SANTO DOMINGO, República Dominicana.-La Conferencia Dominicana de Religiosas y Religiosos (CONDOR), que representa a la mayoría del clero católico dominicano, condenó y exigió la anulación de la sentencia del Tribunal Constitucional que despoja de la ciudadanía a cientos de miles de personas nacidas de inmigrantes indocumentados desde el año 1929 hasta la fecha.

Amparados en las enseñanzas del papa Francisco, los religiosos y religiosas organizados en la CONDOR, rechazó la sentencia del TC porque despoja de su nacionalidad a cuatro generaciones de personas que durante más de 80 años fueron registradas como dominicanas al amparo de la Constitución y las leyes vigentes.

“Esta negación está causando la violación de derechos civiles tales como una crisis de identidad legal y la pérdida de oportunidades para estudiar, trabajar, viajar, casarse, transitar libremente, y con ella el país viola acuerdos internacionales”, indicó la CONDOR en su declaración.

Recordó que el papa Francisco dijo que “el fundamento de la dignidad de la persona no está en los criterios de eficiencia, de productividad, de clase social, de pertenencia a una etnia o grupo religioso, sino en el ser creados a imagen y semejanza de Dios… y, más aún, en el ser hijos de Dios; cada ser humano es hijo de Dios”.

Diferencias con el cardenal López Rodríguez

Las consideraciones de la CONDOR, que reúne a los sacerdotes, hermanos, hermanas y religiosas pertenecientes a órdenes o congregaciones religiosas, difieren de la posición del arzobispo de Santo Domingo, Nicolás de Jesús Cardenal López Rodríguez, quien este fin de semana apoyó la sentencia del Tribunal Constitucional que despoja de la ciudadanía de los hijos de extranjeros indocumentados desde 1929 hasta la fecha.

El cardenal López Rodríguez dijo, según reseñó Listín Diario este lunes, que la sentencia del Tribunal Constitucional es “absolutamente justa”.

Y agregó: “Aquí no mandan los organismos internacionales, aquí manda la República Dominicana. Que se metan en sus países a mandar y a corregir lo que está mal allá. No acepto que nadie venga aquí a disponer nada. Ningún país, ni Estados Unidos, ni Francia, ni nadie; aquí mandamos nosotros”.

“Arréglenle lo que haya que arreglar, el país tiene sus normas, aquí lo que hay es un montón de sinvergüenzas que están acostumbrados a hacer lo que quieran”, agregó el cardenal.

A juicio del arzobispo de la capital dominicana y presidente de la Conferencia del Episcopado, las críticas a la sentencia del Tribunal Constitucional forman parte de una supuesta “campaña pagada” por esos “canallas de fuera”. Y reiteró: “Aquí mandan los dominicanos, no manda nadie más”.

A continuación la declaración, Comunicado de la CONDOR a las autoridades y a todo el pueblo dominicano y a la comunidad internacional

Nosotras/os, Superioras/es Mayores, reunidas/os en la 53° Asamblea General de la Conferencia Dominicana de Religiosas/os (CONDOR) nos sentimos indignadas/os ante la sentencia No. 0168/13 del Tribunal Constitucional del 23 de septiembre de este año 2013 y la condenamos unánime y totalmente.

Esta sentencia despoja de su nacionalidad a cuatro generaciones de personas que durante más de 80 años fueron registradas como dominicanas al amparo de la Constitución y las leyes vigentes. Personas que han sido declaradas y poseen un acta de nacimiento, y que ahora quedarán en condición de apátridas, a pesar de haber nacido, vivido y de que sólo conocen República Dominicana. Muchas han obtenido sus cédulas de identidad y electoral, han viajado con su pasaporte dominicano, se han casado y tienen actas de matrimonio, y ahora, de forma tajante, la sentencia 0168/13 del T.C. les está negando su nacionalidad dominicana.

Esta negación está causando la violación de derechos civiles tales como una crisis de identidad legal y la pérdida de oportunidades para estudiar, trabajar, viajar, casarse, transitar libremente, y con ella el país viola acuerdos internacionales.

“El Señor le dijo: He visto la opresión de mi pueblo en Egipto, he oído sus quejas contra los opresores, me he fijado en sus sufrimientos.” (Ex 3, 7)

Las/os  religiosas/os dominicanas/os no podemos quedamos indiferentes al clamor de Dios en el dolor y la exclusión de los cientos de miles de dominicanas/os que están siendo afectadas/os por esta sentencia del T.C.

Estamos llamadas/os a ser "Corazón de Humanidad" a ejemplo de Jesús y nos sentimos obligadas/os a seguir luchando por una dominicanidad incluyente, para que nuestra identidad dominicana se exprese en los valores del Evangelio, como fue el deseo de los fundadores de nuestra Patria, y no en ideologías excluyentes.

Recordemos también las palabras del Papa Francisco, al destacar que todo ser humano posee una misma dignidad

“El fundamento de la dignidad de la persona no está en los criterios de eficiencia, de productividad, de clase social, de pertenencia a una etnia o grupo religioso, sino en el ser creados a imagen y semejanza de Dios (cf. Gn 1, 26-27) y, más aún, en el ser hijos de Dios; cada ser humano es hijo de Dios”. (Mensaje del Papa para la Jornada Mundial de Migraciones, 2013).

A la luz de la Palabra de Dios que nos convoca, nos solidarizamos con las/os afectadas/os por la sentencia 0168/13 del Tribunal Constitucional, unimos nuestra Voz a las de ellas/os y exigimos la anulación de esta sentencia que lesiona gravemente los Derechos Humanos fundamentales, ya que la ley no puede estar por encima del ser humano ni aplicarse retroactivamente.

En Santo Domingo, 9 de octubre de 2013.

Copia a:

CLAR: Confederación Latinoamericana y Caribeña de Religiosos y Religiosas

CED: Conferencia Episcopal Dominicana.

CELAM: Conferencia del Episcopado Latino Americano.

Movimiento Reconoci.do emprenderá acciones contra sentencia del TC