Santo Domingo (EFE).- La polémica sobre la posible salida de la República Dominicana de la oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) continúa viva, y este martes la representante del grupo de defensa de los inmigrantes haitianos Reconoci.do, Ana María Belique, se mostró contraria a ella.
Belique criticó a los sectores contrarios a la permanencia de Acnur, quienes argumentan que su presencia no es necesaria porque no hay refugiados en el país caribeño.
La polémica se remonta a días atrás, cuando los diputados dominicanos aprobaron una resolución con la que rechazaban una supuesta campaña internacional en contra del país auspiciada por el representante de Acnur en la República Dominicana, Gonzalo Vargas Llosa, hijo del Premio Nobel de Literatura, Mario Vargas Llosa.
La campaña, según los legisladores, procura acusar en el extranjero al Estado dominicano de propiciar la apátrida.
El origen de estas discusiones se remonta a una sentencia emitida por el Tribunal Constitucional (TC) el 23 de septiembre de 2013, que decidió que los hijos de los extranjeros indocumentados no son dominicanos, lo que provocó el rechazo de gran parte de la comunidad internacional.
"A todos los que se atreven a estar en contra de las medidas discriminatorias que pasan en la República Dominicana, o se les tilda de traidores de la patria o quieren que salgan del país", dijo Belique, tras protestar junto a hijos de inmigrantes haitianos frente a la sede del TC en rechazo a la sentencia, de cuya emisión se cumple un año.
También ha sido criticada en el país caribeño la invitación por parte de Acnur a Juliana Deguis, la ciudadana de origen haitiano que provocó la cuestionada sentencia dictada por el TC, a un foro europeo sobre apatridia en La Haya, que se celebró del 15 al 17 de este mes.
Juliana Deguis participó en el foro internacional en Holanda, donde hizo un balance de su vida y explicó su experiencia para regularizar su estatus migratorio en la República Dominicana.
Dicha sentencia, según datos de la ONU, despojó de la nacionalidad dominicana y dejó como apátridas a más de 200.000 personas nacidas en territorio dominicano.
Posteriormente, la República Dominicana aprobó una ley de naturalización y regularización de los extranjeros en el país, y el pasado 1 de agosto la Junta Central Electoral entregó la cédula de identidad y electoral a Deguis.
Sin embargo, según los últimos datos de la ONU a los que ha tenido acceso Efe, menos de un 1 % de las personas a las que está dirigida la ley de naturalización y regularización de los extranjeros ha podido beneficiarse de la iniciativa.
El Gobierno, por su parte, no ha emitido información alguna al respecto.
El presidente de la Junta Central Electoral (JCE), Roberto Rosario, se pronunció en los medios, y opinó que Acnur debe decir cuántos refugiados hay en el país y con los que está trabajando.
"ACNUR no está para estar trabajando situaciones migratorias, esa no es su función", agregó.
Por su parte, el excanciller Hugo Tolentino rechazó la salida de ACNUR del país, además calificó los planteamientos de "exagerados" e "irracionales", y dijo que dan "muy mala" impresión de la República Dominicana.
"A mí me parece que el nacionalismo de ciertas personas está llegando a límites exagerados, a límites irracionales", señaló.
No obstante, el cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez apoyó la salida de Acnur y su representante Gonzalo Vargas Llosa del país.
"Nosotros hemos hecho más por Haití que todos ellos juntos, Naciones Unidas y todo el mundo", añadió.
El Movimiento Izquierda Unida (MIU) pidió al Gobierno declarar a Gonzalo Vargas Llosa persona no grata y, además, que "le pida con la cortesía de la que éste carece, su retirada del país".
"Sería una respuesta digna, la única posible, a este representante de la infamia global", apuntó el líder de MIU, Miguel Mejía. EFE