadie debería tener que tomar esa decisión es una mancha en el liderazgo de la Secretaría, y una vergüenza para esta institución y nuestro país”.

Los embajadores de Obama

En contraste con las dificultades que enfrentaron Hormel y Guest, los embajadores designados por Obama han tenido pocas dificultades en el proceso de confirmación y recibieron apoyo incondicional del Departamento de Estado. Además, han sido estimulados a hacer de la promoción de los derechos de los LGTBIQ una parte clave de su cartera.

(Por otra parte, muchos de los beneficios de que se quejó Guest que se le negaron a su pareja durante el gobierno de Bush se extendieron por parte de la entonces secretaria de Estado, Hillary Clinton, en 2009. Otros fueron añadidos después de que la Ley de Defensa del Matrimonio fue declarada inconstitucional en 2013, validando así las uniones y matrimonios LGTBIQ.)

Como declaró Hillary Clinton en las Naciones Unidas en 2011, en virtud de la política oficial de EE.UU en la administración de Obama, "los derechos de los homosexuales son derechos humanos."

Obama nombró a siete embajadores abiertamente homosexuales: embajador de EE.UU. en Nueva Zelanda y Samoa, David Huebner (que sirvió desde 2009 hasta 2014); embajador de EE.UU. ante la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), Daniel Baer; embajador de EE.UU. en España y Andorra, James Costos; embajador de EE.UU. en Dinamarca, Rufus Gifford; embajador de EE.UU. en la República Dominicana, James "Wally" Brewster; embajador de EE.UU. en Australia, John Berry; y el embajador de EE.UU. en Vietnam,Ted Osius.

Los seis embajadores que cumplen actualmente abiertamente homosexuales participaron en un panel de discusión −patrocinado por la Campaña de Derechos Humanos, la Fundación Harvey Milk, y GLIFAA, una organización para los empleados del servicio exterior LGTBIQ− en el Newseum, en Washington, D.C.

Los seis participantes compartieron sus experiencias personales y las obligaciones de representar no sólo su país, sino también a la comunidad LGTBIQ.

Particularmente interesante es el contraste entre las experiencias de Brewster en República Dominicana, país que no mira con buenos ojos la homosexualidad y otras orientaciones sexuales LGTBIQ, y de Gifford, en Dinamarca, un país en particular amigable con los gais. En República Dominicana el embajador y su marido han sido asediados ya veces vilipendiados como una pareja de homosexuales y defensores de los derechos LGTBIQ. En Dinamarca el embajador y su marido son celebrados y su boda se convirtió en un acontecimiento social importante.

El embajador Brewster

Brewster, un hombre de negocios de Chicago que ha servido como copresidente de la National LGTBIQ del Comité Nacional Demócrata y en el Consejo de la Campaña de Derechos Humanos, fue nombrado embajador en la República Dominicana el 22 de junio de 2013.

Su nombramiento fue recibido con hostilidad por parte de la influyente jerarquía religiosa de República Dominicana. En una conferencia de prensa, la personalidad católica de más alto rango de República Dominicana en esos momentos, el cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez, se refirió a Brewster como "maricón" −un término despectivo que se traduce generalmente al inglés como “faggot”.

Otro funcionario católico, Monseñor Pablo Cedano, obispo auxiliar de Santo Domingo, emitió una amenaza velada contra el candidato. "Espero que no llegue al país, porque sé que si él viene, va a sufrir y tendrá que irse", dijo Cedano. Añadió que era "una falta de respeto" que Obama "… envíe a una persona de este tipo como embajador".

Los cristianos evangélicos fueron igualmente inhóspitos. El expresidente de la Confraternidad Evangélica de la nación, Cristóbal Cardozo, consideró la designación de Brewster como "un insulto a las buenas costumbres dominicanas" y dijo que no es apropiado enviar un embajador como Brewster a "un país donde las relaciones homosexuales no son aprobadas, ni legal ni moralmente."

