SANTO DOMINGO, República Dominicana.- Un sacerdote católico dominicano, residente en Alemania, sugirió a la Iglesia Católica Dominicana tomar medidas preventivas contra la pederastia, de modo que pueda hacerle frente a los ataques que se derivan de estas conductas desviadas de sus miembros.

Denunció que tiene informaciones confiables de que ahora el Estado es quien vigila, con los organismos de seguridad a su servicio, a los sacerdotes en todo el país, no para cuidar a las potenciales víctimas, sino para dañar a la Iglesia.

En un tono crítico, el padre Norverto Rosario remitió un artículo a Acento, pidiendo que se le publicara sin cambiarle el título y diciendo que la Iglesia no puede justificar ahora las denuncias que abundan y que debilitan su credibilidad.

Lamentó la rueda de prensa ofrecida por la Conferencia del Episcopado Dominicano, la que calificó de chapucera, y dice que es un error acusar ahora a los medios de comunicación de ser los responsables de las conductas de sacerdotes y hasta del nuncio, que han traicionado la ética y la misión que se comprometieron a cumplir dentro de la Iglesia.

A continuación el documento del sacerdote Norverto Rosario, oriendo de San Francisco de Macorís, y residente en Alemania:

Palos a la Iglesia por alelá.  Que cojan ahí.

P. Norverto Rosario

Mis primeras palabras, sean para pedir al Sr. Cortes que no me cambie el título: Palos a la Iglesia por alelá.  Que cojan ahí.

Siempre se dice con frecuencia que la Iglesia llega tarde a todo.  Unas veces llevada de demasiada prudencia, que con frecuencia suele convertirse en imprudencia.

Ahora, luego de vernos con el agua al cuello por la presión mediática, salimos a dar una chapucera rueda de prensa. Que como tenía que ser, no podía ser peor. Y claro, porque se actúa como siempre, a última hora y sin nada preparado y planificado que pueda ser tomado como digno.  Pero sobre todo, que pueda ser tomado en serio y pudiera llevar tranquilidad y seguridad, no solo a los medios de comunicacion y de frente al País, sino a los padres y madres de familias que ponen sus hijos bajo la responsabilidad de la Iglesia según las más diversas formas y medios.  Desde los centros de catequesis en pueblos y campos que polulan por ramadas, patios, capillas, marquesinas, salas familiares prestadas o los templos.  O dígase tambien por oratorios, centros pastorales, colegios, jardines de infantes, orfelinatos, centros de menores, escuelas, y el etc es largo.  Como es bien conocido, estamos en todas partes.

Es bien sabido que el tema de la pederastia no es un simple tema de curas. Aunque aquí o allá y en muchas otras partes del mundo se haya querido vender dichos tristes hechos como tales. Para que tengamos una idea, por ejemplo, en USA cada año se registran más de 29 mil denuncias en las escuelas públicas relacionadas con el abuso sexual. Y de ahí hacia fuera ni se diga. Simplemente se trata de un grave problema social. De todos modos, venir e intentar acusar a la prensa y medios de comunicacón masivos y sus operarios  de nuestros males, no sirve de nada. Como si la prensa y los demás medios de comunicacion fueran los culpables. No mis amigos, es que la polvora hace tiempo que se la venimos dando solitos. Y esto sucede, cada vez que no se actúa en previsión de los problemas.  Mientras se siga manejando nuestra Iglesia Católica en República Dominicana como si de un colmadito o chinchorrito del campo se tratara;  o de un gallinero en donde un solo gallo padrote canta, seguiremos cosechando estos palos y otros que vendran.

Que es verdad que hay medios hostiles? Pues si.  Que hay grupos y ONGs pagados para hacer su trabajo de medrar por todo los medios a nuestra institucion significados en los intereses y luchas que ya conocemos? Hasta los chinos de Bonao están enterados. Que otros grupos no tienen mejor ideario político ver y presentar a la Iglesica Católica como el enemigo de la sociedad, especie de molinos de Don Quijote? Pues claro, y desde cuando esos grupos y grupúsculos no han existido?  O desde cuando no han desvirtuado el texto de su contexto para tener sus pretextos?  Siempre.  Está a la luz del día que para algunos el resentimiento y el odio social y político, el revanchismo y el sectarismo es simple credo de vida.

Ahora, de ahí a esconder la cabeza como si los problemas no existieran, me parece de simple irresponsabilidad por nuestra parte como institución. Es más,  de pusilanimidad. Y es una práctica que por mucho tiempo se ha hecho común.  Siempre con las mismas afirmaciones: Es mejor no salir a enfrentar, porque eso quieren los medios“.  Dejémoslo así, que ya se pasará.  No hay que ponerse al mismo nivel, porque sería entrar al trapo.  Después, cuando el agua mediática sube y nuestra credibilidad se ve silenciosamente erosionada, se sale apresurado a intentar dar la cara de forma desorganizada, con poco tacto y un tanto destemplados.

