SANTO DOMINGO, República Dominicana.- Bob Satawake, esposo del embajador de los Estados Unidos en República Dominicana, escribió en su blog personal un artículo exhortando a las personas a no dejarse controlar por las iglesias, los grupos de presión ni los Estados, sino a defender sus derechos individuales, sus derechos de participar y decidir.
En el blog personal de Satawake aparece el artículo en inglés y en español, titulado ¿Gobernados o controlados?, y explica las razones por las personas deben luchar por sus creencias sin dejarse controlar o gobernar por grupos externos.
“Cuando los individuos ejercen sus voces abiertamente sin influencia o restricción del estado, iglesia u otras presiones externas entonces y sólo entonces puede florecer la democracia para todos”, escribe el esposo del embajador James “Wally” Brewster.
A continuación el artículo de Bob Satawake
¿Gobernados o controlados?
He estado observando los conflictos en todo el mundo y como resultado de mi posición única para ver la política internacional que tengo que hacer muchas preguntas acerca de la intención del proceso legislativo en todo el mundo. Hay una cantidad extraordinaria de problemas y conflictos candentes en todo el mundo hoy. Hay guerras, hay conflictos sociales, culturales y religiosos, y hay más conflictos jurídicos de lo que se puede contar. Nuestros gobiernos a través de la política ejecutiva, política exterior y procesos legislativos tratan de resolver problemas y conflictos para gobernar, pero a veces no puedo dejar de señalar que la intención no es siempre de gobernar, sino de controlar. ¿Cuál es la diferencia entre gobernar y controlar? ¿Son realmente tan diferentes?
Nací en los Estados Unidos, un país donde la democracia y el proceso democrático son la base de nuestro gobierno. Soy una persona de mente abierta y he viajado a más de cincuenta países en mi vida. He estudiado diversas formas de gobiernos y procesos políticos y es mi creencia de que los seres humanos son mejor cuando viven en una sociedad libre y abierta que proporciona un camino para que sus voces y las opciones que se escuchen sin restricciones. Desafortunadamente, no todos los países y líderes mundiales se sienten igual y no todas las poblaciones tienen la oportunidad y libertades para expresarse libremente. Esto nos deja sin soberanía sobre nuestro proceso de toma de decisiones personales y, posteriormente, se traduce en que estemos en condiciones de ser controlados y no gobernados. Sin soberanía personal no puede haber democracia. Cuando los gobiernos optan por el proceso legislativo o decreto a ejercer control sobre nuestro derecho individual a nuestras vidas personales, elecciones y decisiones, la democracia falla. Cuando los individuos ejercen sus voces abiertamente sin influencia o restricción del estado, iglesia u otras presiones externas entonces y sólo entonces puede florecer la democracia para todos.
La historia ha demostrado que cuando el estado gobierna proporcionando caminos de la protección de los agresores externos, proporcionando normas y procesos organizados que promueven la expansión de las oportunidades económicas y desarrollan sistemas que incorporan la influencia del individuo, todos tenemos éxito colectivo. Sin embargo, cuando el gobierno extiende su influencia sobre nuestra soberanía personal, la sociedad desarrolla discordia y la población se resiste. A veces esto se traduce en una mayor dinámica que una simple protesta, que puede dar lugar a conflictos e incluso guerras. Cuando el gobierno se excede en extender sus influencias, la gente muere. Ante todo somos personas con derechos humanos y dignidades básicas que no debe impedirse con fuentes internas del gobierno o externas. Todos hemos sido creados iguales, no sólo a los ojos de la ley, sino también a la imagen de Dios. Es el trabajo de los gobiernos para proteger esos derechos humanos básicos, para proteger nuestra soberanía individual, no sólo de fuentes externas, sino también desde el propio gobierno. Las leyes que restringen cualquier segmento de la población o de las leyes que carecen de apoyo a la igualdad humana básica no son acerca de su intención de gobernar pero es intención de controlar.
La democracia requiere la participación de su pueblo individual y funciona mejor cuando todos participan plenamente. Desafortunadamente, permitimos que otros hablen por nosotros y como resultado controlan nuestra soberanía individual, nuestro derecho básico individual como seres humanos. Sin importar el tipo de gobierno, cada persona tiene una voz y cada voz debe ser escuchada. Participa en cada oportunidad que tengas en el proceso de gobierno. De lo contrario, te dejas ser controlado por los demás. La democracia permite su participación individual, pero es tu responsabilidad de participar. ¡DEJA QUE TU VOZ SEA ESCUCHADA! Utiliza tu voto. Utiliza tu influencia como individuo soberano y, sobre todo, utiliza tu voz.
¡Sé gobernado! ¡No dejes que te controlen!