El 22 de noviembre de 2013, Brewster fue juramentado como Embajador de  EE.UU. a la República Dominicana por el vicepresidente Joe Biden. Apenas unas horas más tarde, Brewster se casó con su pareja de mucho tiempo, Bob J. Satawake. La ceremonia y la recepción se llevaron a cabo en el hotel Hay-Adams, con vista al Jardín Sur de la Casa Blanca.

El embajador Brewster y su marido han perseverado en un país que penaliza la homosexualidad y constitucionalmente no incluye el matrimonio entre personas del mismo sexo. Brewster y Satawake se han negado a permitir que la hostilidad de los homófobos los disuada de su compromiso con la igualdad de derechos.

Han enfrentado los ataques abiertamente y con dignidad, siempre conscientes de que su sola presencia en el país da esperanza a aquellos que no pueden hablar por sí mismos. Ellos saben que su apertura como una pareja homosexual en sí es una declaración poderosa:

Brewster enfureció a sus detractores, especialmente, cuando él y Satawake se reunieron con líderes LGTBIQ dominicanos, lo que provocó la protesta del embajador de República Dominicana en el Vaticano.

En junio de 2016, el embajador Brewster anunció que él y su marido participarían en la caravana del orgullo gay en República Dominicana

El embajador Gifford

Gifford, hijo de una familia de banqueros de Boston y exproductor de películas, llegó a la prominencia política como un recaudar de fondos prodigioso, por primera vez para la campaña de John Kerry de 2004, y luego para Obama. En la campaña de 2008, colectó unos USS80 millones como jefe de la operación de recaudación de fondos de Obama en el sur de California. Posteriormente se convirtió en un recaudador de fondos para el Comité Nacional Demócrata, y luego director de finanzas de la campaña de reelección de Obama. En esta institución, se cree que ha recaudado más de mil millones de dólares.

Gifford fue nombrado embajador en Dinamarca en 2013 y rápidamente se convirtió en una celebridad nacional, que aparece con frecuencia en programas de la radio y la televisión danesa. En 2014, apareció en su propio “reality show” de seis episodios (o, como él prefiere, "documental") titulado “Yo soy el embajador de Estados Unidos”, que recorre su vida profesional y personal en el transcurso de tres meses.

En el primer episodio de la serie, dijo: "La pregunta más común que recibo es qué hace un embajador, y la única manera de explicarlo a la gente es en la vida diaria". Por lo tanto, el programa trató de responder a la pregunta, invitando los espectadores a que lo siguen durante su trabajo y en su vida en general.

El espectáculo fue un sorpresivo éxito y fue renovado para una segunda temporada. Se ganó el equivalente danés de un Emmy y convirtió a Gifford en un rostro y una personalidad familiares, sobre todo porque comparte libremente muchos aspectos personales de su vida, incluyendo su crianza en un pequeño y rico pueblo de Massachusetts, su experiencia, y su relación con su socio el Dr. Steven DeVincent, un veterinario de Provincetown.

Pero como ha observado el crítico de los medios daneses, Mads Hvas Jensen, el programa hizo más que a destacar al mismo Gifford. También hizo avanzar la diplomacia estadounidense. Gifford ha comprendido la utilización estratégica de la televisión para presentar la política exterior de Estados Unidos bajo una luz favorable, especialmente para los jóvenes. Desde esta perspectiva, la apertura de Gifford, incluso sobre su sexualidad y su defensa de los derechos LGTBIQ, pueden verse como un medio para demostrar los avances realizados por la administración de Obama en los últimos años.

Entre los principales avances recientes en materia de derechos civiles estadounidense está la consecución de la igualdad de matrimonio en todo el país el 26 de junio de 2015. Por lo tanto, no sorprende que en octubre de 2015, Gifford y DeVincent decidieran casarse, y presentaran su boda en el programa de televisión.

