BERLÍN, Alemania.- Las restricciones de movimiento impuestas en Alemania comienzan a surtir efecto y la propagación del nuevo coronavirus pierde velocidad, declaró este viernes el presidente del instituto Robert Koch para el control de la pandemia.

"Vemos cómo la propagación del virus se desacelera (…) Estamos viendo que funciona", dijo Lothar Wieler en una rueda de prensa, en la que pidió, sin embargo, que las normas de confinamiento y distancia entre personas se sigan respetando.

Wieler explicó que cada persona contaminada por el virus está ahora infectando a solo una de media, frente a siete anteriormente.

"Si el número es inferior a uno, significa que la epidemia está bajando el ritmo. Este es nuestro objetivo", dijo.

"Sabemos que hemos hecho bajar esta cifra con las medidas y esperamos bajarla todavía más", añadió.

Sin embargo, Wieler pidió a la población que siga cumpliendo las restricciones del gobierno, que incluyen la prohibición de reuniones de más de dos personas y requieren mantener una distancia entre personas de al menos 1,5 metros.

Según datos del Instituto el viernes, Alemania tenía diagnosticados más de 79 mil casos de coronavirus.

En total se han registrado 1,017 muertos en el país, aunque Wieler indicó que la cifra real podría ser mayor. "No es posible hacer pruebas a todo el mundo", dijo el experto.

Merkel vuelve a la cancillería tras terminar su cuarentena

La canciller alemana, Angela Merkel, terminó este viernes su cuarentena de 14 días en su domicilio de Berlín y fue a la Cancillería, después de dar negativo en tres ocasiones al nuevo coronavirus, declaró el portavoz del gobierno.

"La canciller vuelve hoy (viernes) a su lugar de trabajo", pero sigue dirigiendo el país por videoconferencia, precisó Steffen Seibert en rueda de prensa.

El 22 de marzo, la canciller, de 65 años, decidió aislarse, después de haber estado en contacto dos días antes con un médico contagiado.

Desde entonces, Merkel se hizo tres pruebas de detección del nuevo coronavirus y las tres fueron negativas. Sin embargo, decidió quedarse en cuarentena durante 14 días en su casa.

En una grabación, la dirigente, en el poder desde 2005, admitió que el confinamiento era difícil, sin poder estar en contacto con sus ministros y consejeros.

Desde el inicio de la crisis en Alemania, la canciller ha visto como su popularidad iba mejorando, puesto que una parte de la población está satisfecha con la gestión de la epidemia, que en el país se está cobrando menos vidas que en otros Estados europeos.

El viernes, el instituto Robert Koch, a cargo del control de la epidemia, anunció que las medidas de restricción impuestas en Alemania hasta el 19 de abril están dando sus frutos y comienzan a frenar la propagación de la COVID-19. AFP