SANTO DOMINGO, República Dominicana.- Ambas drogas (alcohol y tabaco) dejan su huella en los adolescentes casi desde el primer cigarrillo o el primer sorbo. El daño se acumula, pero se acumula solo si pasa de la primera vez, según un estudio que reunió datos de 14 mil adolescentes británicos publicado en European Heart Journal, de la Sociedad Europea de Cardiología.

Las diferencias entre la adolescencia europea y latinoamericana son numerosas, pero a veces no tanto: un informe de la Organización Panamericana de Salud (OPS) determinó que la mayoría de los escolares han consumido alcohol antes de los 14 años y un tercio de ellos (36,4 % ) haber tenido al menos un episodio de consumo excesivo de alcohol.

“Uno de los puntos más significativos de este registro es que los que dejaron de fumar durante el seguimiento recuperaron su salud arterial”, detalla el cardiólogo Vicente Arrate, presidente de la sección de Riesgo Vascular y Rehabilitación Cardiaca de la Sociedad Española de Cardiología (SEC).

El Dr. Carlos Macaya, presidente de la Fundación Española del Corazón (FEC), declaró a su vez y al respecto del estudio que “si a estas edades (14 a 17 años) es posible restaurar la rigidez arterial normal si cesa el consumo de alcohol y tabaco, es importante hacer entender a los adolescentes, cuanto antes, que ser joven no hace a uno inmune a la enfermedad cardiovascular”.

El consumo de alcohol y tabaco es nocivo para la salud de todo el mundo. No hay duda y este estudio concluye que este consumo entre adolescentes, incluso en pequeñas cantidades, está efectivamente asociado a la rigidez arterial precoz, un biomarcador que puede mejorar la predicción del riesgo cardiovascular.

Para llegar a la conclusión los investigadores, liderados por Marietta Charakida del University College de Londres, midieron la velocidad del pulso sanguíneo que va de la arteria carótida a la femoral (PWV) en jóvenes que no fuman ni beben, en los que fuman, los que beben y los que hacen ambas cosas.

"Esta medida es la que se utiliza para estudiar el daño arterial y la rigidez de los vasos, por lo que resulta un marcador que nos aporta información sobre la posibilidad de desarrollar enfermedad arterial de manera más precoz", explica Arrate y aclara que la relación entre esta forma de medir la rigidez arterial y los eventos cardiovasculares está muy estudiada en personas mayores y no en jóvenes.

PWV de 5,7 a 12 metros por segundo

Lo cierto es que el estudio arrojó que los adolescentes que no beben ni fuman tienen una velocidad de este pulso de unos 5,7 metros por segundo de media. Si beben o fuman, este valor sube a alrededor de 5,8. Parece poco, pero… “Está claro que el efecto aparece desde las primeras copas y que si no se cambian los hábitos irá en aumento", advirtió.

Al dar cuenta de este estudio hace tres semanas, Arrate recordó al diario El País de España que con PWV (pulso sanguíneo que va de la arteria carótida a la femoral) “no sucede como con la tensión o el colesterol, donde hay límites para los valores que se consideran saludables, pero…”

“Pero la literatura ofrece algunas pistas”, dijo y apuntó a un estudio sobre alzhéimer en el que se analizaban personas mayores y se ponía el corte en 12 metros por segundo, u otro del argentino Alejandro Díaz en el que establecía una media para el conjunto de la población de su país de 6,84, con una media de 5,04 para los menores de 19 años y de 9,01 para los mayores de 70”.

Al margen de la cuestión numérica, el trabajo, dice El País, destaca otro aspecto: "En contra de lo que parecen creer, los adolescentes no son inmunes" al efecto de estas sustancias”.

Se demuestra esta afirmación en que ya haya anomalías en personas que llevan poco tiempo consumiendo las drogas (el estudio acaba cuando tienen 17 años y la edad de inicio está entre los 14 y los 15 años), pero todo mejora si solo en el caso del cigarrillo se trata de una vez y nada más, porque “los que dejaron de fumar durante el seguimiento recuperaron su salud arterial”, como bien dijo el experto español.

Y como bien escribió Acento el 18 de octubre de 2018, "… el consumo de alcohol sin control, sobre todo en los segmentos más jóvenes de la población, sí debe de ocupar la atención de nuestras autoridades, lo mismo que el consumo de tabaco, dos drogas legales, pero que causan tanto daño como las no legalizadas".

https://acento.com.do/2018/opinion/editorial/8615878-alcoholismo-y-tabaquismo/