SANTO DOMINGO, República Dominicana.- El exdirector del Nuevo Modelo Penitenciario, Roberto Santana, denunció que la construcción de la nueva cárcel de La Victoria es un “triple robo” por parte de la Procuraduría General de la República al solicitar que el pago de la misma lo hiciera Odebrecht Internacional, que luego se declaró en quiebra, dejando al Gobierno "enganchado" con 96 millones de dólares.
Este lunes mediante una entrevista para el programa El Despertador, Santana dijo que luego de que esa entidad se declaró en quiebra, se tuvo que sacar dinero del presupuesto nacional para la construcción de la obra puesto que el Gobierno se había comprometido con la misma, situación que no habría sucedido si se hubiese dejado a Odebrecht República Dominicana construirla.
Indicó que se le recomendó al actual procurador de la República construir 3 prisiones con capacidad para 1,000 personas en los diferentes bloques de la capital, cada una con un costo de 9 millones de dólares, propuesta que no fue tomada en cuenta.
Advirtió además que se le entregó al presidente Danilo Medina una cifra falsa con un abultamiento de 70 millones de dólares por encima del costo, el cual rechazó.
Asimismo calificó de “gallinero” la construcción de la misma debido a que desde hace muchos años no se construyen prisiones masivas.
“Esa construcción que se va inaugurar esta totalmente en contra de los paradigmas de las Naciones Unidas, porque es un gallinero. En el mundo, hace muchos años, no se construye prisiones masivas y las que han quedado han sido cerradas”, argumentó al tiempo que señaló que este nuevo modelo viola el artículo 89 de las Naciones Unidas para el establecimiento penitenciario.
En ese sentido, explicó que querían construir un hospital dentro del recinto donde la Naciones Unidas indica que esos centros deben estar a menos de 1 hora de distancia. “En el caso de La Victoria, está cerca de 6 hospitales y sin embargo querían meter un hospital ahí”.
Santana destacó que las nuevas autoridades tendrán que hacer un rediseño de la construcción, convirtiéndolo en 8 prisiones con entradas independientes para que se pueda acercarse al modelo penitenciario Latinoamericano. “Si el próximo gobierno sigue ese modelo, iría de cara al deshumanización".