La Policía de Puerto Rico firmó este jueves una nueva orden general que prohíbe a los agentes intervenir con extranjeros por ser indocumentados.

Con esta medida el cuerpo del orden pretende eliminar el fantasma del miedo en aquellos extranjeros, principalmente dominicanos, que no se atreven a denunciar a sus agresores por temor a una deportación.

La nueva medida firmada por el superintendente de la policía de Puerto Rico, José L. Caldero López, en presencia de integrantes de los comités de interacción de ciudadanos extranjeros, establece una guía para los policías que interactúen con indocumentados.

Caldero precisó que no se tomarán represalias contra aquellos extranjeros víctimas de algún delito, que puedan ser testigos o que necesiten ayuda.

Indicó que ningún agente puede preguntar a un extranjero sobre “sus papeles” (documentos sobre su situación migratoria) durante una detención o atención a una denuncia puesta en un cuartel policial.

La orden les ha sido notificada tanto a los agentes que están en las academias como a los que están activos.

Dijo que como parte de la Reforma Policial, en esta nueva etapa, Puerto Rico mantiene el 20% de su fuerza policíaca en readiestramiento para que ponerla al día con las nuevas ordenanzas.

“ Y eso está bien claro: no son agentes federales”, expresó de manera enérgica el superintendente de la Policía, José L. Caldero López.

Caldero precisó que toda la comunidad extranjera ha sido consultada, de los cuales forman parte en los comités de interacción ciudadana, y a quienes le pidieron recomendaciones.

A propósito de esa afirmación, Diáspora Dominicana preguntó al señor Caldero si los miembros de Comité Dominicano de los Derechos Humanos, que preside el señor José Rodríguez, habían sido invitados a esas consultas.

“A ellos se les invitó para tomar participación; nosotros tenemos una excelente relación con la comunidad dominicana, y específicamente con el señor Rodríguez –yo lo digo con nombre y apellido- le ha faltado el respeto a la policía de Puerto Rico y eso yo no lo voy a tolerar”, dijo Caldero.

Diáspora Dominicana insistió en una explicación sobre el supuesto irrespeto, y Caldero dijo:

“Haciendo acusaciones infundadas contra altos oficiales de la policía de Puerto Rico sin someter evidencia”.

Fue reiterativo en aclarar que al Comité Dominicano de Derechos Humanos se le invitó a formar parte de los trabajos de la Reforma.“Nosotros vamos a participar con la gente que quiere colaborar con la Policía de Puerto Rico y el pueblo y el gobierno dominicanos han participado y aportado grandes ideas”, expresó.

Habla el cónsul dominicano

El cónsul dominicano en San Juan, Franklin Grullón, expresó su satisfacción con la medida y reconoció que en sus últimos informes remitidos a la cancillería de República Dominicana se revela una baja en los casos de dominicanos víctimas de atropellos por parte de la policía puertorriqueña.

“Nosotros vemos esto como muy positivo, porque a veces hay temor, a veces cuando un ciudadano nuestro es víctima de cualquier violación de su derecho teme ir a la policía porque le preguntaban por su estatus migratorio. Tenía el temor de que podría ser reportado al departamento de inmigración y ser deportado. Con este nuevo protocolo ya esos temores están despejados por el hecho de que no debe suceder”, dijo Grullón.

Instó a los dominicanos a acudir a la policía cuando tengan cualquier problema y no temer, independiente de su estatus migratorio. El cónsul Franklin Grullón señaló, principalmente, a las mujeres que son víctimas de violencia doméstica y que se quedan calladas por temor a problemas migratorios.

De igual manera, resaltó que de ser necesario cuando sienten que el ciudadano tiene temor de acudir a un cuartel a los tribunales lo pueden acompañar.

A partir de esta medida el mensaje para la comunidad extranjera en Puerto Rico ha sido claro, toda personas no documentada, víctima de delito, podrán acudir a los cuarteles, recibir o solicitar ayuda y no se le cuestionará su estatus migratorio.

Antes los agentes del orden pretendían actuar como agentes de inmigración y reportaban inmediatamente para fines de deportación a cualquier extranjero que no presentara sus documentos de residencial regular, algo que según esta nueva disposición está prohibido.

El doctor Carlos Pérez, vicecónsul y que lleva tres años trabajando de lleno en este proceso de reforma policial, incluyendo adiestramiento, explicó que esta medida obliga al oficial actuar como agente de orden público y no como funcionario de una agencia federal.

Explicó que en este caso el agente del orden público debe centrar su investigación en el supuesto delito o infracción y no pretendiendo adquirir funciones que no le corresponden.

Puso como ejemplo una intervención en una violación a ley de tránsito, donde tan pronto el agente descubría que la persona era indocumentada o dominicana, dejaba al margen esa investigación y procedía actuar como si fuera un agente de inmigración, aunque no fuera su atribución.

“El policía iniciaba una investigación por ley de tránsito y paraba en inmigración, o las víctimas de violencia doméstica. Las mujeres y los hombres también, si tenían un estatus migratorio no definido, no iban porque la otra parte le decía al policía que eran indocumentados, y el policía se veía en una disyuntiva de que tenía que olvidarse del delito para entonces canalizar la investigación a través de inmigración, eso por tanto dejaba impune el crimen, el agresor se burlaba de la víctima y el policía actuaba incorrectamente”, explicó.

El doctor Pérez indicó que con esta nueva medida la población estará más tranquila.

Durante la firma estuvo presente el Cónsul de la República Dominicana en Puerto Rico, Franklin Grullón; Yong Q He, presidente del Centro de Asociación Colonial China de Puerto Rico y algunos miembros de los Comités de Interacción Ciudadana que representan a diversas comunidades extranjeras.