SANTO DOMINGO, República Dominicana.- “Es necesario pasar de la palabra a los hechos y entender que la formación técnica profesional es la garantía de que los sectores productivos puedan hacer frente a la cuarta revolución industrial”.
La afirmación la hizo el director general del Instituto Nacional de Formación Técnico Profesional (INFOTEP), Rafael Ovalles, al participar como expositor en el “Primer foro nacional sobre zonas francas y los regímenes especiales. Caminando hacia la competitividad”, organizado por el Ministerio de Industria, Comercio y Mipymes.
En el foro se abordó el contexto en que se desenvuelven las zonas francas y las empresas bajo regímenes especiales. Planteó la importancia de fortalecer la formación del capital humano de modo que pueda ser capaz de agregar valor nacional a los bienes y servicios destinados al mercado internacional.
“En el INFOTEP hemos comprendido cabalmente los retos a los que nos enfrenta la cuarta revolución industrial y hemos respondido con una transformación radical de nuestro modelo pedagógico y curricular”, explicó Ovalles.
En la ponencia “Formación técnica de cara a la cuarta revolución industrial”, dijo que corresponde al sector público, al empresariado y los trabajadores, la tarea de contribuir con aumentar la incidencia de la formación técnica acorde a las necesidades de la competitividad en un mundo cada vez más exigente.
Ovalles sostuvo que en el INFOTEP se ha ido avanzando con paso de gigante hacia la excelencia del docente, pero también del participante de las acciones formativas.
El director del INFOTEP aprovechó la oportunidad para referirse a la elaboración del nuevo modelo pedagógico de la formación técnico profesional, fruto de un proyecto desarrollado con la asesoría y asistencia técnica de la Häme Universidad de Ciencias Aplicadas, de Finlandia.
El documento que describe el referido modelo pedagógico fue presentado en un acto en el que participaron representantes del gobierno, el empresariado, los sindicatos y la comunidad educativa.
“Centrado en el participante, este modelo permite el despliegue de las capacidades resolutivas en cualquier contexto laboral porque parte del principio de polivalencia y está ajustado a los niveles descritos en el Marco Nacional de Cualificaciones para la formación técnico profesional”, añadió Ovalles.
Empero aclaró que no solo el participante en las acciones formativas es sujeto de las políticas de modernización pedagógica y curricular, situadas en los más altos estándares internacionales, sino también los formadores y quienes los forman.
Durante su exposición sobre formación técnica y la cuarta revolución industrial, Ovalles remarcó que el optimismo que provoca ser testigos del avance de las tecnologías, “no puede hacernos olvidar que los modos en que ahora se producen bienes y servicios exigen educación y empoderamiento para que la creación de la riqueza nacional alcance para todos”.