SANTO DOMINGO, República Dominicana.- La verdad que es difícil que alguien  previera que el abuso fuera diferente si las malas calificaciones escolares se entregan este día y no otro de la semana, pero la publicación la víspera del estudio en la revista JAMA Pediatrics así lo reveló.

“Los sábados después de la publicación de la boleta de calificaciones del viernes se encontró un aumento casi 4 veces mayor en la tasa de incidencia de los informes verificados de abuso físico infantil”, se lee en el estudio.

La psicóloga Melissa Bright, autora principal de la investigación de la Universidad de Florida, admitió que los hallazgos no tienen fuerza de prueba conclusiva, porque se trata solo de hipótesis, pero fueron obtenidos de informes sobre fracturas e incluso quemaduras y otros abusos que requirieron atención médica el sábado posterior a la entrega el viernes de las boletas de calificaciones.

El castigo severo perpetrado otros días de la semana, cuando los padres están demasiado ocupados para concentrarse en las calificaciones, es menos probable.

Padres agresores buscan que las lesiones pasen desapercibidas

Si la boleta se entrega un martes, las inasistencias a clases el miércoles despertará sospechas sobre un castigo más violento y abusivo. Los padres agresores buscan que las lesiones pasen desapercibidas, porque en el caso de Estados Unidos, donde se efectuó el estudio, los maestros deben informar obligatoriamente los casos en los que sospeche que hubo abuso infantil y no solo un castigo .

El pediatra Robert Sege, profesor de la Universidad de Tufts, dijo que las malas calificaciones deberían dar paso a que los padres descubran los motivos por los cuales está sucediendo ello y no para la descarga de agresiones abusivas.

Sege es uno de los autores de la actualización de la política de la Academia Americana de Pediatría publicada el mes pasado, la que analizó estudios que confirmaron que las agresiones como método educativo provocan en los niños cambios cerebrales que los impulsa -cuando son mayores- a buscar drogas, a agredir a otros, a ser más desafiantes y hasta a desarrollar comportamientos suicidas.

Esto debería llevar a los padres a renunciar cada vez más al uso de la fuerza bruta, se lee en la nota sobre esa actualización que Salud de Acento publicó oportunamente:

https://acento.com.do/2018/salud/8621975-mejora-la-salud-mental-al-disminuir-la-agresion-hijos-educarlos/

Hasta ​​95% de padres propinan castigos corporales a niños de 2 a 8 años

El castigo corporal se define en términos generales como el uso de la fuerza física para corregir o controlar el comportamiento de un niño. Más de la mitad de los padres informan que usan castigos corporales para niños menores de 10 años, y del 75% al ​​95% de los padres informan que usan castigos corporales para niños de 2 a 8 años”, añade el estudio

“Aunque el castigo corporal es legal en todo EEUU (…), también es una fuente de estrés tóxico y un factor de riesgo importante para el abuso físico. El castigo corporal puede incluir dolor, pero no se supone que cause una lesión. El castigo corporal que resulta en lesiones es abuso físico”, subraya.

El estudio finaliza advirtiendo que, como el castigo “a veces cruza la línea hacia el abuso físico”, por lo mismo se requiere “realizar varios cambios en las políticas… para reducir la probabilidad de abuso físico”.