Santo Domingo, 30 mar (EFE/Marta Florián).- Tradicionales procesiones, algunas de ellas centenarias, vuelven este año con motivo de la festividad de Semana Santa a la Ciudad Colonial de Santo Domingo, cuna de la evangelización en América.
Los actos y rituales propios de esta festividad religiosa atraen a cientos de personas, entre nacionales y turistas, que se lanzan a las históricas calles de la Ciudad Colonial, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, para ser testigos de estas peregrinaciones, la primera de ellas el Domingo de Ramos.
Las actividades forman parte de la intensa agenda que desarrollan estos días las iglesias de la parte histórica de la capital, entre ellas la Catedral de Santa María de la Encarnación, la primada de América, así como las cinco veces centenarias Iglesia de las Mercedes y la Regina Angelorum, con servicios en los que se combina la religión, la espiritualidad y la historia.
Una de las procesiones más vistosa y solemne la protagoniza la cofradía "La Guardia Romana", que lleva ya 62 años acompañando los desfiles alegóricos a la muerte y pasión de Cristo.
Este grupo participa en la peregrinación del Domingo de Ramos que sale de la Iglesia de las Mercedes hasta la Catedral y la del Lunes Santo, "Cristo atado a la columna", que volvió a las calles de la Ciudad Colonial en 2011 tras más de un siglo sin realizarse, narró a Efe el coordinador de la cofradía, Gabriel Babadilla.
Pero su mayor protagonismo es sin duda la del Viernes Santo, "El santo entierro", la procesión que precisamente dio origen a "La Guardia Romana" y que se inicia en el interior de la Iglesia de las Mercedes con el descendimiento de Cristo de la cruz.
Este es un acto "muy emotivo" en el que "muchas personas lloran y algunas llegan incluso a desmayarse", apuntó Bobadilla, quien defiende que se mantenga este tipo de tradiciones.
Tras este acto, los miembros de esta hermandad rinden una especie de homenaje al Cristo y su banda de música entra a la parroquia a ritmo de tambores mientras se realiza el descendimiento.
Posteriormente, se unen con los feligreses en la reflexión que da inicio a la procesión que arranca en la calle Las Mercedes, con sus vistosos trajes, sus armaduras, espadas e instrumentos musicales.
El fundador de esta cofradía, cuya historia se remonta a 1952, fue el sacerdote Atanasio de La Vega que trajo al país ese año desde Guatemala las primeras armaduras para los miembros del grupo y posteriormente adquirió en Barcelona (España) las piezas y las armaduras, algunas de las cuales se conservan hasta hoy, alegóricas a la Guardia Pretoriana (nombre original de este cuerpo militar).
El propósito "era darle un mayor realce a la procesión del Viernes Santo", agregó Bobadilla.
Desde 1956 "La Guardia Romana" ha participado en todas las procesiones de Semana Santa de la Iglesia de las Mercedes.
La mayoría de sus miembros son jóvenes residentes en la Ciudad Colonial o vinculados de alguna manera a esta parte de Santo Domingo, pero también hay entre ellos residentes en el extranjero que viajan cada año al país exclusivamente para estos actos.
Esta cofradía ha logrado superar el tiempo y se resiste a desaparecer porque, según Bobadilla, muchas personas que han presenciado la procesión "se han sentido tocadas por el señor y luego se han integrado a la parroquia".
El grupo estaba integrado por 60 personas, que aumentaron en 2017 a 80 y este año rondan los 90, convirtiéndose, de acuerdo con Bobadilla, "en la herramienta de captación de talento juvenil de la parroquia" de las Mercedes.
Pero más allá de la festividad o de peregrinar, el objetivo es "evangelizar", precisamente, en el lugar donde empezó la enseñanza de la religión católica en América, señaló Bobadilla. EFE