SANTO DOMINGO, República Dominicana.- Un informe presentado sobre los restos óseos del coronel Rafael Tomás Fernández Domínguez, realizado por el subdirector General del Museo del Hombre Dominicano, Abelardo Jiménez Lambertus, indicó que su óbito se produjo por las lesiones causadas debido al impacto de dos disparos de armas largas.
El análisis indica que el primero provocó la caída al suelo, mientras fue mortal el impacto del disparo recibido en la cabeza, en momentos en que se produce su incorporación.
“Este, que penetra por la cara antero-lateral izquierda del hueso frontal, por encima del arco superciliar izquierdo, perforando el hueso penetra en el encéfalo produciendo, según puede intuirse, daños cerebrales incompatibles con la vida”, explica.
Relata que debido a ello se producen desprendimientos y lesiones fracturantes también, en partes blandas y óseas de la base craneal, dejando una huella o señal de salida, en el occipital.
“Este cilindro “de salida” no quedó absolutamente completo por desplazamiento de parte de su estructura, lo que debió producirse con carácter concomitante, en el mismo momento de la salida del proyectil”, dice.
El texto, asegura también, que de los huesos analizados permite apreciar el cráneo parcialmente fracturado, destruido a ambos lados, es decir en zonas parietales y para-temporales. Su reconstrucción improvisada por sujeción, permite demostrar la ausencia de algunos fragmentos.
“Queremos señalar que, además de aquellos que pudieron haberse separado en la acción impactante, tal condición como “faltantes”, al menos en algunos de tamaño relativamente pequeño, pudo haberse producido en las diferentes colocaciones y traslados antes de su introducción en el ataúd original, y tras la exhumación con cambios de introducción a urna funeraria”.
Señala que se puede apreciar claramente como los componentes óseos craneales del vértex de la bóveda no fue impactada, ni directa ni indirectamente, por el proyectil. También que las condiciones suturales corresponden a la edad del individuo.