Ciudad del Vaticano, 17 jun (EFE).- En el próximo Sínodo de los obispos que se celebrará en octubre sobre los problemas de la región de la Amazonía se propondrá la ordenación sacerdotal de hombres casados para poder garantizar los sacramentos en las zonas más aisladas.
Así se lee en el "Instrumentos laboris", el documento de trabajo con el que los obispos de los países involucrados debatirán en el Sínodo sobre la Amazonía que se celebrará en Roma del 6 al 27 de octubre, balo el lema: "La Amazonía: nuevos caminos para la Iglesia y para una ecología integral".
La escasez de sacerdotes y misioneros se hace aún más patente en las grandes extensiones de Latinoamérica y sobre todo en la Amazonía, que comprende parte de Brasil, Bolivia, Perú, Ecuador, Colombia, Venezuela, Guayana, Suriname y Guayana Francesa, y donde la iglesia católica experimenta muchas dificultades y donde cerca el 70 % de las comunidades de la región no tiene acceso a la misa semanal.
Por ello, en el documento se propone recuperar "aspectos de la Iglesia primitiva" como los llamados "viri probati", hombres casados con fe demostrada, lo que el papa Francisco podría autorizar tras la conclusión de este Sínodo.
Entre las sugerencias en el documento del trabajo se lee que aunque "afirmando que el celibato es un don para la Iglesia, se pide que, para las zonas más remotas de la región, se estudie la posibilidad de la ordenación sacerdotal para personas ancianas, preferentemente indígenas, respetadas y aceptadas por su comunidad, aunque tengan ya una familia constituida y estable, con la finalidad de asegurar los Sacramentos que acompañen y sostengan la vida cristiana".
Se sugiere también además "promover vocaciones autóctonas de varones y mujeres" y sobre todo de "indígenas que prediquen a indígenas desde un profundo conocimiento de su cultura y de su lengua".
Asimismo, también se insta a los obispos a "identificar el tipo de ministerio oficial que puede ser conferido a la mujer, tomando en cuenta el papel central que hoy desempeñan en la Iglesia amazónica"
Se hace notar que "en el campo eclesial la presencia femenina en las comunidades no es siempre valorada" y "se reclama el reconocimiento de las mujeres desde sus carismas y talentos".
También se pide que "se escuche la voz de las mujeres, que sean consultadas y participen en las tomas de decisiones, y puedan así contribuir con su sensibilidad a la sinodalidad eclesial".
"Que la Iglesia acoja cada vez más el estilo femenino de actuar y de comprender los acontecimientos", se lee en el documento. EFE