SANTO DOMINGO, República Dominicana.- La Central Termoeléctrica Punta Catalina, a través de su administrador general, Jaime Aristy Escuder, desmintió hoy la denuncia del Partido Revolucionario Moderno (PRM) de que la planta no ha superado una de las dos pruebas que certificarían su entrada en funcionamiento.
“Obviamente que pasó todas sus pruebas. De hecho, las pruebas más importantes son las que se realizan por parte de una empresa norteamericana con más de 55 años de experiencia y que se llama MacHealth, que es la que hace las pruebas de desempeño”, declaró Jaime Aristy Escuder.
Es más, ya en mayo Punta Catalina “produjo 462 gigavatios y logró generar ingresos por 38 millones de dólares”, aseguró en un programa de la emisora Z101.
Dijo que estas pruebas certifican que la central termoeléctrica “en lugar de producir 376 gigavatios cada una produce diez más cada una de ellas”.
El administrador general de la Central Termoeléctrica Punta Catalina atribuyó la denuncia del PRM a “una confusión” entre las pruebas de desempeño y las denominadas de Verificación de Restricciones Operativas (VEROPE).
“Confundieron las pruebas VEROPE con las de desempeño”, remarcó Jaime Aristy Escuder y aseguró que, además, todas “ya están aprobadas”, desmintiendo asimismo este extremo.
En este sentido, reveló que “hubo una discusión por temas vinculados con el factor de potencia y el flujo de vapor y se le demostró al consultor (del PRM) que efectivamente Punta Catalina tenía la razón. No solamente se lo demostraron los técnicos locales, se lo demostraron los técnicos internacionales”, pese a lo que mantuvieron la denuncia, afirmó.
En consecuencia, remató, las dos plantas de la central “han cumplido en cuanto a eficiencia, potencia y todo lo relacionado a los parámetros específicos relacionados a la estructura que se contrató”, por lo que se cumple la premisa de “producir mucha electricidad, producirla de forma eficiente, producirla de forma competitiva y generar la mayor cantidad de electricidad que se haya producido en la historia de la República Dominicana”.
La denuncia del PRM
“De manera insólita la Corporación Dominicana de Empresas Eléctricas Estatales (CDEEE) ha aceptado como buena y valida la instalación y desempeño de la planta #1 de la central termoeléctrica ¨Punta Catalina¨, a pesar de que el 12 de noviembre pasado la misma no pudo pasar las denominadas pruebas de Verificación de Restricciones Operativas (VEROPE) que les fueron realizadas por una firma consultora independiente, contratada para tales fines por la propia CDEEE mediante la licitación CDEEE-CCC-PEEX-2019-0004”, dice la introducción de la denuncia del PRM.
La firma consultora es el Grupo Canario, SRL, presidida por el ingeniero Serafín Canario de la Rosa, la que “tiene una larga experiencia en el ramo puesto que de un total de 32 pruebas VEROPE que se han realizado en el sistema eléctrico nacional desde el 2011 a la fecha, el Grupo Canario ha sido contratado en 22 de ellas mediante concursos competitivos”, sostuvo el PRM.
El informe final del Grupo Canario consta de 198 páginas y en la de las conclusiones se advierte de los fallos.
“Nuestras fuentes indican que la CDEEE -añadió el PRM- tiene el propósito de rescindir unilateralmente el contrato con la firma consultora Grupo Canario SRL y contratar otro que le facilite conseguir del Organismo Coordinador los certificados de las pruebas VEROPE de las unidades # 1 y # 2 de la Central Punta Catalina”, tras lo que revela que ello se concretó este miércoles 5 de junio.
El Grupo Canario SRL recibió una carta fechada el 29 de mayo firmada por Rubén Jiménez Bichara, administrador de la CDEEE, en la que se le comunica la anulación unilateral del contrato de servicios (… ) para realizar las pruebas VEROPE a las dos plantas.
“En dicha carta, de manera extraña y en violación de lo consignado en dicho contrato -advierte el PRM- la CDEEE le informa al ingeniero Serafín Canario que le pagaría el monto completo contratado, aunque solo haya hecho la mitad del trabajo, una planta”.
“Esta situación –alerta el partido oposityor- está planteando una violación sin precedentes en el sistema eléctrico dominicano que atenta contra la institucionalidad del mismo, contra la fiabilidad operativa del sistema de unidades generadoras interconectadas y contra la vida útil y la estabilidad funcional de las mismas dos plantas citadas”.
