SANTO DOMINGO,República Dominicana.-Las autoridades militares responsables de garantizar la seguridad aeroportuaria y la de la aviación civil ignoraron los riesgos para el sistema de vigilancia de la salida de servicio de 26 cámaras térmicas del perímetro del Aeropuerto Internacional de las Américas, José francisco Peña Gómez (AILA-JFPG) denunciado en marzo por Acento.com.do.

Tampoco tomaron medidas cuando en la madrugada del pasado 27 de marzo desaprensivos desmontaron y robaron 20 metros de verja perimetral. Por el contrario, iniciaron una “cacería de Brujas” entre sus miembros para determinar quién filtró la información a periodistas de este medio,

El robo de cables eléctricos y tramos de verja sucede con mayor frecuencia luego de que las autoridades del CESAC sacaran de servicio el sistema de cámaras térmicas, que permitía monitorear todo el perímetro exterior del ALA que da acceso a la rampa.

Se trata de 16 dispositivos térmicos de visión nocturna y localización de movimiento, además de otras 10 cámaras convencionales que fueron desmontadas, sin explicación alguna de las autoridades.

El gobierno a través de un comunicado de prensa confirmó que se trató de un acto de vandalismo planificado

La falta de respuestas a esos actos vandálicos dieron origen a que la noche del domingo desaprensivos volvieron a burlar los controles y penetraran hasta áreas restringidas de la terminal, ocasionado un sabotajes ( con ribete de terrorismo) en el sistema de las luces en pista, provocando el desvió, cancelación y reprogramación de 14 vuelos internacionales.

El gobierno a través de un comunicado de prensa confirmó que se trató de un acto de vandalismo planificado; el documento fue avalado por varias entidades oficiales que inciden en esa terminal aeroportuaria.

Mientras que las autoridades del CESAC insisten en que el incidente se trató de un cortocircuito que habría provocó un apagón en el sistema de luces de las pistas de aterrizajes; esta versión inicial contradice la información dado por la vicepresidenta de la República, Raquel Peña, de que se trató de un acto vandálico planificado.

Entre septiembre de 2020 y mayo de este año, se han producido al menos tres sabotajes en las redes eléctricas de suministro a las torres de luces de las pistas de aterrizaje y despegue de aeronaves en el AILA-JFPG), según afirma una fuente aeroportuaria.

Contrario a corregir las debilidades en los sistemas de vigilancia y seguridad perimétricas de esa terminal aeroportuaria, las autoridades del Cuerpo Especializado de Seguridad Aeroportuaria y de la Aviación Civil (CESAC) procedieron a negar los hechos.

En los últimos meses se ha producido una cadena de inventos negativos que ponen en entredicho la calidad de los sistemas de vigilancia y seguridad del principal aeropuerto del país, y por consecuencia la seguridad de la aviación y civil y comercial.

Recientemente una persona logró burlar los controles implementados por el CESAC y penetró en un vehículo hasta la rampa donde están estacionadas las aeronaves; el individuo estaba armado con una escopeta que no logró manipular, pero estaba dentro del automóvil.

A pesar de los frecuentes escándalos producidos por las violaciones a la seguridad, el director del Cuerpo Especializado de Seguridad Aeroportuaria y de la Aviación Civil, mayor general Carlos Febrillet, no ha dado la cara para explicar en persona estos eventos.