SANTO DOMINGO, República Dominicana.-  La ley que crea el Colegio Dominicano de Odontólogos fue publicada esta semana, una década después de haber sido presentada en la Cámara de Diputados por las legisladoras Mariam Cabral y Faride Raful.

“La colegiación es un gran avance institucional. Regula y protege al profesional y así habrá un “mayor control contra el ejercicio ilegal de la profesión odontológica; quien practique la odontología deberá ser miembro del Colegio, porque esta personería jurídica nos coloca en otra dimensión”, declaró el Dr. Despradel.

Los grandes beneficiarios del buen ejercicio de la profesión son los pacientes, por tanto la promulgación de la Ley los beneficia a ellos y no solo a los odontólogos, remarcó.

Despradel ha destacado en la lucha nacional por la salud bucal con campañas a favor del cepillado dental desde la infancia, con especial énfasis en las casas y en las escuelas, como la mejor manera de combatir la indeseada placa bacteriana, causante de numerosas enfermedades bucales como caries o gingivitis.

Adiós a las caries y la gingivitis

República Dominicana entrena un Colegio de Odontología en momentos en que se vislumbra el adiós a la caries y la gingivitis, las enfermedades infecciosas con mayor prevalencia a nivel mundial.

Una investigación de la Universidad lusa de Coimbra (UC) difundida hace unos días hace prever que la placa bacteriana tiene los días contados, quizás en un plazo de dos años.

La investigación de los científicos de la UC reveló que se ha sintetizado una molécula orgánica que impide que las bacterias se adhieran a dientes y muelas.

Esta molécula se aplicará como un enjuague bucal y actuará de tal manera que las bacterias quedarán “atontadas”, explicó el responsable clínico de la investigación, Sérgio Matos, profesor de la UC, quien efectivamente garantiza que la molécula orgánica no permitirá que las bacterias “se agarren a los dientes".

Las soluciones orales clásicas, como los antisépticos, en realidad son "bactericidas que las matan de forma indiscriminada, tanto a las buenas como a las malas", por lo que, con el nuevo método, denominado "biolocker", las bacterias no mueren, ya que algunas –las buenas- son muy importantes para otras funciones, como la gástrica o la cardíaca, sostuvo.

El producto de la Universidad de Coimbra crea un revestimiento antiadherente que impide que las bacterias se peguen al esmalte, con lo que se garantiza una protección más larga, durante todo el día, completando la eficacia del cepillado y suplantando las limitaciones de los actuales productos de higiene oral.

Además, supone un avance en la prevención de enfermedades bucales, porque el "biolocker" será barato y accesible, según el equipo de científicos portugueses que está a la espera de la patente internacional para comenzar la producción masiva del producto y comercializarlo tanto en frascos de enjuague bucal, como en dentífricos, pastillas o incorporándolo al hilo dental.

La investigación comenzó hace dos años y medio y tras el éxito de los ensayos "in vitro" con dientes de pacientes humanos, los expertos se disponen a aplicarlo ahora en voluntarios.

Los investigadores esperan que en un plazo aproximado de dos años se pueda comercializar el remedio, creado a partir de moléculas orgánicas obtenidas de la síntesis de proteínas.