SANTO DOMINGO, República Dominicana.- Un estudio español sobre por qué una vacuna es más eficaz en unos niños y menos en otros y una investigación estadounidense centrada en vacunar a los mosquitos para que si pican no enfermen a los humanos, sobresalen entre las batallas científicas contra la malaria libradas este mes de octubre.
Esto, luego de que en septiembre se reportara que los ingleses lograron volver infértil al mosquito transmisor y que ahora solo esperan la orden de la comunidad internacional para iniciar la “castración”.
También en septiembre, el colombiano inventor de la primera vacuna contra el mal anunció que tiene lista otra más efectiva. Es decir, un bimestre de triunfos en una guerra prolongada contra una enfermedad prevenible.
La mitad de la población mundial está en riesgo de infección por picaduras
Los mosquitos son la amenaza animal más letal para las personas debido a las enfermedades que portan. Casi la mitad de la población mundial está en riesgo de infección por picaduras de mosquitos infectados. Malaria (paludismo), fiebre amarilla, dengue, encefalitis, zika y chikungunya están entre las enfermedades de mayor prevalencia e impacto.
El mosquito hembra de Anopheles es el vector del paludismo o malaria, enfermedad causada por el parásito unicelular llamado Plasmodium. El parásito pasa a la hembra de Anopheles cuando -para obtener la sangre que necesita para alimentar a sus huevos- pica a una persona infectada. De las cinco especies de parásito que provocan paludismo en el ser humano, la más mortífera es Plasmodium falciparum.
Base para diseñar otras vacunas aún más eficaces
El trabajo publicado hoy, que tiene como líder a la farmacéutica y bióloga Carlota Dobaño, arroja nueva información sobre los mecanismos de protección de la vacuna experimental RTS,S, lo que proporciona una base para diseñar otras aún más eficaces.
Según la delegación de la Agencia Efe de Barcelona, que entrevistó a Dobaño, esta vacuna es considerada como “la más avanzada y la única que hasta ahora ha dado protección, aunque parcial, contra la malaria”. Gracias al ensayo cuantitativo desarrollado por este grupo catalán se investigó no solo los niveles, sino también los tipos de anticuerpos inducidos por la vacuna.
"Este estudio, fruto de muchos años de trabajo de muchas personas, identifica nuevos marcadores de éxito o fracaso de la vacuna en niños africanos, y sienta las bases para el diseño de futuras vacunas más eficaces", reiteró la investigadora.
Dobaño explicó que el estudio quería conocer por qué esta vacuna protege a unos niños y a otros no, y ha concluido que la protección conferida por la vacuna RTS,S depende en gran medida del nivel y subclase de anticuerpos generados por la misma, así como de la previa exposición al parásito.
Para identificar marcadores de protección de la vacuna, la OMS la probará a gran escala en tres países africanos el año que viene antes de autorizar su distribución, anunció Dobaño.
Información para expertos
Los científicos catalanes midieron diversos subtipos de anticuerpos dirigidos contra diferentes fragmentos de la proteína CSP del parásito y contra el antígeno de superficie del virus de la hepatitis B (HBsAg), las dos proteínas que componen la vacuna RTS,S. Usaron suero y plasma proveniente de casi 200 bebés y niños y niñas de Kintampo (Ghana), una zona con alta transmisión de malaria, y de Manhiça (Mozambique), con baja transmisión de malaria, vacunados en el marco del ensayo clínico de fase 3 de la RTS,S.
Los resultados han confirmado que la vacuna induce niveles considerables de anticuerpos IgG contra ambas proteínas (la CSP y la HBsAg), y que son más elevados en niñas y niños que en bebés. También indican que las niñas y niños con mayores niveles de anticuerpos anti-CSP antes de la vacunación estaban menos protegidos de la enfermedad tras la vacuna.
"Esto indica que la vacuna beneficiará más a bebés que no han estado expuestos al parásito durante el embarazo o en las primeras semanas de vida", resumió Dobaño.
Estudio estadounidense: vacunar a humanos para proteger a los mosquitos…
Tres semanas antes de conocerse el estudio catalán, la revista inglesa Nature publicó el 8 de octubre el estudio del profesor asociado de Ingeniería Biomédica en la Universidad de Buffalo Jonathan Lovell, que podría resumirse en "el empeño de vacunar a los humanos para proteger a los mosquitos".
El ciclo de transmisión de la malaria es sencillo: un mosquito portador de la enfermedad pica a una persona y le deja el parásito; después, otro mosquito no infectado pica a esa persona y el parásito pasa al mosquito. Posteriormente, este mosquito picará a otra persona y la infectará con la enfermedad y así Ad infinitum. De esta manera, toda una comunidad puede terminar infectada en cuestión de semanas.