Puestos a ver el espectáculo de estos días, las palabras de Mons. Camilo han sido las más dignas.  Las de Mons. Agripino (ojo, que los periodista en su mayoría no distinguen, pues muchos creen que Mons. Agripino es Obispo o algo así) tenían un mejor sabor de cercanía y responsabilidad. Las demás respuestas ante la situación, simplemente dejaron mucho que desear.

Como dije a mi Obispo, hace justamente un año cuando visité el País.  Es urgente que se cree una comisión permanente de formación y orientación (con profesionales de las diversas ramas afines, incluyendo la necesaria relación con el ministerio público) con equipos de vigilancia y monitoreo constante en todas las parroquias de la Diócesis (SFM), así como los centros, colegios e instituciones regentados por la Iglesia en orden a prevenir los abusos o actos que pudieran entenderse como atentado a la integridad de los niños/as y adolescentes. Le dije claro, que había que andar a’lante y dar una lección contundente en el papel y la práctica de transparencia en este orden.  Porque ello hacía bien a la institucion y a la sociedad.  Le sugerí que era urgente la explicitacion de un protocolo de actuación a tales fines.  Y con esto, no le decía  a mi obispo nada nuevo o que El no supiera, simplemente estaba repitiendo lo que ya en otros países se ha puesto hace tiempo en marcha.  Más aun, lo que la Santa Sede había pedido, con el Motu Proprio sobre los delitos graves y los casos de pederastia y su respectivo modo de actuación.

Su respuesta, de verdad que me dejó un mal sabor. No porque no estuviera de acuerdo, que lo estaba. Sino, porque no lo percibió como una prioridad al inicio de su episcopado ante la inminencia del cúmulo de trabajo que se le advenía como nuevo Obispo.  De hecho, le dije que tal idea debió haberse puesto en marcha hacía tiempo en toda la Iglesia Católica en República Dominicana.  Con estas palabras, no solo tengo el interés de comentar lo que fue parte de una conversación privada con el Sr. Obispo, sino más bien hacer de público conocimiento lo que veo como una urgencia que hace tiempo debió gravitar en el común actuar en toda la Iglesia en República Dominicana.

Es claro, que si no se previene y se corta por lo sano… o más bien, lo enfermo ya,  la cosa ira a peor. Es bueno advertir y que lo sepan los Obispos todos, ahora resulta que de cierto tiempo acá son miembros de los servicios secretos del estado dominicano que andan por todas partes dando seguimiento a los curas en todo lugar y detras de cada paso que dan. Ahí van por todas partes, dizque discretamente, preguntando a diversas personas si no han oido nada de tal o cual cura.  Es lamentable, que por falta de previsión y simple perspicacia de quienes dirigen nuestra Iglesia, sobre todo, los obispos residenciales, se haya tenido que llegar a esta situacion.  Aunque es lamentable decir, que tal seguimiento o incluso persecusion silente, tenga como razon motivos ajenos a la prevencion misma de los delitos de abusos sexuales contra niños/as y adolescentes.  Y esta información la manejo de fuente segura y constrastada.

Pero huelga decir, que dichas acciones de vigilancia, no tal vez como especie de servicio secretos, sino más bien como acción preventiva, debe procurarlo cada Iglesia particular o Diócesis.  No solo en orden a prevenir el delito sexual en los ambientes eclesiales, sino a prevenir cualquier situacion dañina a la comunidad eclesial.  La pregunta de uno de los periodista en la rueda de prensa no podía dejar más en evidencia tal situacion, cuando preguntó que cómo era posible que la Iglesia no tuviera información previa de los últimos casos que han salido, incluyendo el caso en el que se involucra al Nuncio.

En fin, es claro que como Institucion, la Iglesia en República Dominicana, necesita más agilidad preventiva en tratar los posibles casos de abusos a menores.  No solo esto, sino que está obligada a poner todo su esfuerzo en prevenirlo. Y por supuesto, una política más abierta y transparente de comunicación de lo que en ella pasa. Se necesita más gentes en los medios, y los hay de sobra, que puedan no solo hablar de cara a la realidad, sino tambien, dar a conocer la inmensidad de obras, acciones, proyectos y prácticas significativas y dignas que podemos dar a conocer por todos lados, sin temor de nada. Al contrario, con sano orgullo, como signo de responsabilidad y solidaridad cristiana y social.