SANTO DOMINGO, República Dominicana. – Al llegar Navidad, el reencuentro familiar reluce, y parte de esos reencuentros dependen del transporte que miles de dominicanos utilizan para llegar a las provincias del territorio nacional en que se encuentran sus seres queridos.
Los propietarios de guaguas, los mismos choferes, cobradores y venduteros que se asientan en las zonas aledañas a las paradas, esperan la época por el usual aumento en el flujo de pasajeros.
Si el año pasado los choferes afirmaron que el negocio estaba en bajas, la temporada navideña llegó (o se asoma) con los mismos humos.
“Este año ha sido el más lento. Hoy se esperaba que más guaguas pudieran viajar y varias han salido vacías”, dijo Andrés Hernández, chofer de una guagua que viaja a Espaillat, Moca.
“El año más pobre que vamos a tener aquí va a ser este de ahora. Las guaguas se están yendo vacías, ni la mitad de gente que viajó el otro año”, añadió el supervisor de la parada de autobuses ubicada en el kilómetro 9 de la Autopista Duarte, Darío Mateo.
Las razones de la baja en el flujo de pasajeros se adjudican a razones variadas. Una de ellas, según comentan, es la crisis económica que acarrea la actual gestión de gobierno, por lo que las personas abandonan las tradiciones que implican mayores gastos para subsistir.
“La economía, el gobierno la tiene muy mala. Las personas ya no tienen tradiciones, no tienen dinero para poder transportarse. Eso es lo que sucede”, planteó Andrés Hernández.
“El negocio era próspero en los años de Hipólito y Leonel, pero Danilo no riega no, Danilo es to´ pa´ el”, criticó otra persona en la parada.
Gregory Durán Fernández, de 21 años, lleva la vida ayudando en el negocio familiar que está dentro de la parada de guaguas. Allí ayuda en la venta de comida. Él, en cambio, entiende que cada año se ve menos el flujo de gente por las paradas.
A pesar de que hay una temporada baja desde octubre hasta el 15 de diciembre, ha visto menos cantidad de personas pasar en busca de viajar al interior.
Desde el lado de los pasajeros, Yolanda Mieses asegura que el transporte público aumenta unos cinco o diez pesos durante la Navidad.
“Debe quedarse igual porque es un viaje normal, lo único es que uno tiene más días libres y siempre quiere viajar a los pueblos”.
Zoraida Pérez, que frecuenta viajar el interior en esta época, dijo que el precio de los pasajes se mantiene estable y a su entender, hay más pasajeros.