Sobre la base de esto, se han desarrollado vacunas para evitar que los mosquitos propaguen la enfermedad. Es una estrategia conocida como vacunas bloqueadoras de la transmisión. A partir de este método, los humanos inmunizados transfieren proteínas contra la malaria a los mosquitos cuando son picados, rompiendo el ciclo infeccioso.
Algunas de estas vacunas han mostrado resultados prometedores; sin embargo, aún no han podido ser probadas a gran alcance, ya que se asocian a una eficacia limitada, además de generar efectos secundarios importantes.
Jonathan Lovell, un profesor asociado de Ingeniería Biomédica en la Universidad de Buffalo, parece haber encontrado una solución: sobre la base de la nanotecnología, ha puesto a prueba una vacuna que bloquea la transmisión de la malaria y los investigadores bajo su mando se encuentran trabajando ahora para probar próximamente la efectividad de esta vacuna en el ser humano.
¿Cómo funciona esta vacuna?
Investigaciones previas se han basado en la ingeniería genética y en la unión química de proteínas tóxicas para estimular las respuestas de las vacunas. Estos enfoques, sin embargo, no han demostrado ser los más adecuados. Por tanto, para mejorar los resultados de esta estrategia, los investigadores del equipo de Lovell desarrollaron un agente inmunológico que induce la producción de anticuerpos contra la malaria.
Cuando los mosquitos pican a la persona inmunizada, adquieren estos anticuerpos y quedan inmunizados contra la enfermedad. Al probar esto con ratones y conejos, se observó que los anticuerpos de una proteína (denominada Pfs25) eran efectivos al bloquear el desarrollo del parásito de la malaria en el organismo de los mosquitos.
Y hay más: estudios posteriores demostraron el potencial de la vacuna de bloquear la propagación de la malaria en distintas fases de la infección. De esta manera, se ha demostrado que esta vacuna es eficaz para inmunizar a los humanos contra la malaria y, al mismo tiempo, evitar que los mosquitos se infecten con el parásito.
En síntesis, la vacuna protege al huésped e inmuniza al agente infeccioso. Por tanto, los investigadores concluyen que el uso de esta vacuna, más el uso de mosquiteros y repelentes, además de la fumigación y la eliminación periódica de aguas estancadas, ayudará a disminuir la incidencia de la malaria.
Ya se logró volver infértil al mosquito hembra que transmite la malaria
La revista Nature Biotechnology publicó previamente el trabajo inglés que informó que se logró volver infértil al mosquito hembra que transmite la malaria, de lo cual Salud de Acento informó oportunamente: https://acento.com.do/2018/salud/8609828-fin-la-malaria-logran-volver-infertil-al-mosquito-hembra-la-transmite/
Las poblaciones de mosquitos de laboratorio han sido llevadas a la extinción en once generaciones con esta infertilidad premeditada, lo que proyectado al mundo exterior provocará el desplome de las poblaciones silvestres en cerca de cuatro años, de acuerdo con los modelos computacionales utilizados.
En una primera reacción, el diario New York Time consultó al respecto a Kevin Esvelt, quien estudia la evolución de los impulsos genéticos en el prestigioso Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), quien dijo sobre los riesgos de la estrategia inglesa: “El daño comprobado que causa la malaria sobrepasa por mucho cualquier posible efecto secundario ecológico planteado hasta ahora”.
Según las últimas estadísticas de la OMS, en 2016 se detectaron unos 216 millones de casos de malaria en un total de 91 países, un aumento de cinco millones con respecto a 2015. Las muertes por paludismo fueron 445 mil, cifra similar a la de 2015 (446 mil), aunque el afamado inmunólogo y catedrático colombiano Manuel Elkin Patarroyo habla de 700 mil fallecimientos.
En 2019 comenzará aplicarse la nueva vacuna de Patarroyo
Hace 31 años Patarroyo creó la primera vacuna contra la malaria (cuya protección es del 40 % en humanos) y donó la patente a la OMS. Ahora, en septiembre, anunció que a partir de 2019 comenzará a aplicarse la nueva vacuna contra esa enfermedad que ha inventado.
Se trata de una vacuna hecha de acuerdo a características físicas, químicas y matemáticas “tanto del mosquito en cuestión como del ser humano”, declaró el septuagenario científico, quien ha asegurado que los resultados de su nueva vacuna se aproximan al 97 % en monos de laboratorio.
La aplicación de nuevas áreas del conocimiento permitirá lograr vacunas “no solo en la lucha contra las enfermedades infecciosas sino también contra el cáncer, afecciones autoinmunes y las alergias”, sostuvo Patarroyo: https://acento.com.do/2018/salud/8609525-2019-comenzara-aplicarse-nueva-vacuna-malaria-del-afamado-patarroyo/