Washington, 24 mar (EFE).- El liderazgo republicano de la Cámara de Representantes de EE.UU. canceló el voto sobre el plan sanitario del mandatario Donald Trump, que preveía sustituir la actual ley de salud del expresidente Barack Obama, tras no conseguir los votos suficientes, confirmaron a Efe fuentes del Congreso.

Ante la falta de apoyo entre los conservadores, el presidente de la Cámara baja, Paul Ryan, retiró el proyecto de ley apenas unos minutos de que comenzara el voto previsto para esta tarde, lo que supone el primer gran tropiezo del presidente de EE.UU., Donald Trump, desde que llegara al poder el pasado enero.

"La hemos retirado", confirmó Trump, en conversación telefónica con el diario The Washington Post, al confirmar que tras los esfuerzos de negociación no había opciones de lograr los suficientes "síes", por lo que pidió a Ryan que retirara el texto.

La decisión llega ante la incapacidad republicana de ponerse de acuerdo sobre el texto legislativo que preveía sustituir la actual ley sanitaria conocida como Obamacare, especialmente por el rechazo de los más moderados, así como del ala ultraconservadora del partido.

Ryan había acudido horas antes a la Casa Blanca para informar a Trump de que no había votos suficientes, pero para entonces el multimillonario aún guardaba la esperanza de conseguir los 216 votos necesarios para aprobar la legislación.

El portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer, había descartado este escenario en su rueda de prensa diaria, y aseguró que tanto Trump como Ryan habían hecho "todo lo posible" para sacar "esta oportunidad adelante".

El primer voto sobre la medida estaba previsto para este jueves, pero los republicanos se vieron obligados a posponerlo por la misma razón, aunque Trump les dio un ultimátum y les exigió que sometieran la propuesta hoy a consideración o, de lo contrario, dejaría en pie el sistema actual.

Acabar con el Obamacare fue una de las grandes promesas de campaña del magnate inmobiliario, y los republicanos llevan años arremetiendo contra dicha ley, pero no parecen capaces de ponerse de acuerdo en cómo sustituirla. EFE