Santo Domingo, 22 sep (EFE/Carmen Jiménez).- República Dominicana se ha escapado en los últimos 15 días de sufrir un impacto directo de dos de los más poderosos huracanes de los últimos años, Irma y María, que han devastado varias islas caribeñas, mientras que en este país ha dejado centenares de viviendas afectadas a causa de inundaciones.
Cuando se cumple hoy el 19 aniversario del devastador paso del huracán Georges por este país que causó 287 muertos y millonarios daños, los dominicanos respiran aliviados ya que si bien María, que se acercó ayer a la costa este y noreste del país, ha dejado al menos un muerto y un desaparecido, los daños no son de una magnitud equiparable a los que ha causado en Puerto Rico.
No obstante, a diferencia de Irma, que al desviarse hacia el noroeste a su paso por la costa atlántica del país causó menos daños de los previstos y no ocasionó víctimas mortales, María sí que ha provocado mayores inundaciones y se teme que los destrozos, al menos en la agricultura e infraestructura, sean mayores.
Las autoridades, que aún mantienen la alerta por el peligro que representan las lluvias que seguirán afectando este país al menos hasta el domingo, aún no han hecho un balance de daños y se concentran en atender a los damnificados y en despejar las vías que han quedado obstaculizadas por la caída de arboles y postes eléctricos.
El desbordamiento de varios ríos, arroyos y cañadas mantiene incomunicadas a 38 comunidades en varias provincias del este y el noreste del país.
Asimismo, el ciclón, de categoría 3, que se desplaza con rumbo norte tras azotar las Islas Turcas y Caicos tras golpear en los días pasados Antillas Menores y Puerto Rico, afectó a 40 acueductos, que ha dejado sin agua a 592.943 usuarios, mientras que al menos otras 60.000 personas aún continúan sin electricidad.
También un bueno número de viviendas que están situadas junto a ríos, arroyos, cañadas y cerca del mar, muchas de ellas de construidas de manera precaria con madera y zinc, han sufrido con los efectos de María.
A su paso por el país, el ciclón ha destruido 110 casas, ha afectado a 570 y ha anegado otras 3.723, según los datos del Centro de Operaciones de Emergencias (COE), que mantiene 20 de las 32 provincias del país en alerta roja (máxima), 6 en amarilla (intermedia) y 1 en verde (mínima).
En República Dominicana, más del 71% de la población carece de una vivienda construida con materiales adecuados, fuera de zona de riesgo, con acceso a agua, energía, servicio sanitario y que sea habitada por una sola familia, según una reciente campaña de Oxfam y Casa Ya en la que piden al Gobierno dominicano que destine el 1% PIB a la vivienda.
El huracán María se alejó anoche de República Dominicana tras castigar la costa noreste del país con vientos huracanados, fuerte oleaje e intensas lluvias, que han causado el desplazamiento de 19.844 personas, de las que 10.929 permanecen en albergues y otras 8.915 están en casas de familiares.
Algunas de las zonas más afectadas en las provincias de El Seibo, la turística Samaná, María Trinidad Sánchez y Espaillat, recibieron hoy la visita del presidente dominicano, Danilo Medina, que adelantó el lunes su regreso al país desde Nueva York, donde asistía a la Asamblea General de la ONU, para ponerse al frente de las labores de prevención ante el paso del huracán.
En las principales ciudades del país que ayer quedaron prácticamente paralizadas hoy volvió poco a poco la normalidad y se reanudaron las actividades laborales, mientras que las clases en los colegios siguieron suspendidas.
La normalidad también fue hoy la tónica en el sector turístico, la principal fuente de ingresos del país, y todos los aeropuertos de República Dominicana ya se encuentran operativos, aunque persisten algunas cancelaciones de vuelos.
Aunque la Oficina Nacional de Meteorología (Onamet) levantó hoy la alerta de huracán y tormenta que mantenía en la costa norte por el huracán María, advirtió de lluvias, por lo menos, hasta el domingo, aunque en menor cantidad, lo que podría ocasionar algunas inundaciones repentinas. EFE