También tomaron la decisión de casarse no en los EE.UU., ni siquiera en la embajada de Estados Unidos, sino en la del Ayuntamiento de Copenhague, donde fueron recibidos por el Señor Alcalde en la misma habitación de oro y filigrana en la cual las primeras bodas del mundo reconocidas legalmente del mismo sexo se llevaron a cabo en 1989.

La decisión de casarse en Dinamarca fue “una declaración," De Vincent dijo a Vogue. "Nos casamos en el Ayuntamiento de Copenhague porque es el sitio donde ocurrió la primera unión civil entre personas del mismo sexo. También deseaba mucho tener la boda en Dinamarca, porque una vez que Rufus se convirtió en embajador, sabíamos que iba a ser nuestro hogar durante los próximos tres años y medio. Iba a ser el tiempo más largo que hemos vivido alguna vez en un mismo lugar”. Y añadió:"Una vez allí, el país resultó tan acogedor para nosotros que queríamos también mostrar nuestro agradecimiento. "

El embajador Gifford ha hablado a favor de los derechos LGTBIQ y ha participado en desfiles del Orgullo no sólo en la Copenhague liberal, sino también en otras áreas que aceptan menos este punto de vista, incluyendo Groenlandia y las Islas Feroe. Por ejemplo, Gifford y DeVincent y los miembros del personal de la embajada participaron en las celebraciones del Orgullo LGTBIQ en Faroe el 27 de julio de 2016, a los que asistió el 10 por ciento de la población.

Conclusión

Los embajadores abiertamente homosexuales de Estados Unidos son un grupo impresionante. Algunos, como Costos y Gifford han sido elegidos, como costumbre bipartidista tradicional y  honorable, por sus conexiones políticas y personales con el Presidente. Otros, como los Embajadores Baer y Osio, se eligieron debido a su experiencia académica o cultural. Los embajadores tienen estilos diferentes y se enfrentan a desafíos diferentes, pero todos se han distinguido en sus puestos de trabajo.

Además de la diplomacia habitual que practican, también sirven como símbolos de vida de los avances de Estados Unidos en los derechos humanos.

Cuando desfilan en las celebraciones del Orgullo LGTBIQ, por ejemplo, hacen una importante declaración sobre los valores estadounidenses en general y sobre la política de Estados Unidos bajo Obama en particular.

Cuando el embajador Berry responde a una pregunta sobre el matrimonio entre personas del mismo sexo, se cuida de no interponerse a sí mismo en el debate de Australia sobre el tema, sin embargo, promueve la búsqueda de la igualdad en el matrimonio, ofreciendo el ejemplo de su propio matrimonio.

Del mismo modo, las bodas de alto perfil de los embajadores Gifford en Copenhague y Baer en Viena también han ayudado a normalizar las relaciones del mismo sexo aquí y en el extranjero, al igual que el ejemplo del embajador Osius y su marido y sus hijos en Vietnam. En agosto de Osius y Bond renovaron sus votos en una ceremonia presidida por la juez del Tribunal Supremo de EE.UU, Ruth Bader Ginsburg, y con la presencia de varios defensores de los derechos LGTBIQ. "Pensamos que podría ser significativo no sólo para nosotros, sino para la comunidad LGTBIQ en Vietnam", dijo Osius.

La dignidad y la firmeza del embajador en República Dominicana, James W Brewster, ante el insulto, ofrece esperanza a aquellos que no son capaces de hacer frente a la homofobia por sí mismos; y la denuncia de la ley contra la propaganda de Rusia de Baer gana una mayor credibilidad por su apertura en cuanto a su propia sexualidad.

El nombramiento de embajadores abiertamente homosexuales ayuda a cumplir con la promesa de campaña del presidente Obama de hacer que la cara del gobierno estadounidense sea más representativa de las personas de esta nación. Sin embargo, hace más que eso.También anuncia al mundo que en EE.UU las oportunidades no están limitadas debido a quién se ama, e ilustra concretamente que el tan manido apoyo del país de los derechos humanos incluye los derechos de la comunidad LGTBIQ.