El director de Prisiones Hernández Basilio y el director nacional de Defensa Pública Rodolfo Valentín Santos, sostuvieron un encuentro para abordar una serie de iniciativas de trabajo conjunto para agilizar los procesos legales de los privados de libertad.
Durante el encuentro fueron abordados los temas sobre los internos que han cumplido la pena y aún siguen privados de su libertad por no tener dinero para pagar su multa, la poca cantidad adecuada de personal médico en los centros penitenciarios, escasez de medicamentos, pago de peaje dentro de las cárceles para que un interno sea llevado al dispensario médico dentro de la cárcel.
Asimismo la falta de sillas de ruedas, sentencias a personas con enfermedades terminales, visitas conyugales, espacios dignos con privacidad para los defensores públicos poder ver a sus representados, entre otros temas.
Actualmente en República Dominicana existen unos 27, 140 privados de libertad, de los cuales 26,436 son hombres y 704 mujeres y 10,823 son condenados por distintos delitos y 16,317 preventivos.
Dentro del nuevo modelo penitenciario hay 9,881 hombres y 502 mujeres, de los cuales 3,974 condenados y 6,365 preventivos.
En cambio en el modelo viejo o tradicional existen 16,757 reclusos, conformado por 16,555 hombres y 202 mujeres; 6,849 son condenados y 9,952 preventivos.
En cuanto a los privados de libertad extranjeros el nuevo modelo alberga a 742 y el modelo tradicional a 1,183 para un total de 1,925 reclusos.
La nota de prensa apuntó que de esos reclusos extranjeros 1,414 son ciudadanos haitianos, 120 estadounidenses, 104 europeos y 286 de otras nacionalidades.
El Director General de Prisiones, Hernández Basilio, reconoció que hay muchas realidades que afectan el sistema penitenciario, las cuales no se pueden ocultar pero sí cambiar.
“Es muy triste y dolorosa la relación con estos jueces y me gustaría que ellos puedan visitar directamente estas penitenciarias y ver la realidad de estos lugares”, expresó.
A esto Valentín Santos mostró el compromiso de trabajo por parte de la dirección de prisiones para que el sistema funcione.